El carácter imposible de establecer el “derecho al aborto” en el fallo de Roe vs. Wade y que no corresponde a los tribunales sino a los legisladores decidir sobre esa práctica son los argumentos del juez, Samuel Alito, en el borrador de sentencia que de recibir el aval mayoritario de la Corte Suprema de Justicia anularía ese histórico fallo.
Como se sabe, el 22 de enero de 1973, el fallo del Roe vs. Wade en Estados Unidos reconoció por primera vez el derecho de las mujeres al aborto sin restricciones durante el primer trimestre del embarazo. Bajo ese precedente legal, los diferentes estados de EE.UU. han adoptados leyes que establecen tanto las condiciones y los tiempos máximos para la interrupción de la gestación, así como normas para los médicos que la realizan.
En la última década, demandas contra algunas de esas leyes estatales, bien porque han aumentado las restricciones para abortar o aumentado las semanas que se habían establecido para ello, han llegado al máximo tribunal de justicia norteamericano. Las más recientes fueron la de Texas, donde se prohibió la práctica una vez se detecta la actividad cardiaca del embrión (lo que suele ocurrir alrededor de la sexta semana) y la de Luisiana, donde se obliga a los médicos que realizan abortos a obtener una autorización para ejercer en un hospital ubicado a menos de 50 kilómetros del lugar de la intervención.
Bajo estudio del máximo tribunal están desde meses atrás estos casos y se espera su fallo antes de mitad de año. Pero la filtración que hizo el lunes el portal Político sobre el mencionado borrador ha generado revuelo político y social no sólo porque se presume que el texto será aprobado dada su actual la mayoría conservadora, sino porque la oposición al aborto ha crecido constantemente, llegando a un máximo histórico de 50% (a mediados del año anterior).
Ante la posibilidad de que el fallo sea en tal sentido, lo que implica volver a la situación de antes de 1973 cuando cada uno de los 50 estados era libre de prohibir la interrupción voluntaria del embarazo, en casi la mitad de ellos, los liderados por conservadores, se alistan proyectos de ley para impedir esa práctica, sin excepciones.
Estas son las inquietudes que hay sobre el sensible tema en Estados Unidos y cuya antigua jurisprudencia sirvió de base para que el resto del mundo tomara decisiones en favor del aborto, al punto que actualmente solo está prohibido en una minoría de países.
¿Cuál es la situación actual?
Varios estados promulgaron restricciones al aborto: Texas lo prohibió después de las seis semanas de embarazo, mientras que Kentucky, Florida, Idaho y Arizona aprobaron restricciones a partir de las 15 semanas.
En tanto, una prohibición total en Oklahoma -salvo en caso de que la vida de la madre peligre- entraría en vigor después del fallo final de la máxima Corte estadounidense, que se espera para antes del 30 de junio.
Cada que el sensible tema vuelve a debate se realizan encuestas que, con el paso del tiempo han evidenciado que más allá de ser republicano (conservador) el apoyo a prohibirlo y/o restringirlo ha crecido tanto en los demócratas como en los independientes.
Para citar solo un ejemplo, en una encuesta de Gallup de junio del año pasado, el 50% de norteamericanos se manifestó contrario al aborto y destacó que los votantes demócratas cada vez eran más críticos con dicha práctica.
Así, reseñó que el porcentaje de norteamericanos que se identificaba favorable al aborto llegó un mínimo histórico: 41% se mostró a favor de que la madre decida si quiere interrumpir el embarazo o no, lo que supuso un descenso del 15% respecto a 1995. Ese pronunciado desplome lo explicó al hecho de un mayor número de votantes demócratas e independientes se considera antiabortista.
Ente tanto, el sondeo ‘mañanero’ de Político de este martes realizado reveló que hay un 50% que se declara a favor de que la Corte mantenga la jurisprudencia, 275 que se cambie y 22% de indecisos.
A la pregunta de si el aborto debería ser legal o ilegal en todo el país, o si debería depender de los estados, el 47% dice que debería ser legal, el 21% ilegal, y el 19% dice que debería ser decisión de los estados.
Destaca el informativo que la encuesta realizada a 1.955 votantes registrados y que tiene un margen de error de +/- 2 puntos porcentuales, sugiere que hay un consenso para limitar el aborto.
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¿Qué cambiaría?
Si se derogara ese fallo, Estados Unidos volvería a la situación previa a 1973, cuando cada estado era libre de prohibir o autorizar el aborto.
26 estados conservadores, la mayoría en el centro y sur del país como Wyoming, Tennessee o Carolina del Sur, están listos para prohibir el aborto por completo.
Pero varios estados demócratas, incluidos California, Nuevo México y Michigan, anunciaron rápidamente planes para consagrar el derecho al aborto por ley.
¿Impactará las elecciones?
La filtración del borrador impacta de lleno en la carrera por las elecciones de mitad de mandato a celebrarse en noviembre, acaparando el debate durante el resto de la campaña.
El presidente Joe Biden dijo que si se aprueba este fallo filtrado, las leyes de aborto dependerán de cada uno de los estados y "recaerá en los votantes elegir" a los funcionarios que apoyen el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.
Es básicamente eso lo que el juez Alito sostiene en sus argumentaciones. Que el pronunciamiento ciudadano a favor o en contra del aborto se dé con la elección de sus representantes políticos en los respectivos estados.
La posibilidad de que la Corte Suprema elimine el fallo "Roe v. Wade" polarizaría aún más a republicanos y demócratas, que ya están profundamente divididos.
Chuck Schumer, líder de los demócratas en el Senado, explotó políticamente el tema al indicar que en "ahora, para las elecciones de noviembre, los derechos de 100 millones de mujeres están ahora adheridos a la boleta electoral".
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¿Qué puede hacer el Congreso?
Biden y Schumer esperan expandir con las elecciones la mayoría de demócratas en el Senado, ahora dada apenas por el voto de la vicepresidenta que les permita aprobar una ley federal sobre el aborto.
La única otra opción disponible para los defensores del aborto sería cambiar las reglas del Senado para reducir el número de votos necesarios para aprobar una ley. Pero los republicanos y un puñado de legisladores demócratas se oponen por el momento a ello.
Sin embargo, Schumer prometió una próxima votación sobre la legalización del aborto: "Cada estadounidense podrá ver de qué lado está cada senador”.
¿Amenaza a otros derechos?
También se esgrime que los argumentos para revertir el precedente de "Roe vs. Wade" podrían aplicarse a otros casos en los que la Corte Suprema haya protegido "derechos fundamentales" que no están detallados en la Constitución, como en el matrimonio entre personas del mismo sexo, la anticoncepción y los derechos civiles.
El borrador filtrado, redactado por el magistrado Samuel Alito, deja en claro que no ve esto como un peligro, argumentando que "nuestra decisión se refiere al derecho constitucional al aborto y a ningún otro derecho".
Sin embargo, en un país tan polarizado, no se descarta que haya voces en sentido contrario, básicamente con un fin electoral. /Redaccion internacional con agencias