EN ESTE tiempo de cuarentena, los procesos educativos atraviesan por varios retos que modifican y reinventan las metodologías tradicionales. Según expertos, el juego, las conversaciones con amigos, los deportes y más elementos son indispensables para educar a los niños y contribuir a su bienestar.
Los educadores resultan esenciales en el proceso de crecimiento personal por el que atraviesan los niños hacia su desarrollo; para ello, “es deseable que la educación conlleve a la autorrealización de cada niño, abarcando desde la protección de los sentimientos, emociones y autoestima, hasta la ampliación de sus oportunidades de elegir, reconocimiento de su singularidad, identidad colectiva, personalidad individual y de su particularidad cultural”, afirmó Ernesto Colomo Magaña.
Para Ancizar Perdomo Torres, director y docente del área de bilingüismo del colegio MonteHelena y Monterrosales “el trabajo de educar niños felices depende tanto de las familias como de la escuela. Con la familia se aprenden las primeras lecciones de socialización (relaciones interpersonales) y en la escuela se perfeccionan las capacidades comunicativas y de interacción social. El hogar es la primera escuela y en ella, se aprenden los valores culturales que una nación atesora y valora como colectivo social. La escuela alimenta la mente y el espíritu con los conocimientos necesarios para desarrollar el pensamiento. Tanto en casa como en el colegio se propician con las interacciones diarias el desarrollo de la personalidad y afloran los talentos de los más jóvenes”.
Según el psicólogo americano Abraham H. Maslow todo individuo tiene un determinado número de necesidades básicas a ser cubiertas o satisfechas, agrega el docente Perdomo. Por lo tanto, de no existir un balance entre las necesidades y la satisfacción de las mismas se generan desbalances o vacíos que afectan el desarrollo integral del individuo, incluyendo el aspecto académico. Es decir que la felicidad, incluso en la escuela, se puede conseguir siempre y cuando: tenga una buena nutrición; se sienta seguro, es decir, su integridad física no esté amenazada; es aceptado tal y como es, tanto su familia como amigos lo quieren y aceptan; lo reconocen, saben que cuando valoran que ha hecho las cosas bien se siente motivado a seguir adelante, progresará y disfrutará de esto a futuro; da lo mejor de sí, ya que si su vida va bien, se esforzará en progresar en todo lo que se proponga.
La escuela debe ser un espacio en el que se garantice que los estudiantes tienen todas sus necesidades básicas cubiertas o satisfechas, de ahí la importante misión de padres y maestros al trabajar en equipo para velar por el bienestar físico y emocional de los estudiantes.
El especialista en pedagogía del área de bilingüismo del colegio MonteHelena y Monterrosales, además, indica que la clave para educar a niños felices radica en los siguientes aspectos:
1. El juego: es sumamente importante tener estos momentos en el colegio, así como en casa. Los niños en edad temprana ven el mundo como un todo. El juego se torna, entonces, en una forma natural de conocer el mundo, así como en una actividad que les permite desarrollar sus capacidades tanto motrices como comunicativas. Los niños que juegan, hablan y, ¡los niños que hablan, aprenden!
2. Las conversaciones entre amigos: en primaria alta (que corresponde a 4to y 5to grado) los niños son más felices si encuentran en la escuela su grupo de apoyo, es decir, su grupo de amigos. Ir a clases significa también compartir, dialogar y disfrutar de la compañía de sus mejores amigos. Es por esta misma causa que fenómenos como el matoneo escolar pueden ser tan destructivos como negativos en los entornos escolares, porque generan tristeza y depresión entre sus víctimas.
3. El día a día con su novedad: estudios recientes en el campo de la psicología positiva, adelantados por Sonja Lyubomirsky, descubrieron que la felicidad corresponde en un %50 a factores genéticos, un %40 a la manera cómo se manejan las circunstancias de la vida, es decir, cómo hacemos las cosas y, en un %10 corresponde al contexto social en el que se vive. Estos datos ratifican la importancia de generar espacios educativos, positivos y alegres donde los estudiantes florezcan. ¡Recordemos que las escuelas son los espacios donde los estudiantes invierten la mayor parte del día durante casi 10 meses cada año!
4. Los profesores que inspiran: todos hemos tenido un profesor al que admiramos y emulamos. El rol del docente dentro de la educación es de gran valor y es por ello, juegan un papel importante a la hora de generar espacios de aprendizaje respetuoso y enriquecedor, tanto en el aspecto académico como en el de las relaciones interpersonales.
5. Los deportes: la actividad física es clave en el desarrollo de niños felices. Jugar partidos o competir en torneos genera un espíritu deportivo sano y de convivencia.