Votar por la lógica del “mal menor” podría ser definitivo en Perú | El Nuevo Siglo
En una encuesta hecha por Ipsos el pasado 18 de abril, Pedro Castillo encabezaba la intención de voto con el 42% de los encuestados, y Keiko Fujimori con el 31% de la muestra.
ENS
Domingo, 25 de Abril de 2021
Redacción internacional

A 42 días de que se lleve a cabo la segunda vuelta presidencial en Perú, ya comenzaron a perfilarse las alianzas que se harán alrededor de las candidaturas de Keiko Fujimori, la política de derecha por el partido Fuerza Popular, y por Pedro Castillo, su oponente de izquierda por el partido Perú Libre.

Una conclusión temprana: votar por “el mal menor”, y factores como el económico, podrían ser definitivos en la contienda electoral.



Más allá del apoyo que el expresidente boliviano, Evo Morales le expresó al candidato Castillo, veamos cómo están orbitando las fichas de la política doméstica peruana alrededor de ambas campañas.

Uno de los primeros fue el premio Nobel de Literatura peruano, Mario Vargas Llosa, quien hace 8 días le dio su respaldo a la candidata Keiko Fujimori para el balotaje de junio, al considerarla "el mal menor" frente al izquierdista Pedro Castillo.

No obstante, el espaldarazo del Nobel es relativo y debe analizarse con cuidado. Si bien es cierto que el Vargas Llosa fue un escritor políticamente muy influyente, sobre todo en la década de los años noventa, su momento de esplendor terminó cuando fue derrotado por Alberto Fujimori en las elecciones de 1990.

La influencia, y por consiguiente el apoyo político de Vargas Llosa es muy relativo. Él fue supremamente escéptico cuando se dio la segunda vuelta entre Ollanta Humala y Keiko Fujimori y en aquel entonces dijo que los peruanos tendrían que escoger entre el cáncer y el sida. Su apoyo es importante, pero es cada vez menos representativo”, comenzó por referir el internacionalista experto en temas latinoamericanos de la Universidad del Rosario, Mauricio Jaramillo.

El también candidato presidencial de la ultraderecha católica, Rafael López Aliaga, le dio su apoyo público a Fujimori apelando al mismo principio que el Nobel: es el mal menor. “Voy a votar por Keiko: me cuesta, pero no quiero algo peor que Venezuela”, dijo López quien, el pasado martes, anunció que irá a las regiones más pobres del país para explicar porque no deben votar por Castillo.

La llave económico-venezolana

Estas alianzas que ha logrado consolidar Fujimori responden a dos factores por los cuales, de acuerdo con el profesor Jaramillo, tiene hacia donde crecer. La primera de ellas es que la candidata e hija del expresidente tiene una trayectoria que le ha permitido conocer la maquinaria política y eso, en más de un sector, es garantía de estabilidad.

Y, en segundo lugar, la candidata de Fuerza Popular conoce a fondo el modelo económico peruano, un modelo fijo desde la era Fujimori que, de acuerdo con el internacionalista, no va a cambiar.

“Nadie va a cambiar la proyección hacia el Pacífico o el tratado de libre comercio con China. Perú hace mucho tiempo está en la APEC y en la Alianza del Pacífico, y a pesar de todas las crisis políticas el país no ha tenido ninguna crisis económica dura y la gente no se va a arriesgar a eso”, añadió el internacionalista, quien precisó que por esta razón es mucho más probable que ex candidatos como Hernando de Soto apoyen su candidatura.

A este respecto es importante recordar que la candidata Fujimori le ofreció a de Soto, "trabajar juntos. Más allá de las diferencias que tengamos, también hay grandes coincidencias", afirmó la candidata del partido Fuerza Popular sobre el veterano economista y postulante de Avanza País, que tuvo una votación del 12,77%.



De hecho, el factor económico, sumado a un recordatorio permanente de la crisis venezolana, probablemente será la llave que usará con más consistencia la campaña de Fujimori y que de hecho ya le está funcionando para consolidar alianzas.  

“Vargas Llosa me ha expresado su preocupación por la candidatura del señor Castillo. Como muchos, ha demostrado su rechazo a una posible entrada del comunismo porque el comunismo significa lo que está ocurriendo en Venezuela", declaró Keiko muy convenientemente ante una audiencia conformada por diferentes representantes de mercados en Lima.

Eso hace que uno se pregunte qué formula se está planteando el candidato Pedro Castillo, pero al parecer su situación es más compleja pues, para él, será mucho más difícil captar a la izquierda y al progresismo, que en términos más de derechos son completamente incompatibles con varias de las posturas del candidato de Perú Libre (tales como la comunidad LGTBI, las reivindicaciones de género, la eutanasia y el aborto).

“Sería muy raro, aunque no es descartable, ver a una candidata como Verónika Mendoza o en general al progresismo peruano, apoyando a Pedro Castillo. En cambio veo con más naturalidad que la derecha acompañe a Fujimori”, añadió el profesor Jaramillo, quien no obstante dijo que mucho del voto de izquierda que Castillo podrá captar responderá a la lógica de las personas que prefieren votar por lo que sea con tal de que no regrese el apellido al poder.

A este respecto y por poner un ejemplo, es importante referir que la excandidata Verónika Mendoza no ha cerrado del todo la puerta a dar un espaldarazo a la candidatura de Castillo. De hecho, en una entrevista concedida al diario, El País, Mendoza reiteró su predisposición al diálogo con el candidato de Perú Libre. “Cualquiera sea el resultado de este, seremos muy activos como siempre (...) para frenar a la amenaza autoritaria y mafiosa que representa el fujimorismo”. Añadió, que “con Keiko Fujimori, ni a la esquina”.

El problema del voto castigo

Ahora bien, la lógica de la candidatura de Castillo ha sido la de apelar al voto castigo, y si bien es cierto que durante las últimas semanas comenzó a moverse al centro del espectro político, de acuerdo con el internacionalista eso no será suficiente.

¿Por qué? Porque su apuesta es apelar al voto anti establecimiento, bajo la lógica de “castiguemos a toda la clase política”, pero en ese castigo a la gente y en especial a los partidos políticos les puede dar temor sumarse a una propuesta que, hasta cierto punto, es heterodoxa.

En este sentido es probable que, además del voto campesino, que sin duda es el segmento duro de Pedro Castillo, el candidato de Perú Libre crezca dentro del sector juvenil anti statu quo, pero sin lugar a dudas tendrá un margen mucho más corto que el de la candidata de Fuerza Popular.

“En los últimos tiempos el voto castigo, y no solo en Perú sino en varias partes de América Latina, se ha desprestigiado a propósito del experimento venezolano y Perú es un país muy conservador. No es un país como Argentina, no es Venezuela y no es un país con experimentos con outsiders como lo que ocurrió en Ecuador con Rafael Correa”, añadió el profesor de la Universidad del Rosario.

A este respecto es clave referir que la hija de Alberto Fujimori ya dijo que de convertirse en la próxima presidenta de Perú indultará a su padre, quien actualmente está cumpliendo una condena de 25 años por crímenes contra la humanidad y corrupción durante su gobierno (1990-2000). 

Además, ella misma enfrenta un pedido de la fiscalía de 30 años de prisión en un próximo juicio por presunto lavado de dinero y otros cargos en el escándalo de la constructora brasileña Odebrecht.