En la última reunión de la Junta Directiva del Banco de la República, y con una votación de 4 a 3, los codirectores decidieron subir las tasas de interés de política monetaria al 6%, lo que significó un incremento de 100 puntos básicos. Para el 2021, en el mismo periodo la tasa equivalía al 1,75%, con lo que el indicador actual eleva significativamente el costo del dinero para los colombianos.
La inflación y las expectativas que, de acuerdo con el mercado y el mismo Gobierno, mantendrían la tendencia de aumento hasta mayo, sin duda han sido los factores determinantes en la decisión adoptada por la Junta.
Al respecto Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, ha afirmado en varias ocasiones que la medida es adoptada para evitar que la inflación siga subiendo y por el contrario anclar estas expectativas.
En este sentido, Juan Pablo Espinosa, director de investigaciones económicas de Bancolombia, afirmó que “pese a que es una subida importante, y en vista de las expectativas, esta respuesta es ‘relativamente corta’, con lo que el anclaje de las previsiones de inflación puede verse disuelto. De igual forma, resalta que hasta el momento las medidas adoptadas han sido insuficientes para controlar la inflación”.
De otro lado, cabe recordar que las tasas de interés antes de la pandemia del covid-19, se ubicaban en 4,25%, pero luego en los momentos más críticos, disminuyeron y se ubicaron en el 1,75% y así se mantuvieron por un año, hasta octubre del 2021.
En octubre del año pasado el aumento puso la tasa de interés en el 2% y justo desde ese mes la subida ha sido constante. Para finales de enero de este año estaba en 3%, luego subió a 4% para febrero y logró mantenerse igual hasta el 31 de marzo, mientras que para inicios del mes de abril ascendió al 5% hasta llegar al 6%, con lo que se duplica la cifra de inicios de año (3%).
De otra parte, en su discusión de política, la Junta Directiva tuvo en cuenta los siguientes aspectos. En el mes de marzo la inflación total aumentó de 8,01% a 8,53%, mientras que la inflación sin alimentos ni regulados pasó de 4,11% a 4,51%, Adicionalmente las expectativas de inflación para 2022 están alrededor de 7%. Para horizontes más largos convergen hacia la meta de 3%, tal como lo indican las expectativas de 4% para fin de 2023 y de 3,7% a 24 meses.
En la última decisión, el Emisor también tuvo en cuenta las perspectivas de un aumento de las tasas de interés en Estados Unidos más acelerado de lo previsto y el impacto sobre los precios internacionales de la invasión de Rusia a Ucrania, que podrían generar presiones inflacionarias adicionales.
Respecto a la inflación, Leonardo Villar afirmó que “las presiones inflacionarias en el frente de alimentos tienen que ver con productos importados y aumentos fuertes en insumos agropecuarios. En este sentido el invierno que estamos observando no es un factor adicional de preocupación”. En cuanto a las expectativas de inflación, para 2022 están alrededor de 7%. Pero señala el Emisor que, para periodos más largos, en esa cifra la meta es del 3%, tal como lo indican las perspectivas de 4% para fin de 2023 y de 3,7% a 24 meses.
Reacciones
Sobre la medida, Jaime Alberto Cabal, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), afirmó que “si bien es cierto va en la dirección correcta para contrarrestar la inflación del país, va a afectar a algunos sectores de la economía en su recuperación. Básicamente el encarecimiento del crédito del sistema bancario será una de las principales consecuencias”.
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Por otro lado, el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), Bruce Mac Master, manifestó que “el incremento de tasa de interés, por definición, viene con efectos sobre toda la economía. Por supuesto afecta el crédito y cuando cumplen con su objetivo, el consumo, la actividad económica y el empleo. Por eso pedimos prudencia en su aplicación”.
En este mismo sentido, Alejandro Reyes, economista de BBVA Research, dijo que esto se puede presentar por la tendencia al alza de la inflación que, todavía puede, a futuro, enfrentar algunas presiones adicionales por cuenta del conflicto entre Ucrania y Rusia.
Por otra parte, para analistas del BBVA Research, a finales del año la tasa de interés podría estar entre 7,5% y 8%; mientras que Corficolombia prevé que sea de 8,25%, por encima del 7,5% que esperaba antes. En este mismo sentido, Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, afirma que si la inflación continúa al alza, pudiéndose ubicar en el 9% o más anualmente, según el experto, la velocidad de incremento de tasas de interés puede seguir subiendo.
¿Por qué aumentan las tasas?
La tasa de interés es la principal herramienta con la que cuentan las autoridades monetarias de cada país para controlar el nivel de precios.
De acuerdo con el Banco de la República, la tasa de interés es aumentada para frenar el incremento del costo de vida que se traduce en inflación, la cual llegó a 8,53% en marzo de este año. Este fenómeno se viene presentando desde octubre del año pasado y se empezó a acrecentar con el conflicto entre Rusia y Ucrania que, entre otras consecuencias, contribuyó al aumento de insumos agrícolas, el petróleo y la energía.
Por otra parte, con esta medida se busca que haya menos dinero disponible para el consumo y de esta manera se contribuya a que bajen los precios de la canasta familiar. En este sentido, es importante entender que cuando sube la tasa de interés los bancos pagan más por el dinero que les presta el Emisor y como consecuencia las entidades financieras deben cobrar más a sus clientes.
En otras palabras, se busca frenar los precios en la economía que han aumentado por las presiones inflacionarias y la crisis global, y que personas y empresas se endeuden menos para consumir e invertir, pues se necesita reducir el exceso de gasto sobre el ingreso nacional, es decir, el déficit de cuenta corriente.
De manera que la decisión puede afectar en cierta medida a los colombianos que deseen solicitar créditos nuevos o a los ciudadanos que cuenten con créditos con una amortización variable.
En este sentido, como el reajuste de la tasa de intervención al resto de la economía se da a través del sistema financiero con el aumento de tasas en créditos, hay que tener en cuenta que el incremento también se puede trasladar en mayor o menor proporción a la DTF, tasa de referencia a la que se captan los recursos en el sistema financiero, dependiendo de la liquidez con la que cuente el mercado.