Pandemia terminó, pero el covid no: director de la OMS | El Nuevo Siglo
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Viernes, 5 de Mayo de 2023
Redacción internacional con AFP

"CON gran esperanza declaro que el covid-19 ya no es una emergencia sanitaria de alcance internacional". Con esta frase, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que ese coronavirus, cuyo origen y transmisión al humano permanecerá en el misterio, está controlado.

Desde que a finales del 2019 el gobierno chino informó a la OMS de varios casos de neumonía "de origen desconocido" en la ciudad china de Wuhan, que estaban siendo tratados con aislamiento, este coronavirus pasó por una fase de propagación pandémica con desarrollo de numerosas variantes, contagió a la mitad de la humanidad, quitó la vida a millones de ellos, llevó a un inédito encierro que paralizó la economía global y agravó la desigualdad planetaria.

Exactamente tres años, tres meses y cinco días después de que la rectora de la salud mundial declarara como una emergencia de salud pública de preocupación internacional (pandemia) porque el covid-19 registraba “niveles alarmantes de propagación y gravedad”, evidenciado con los más de 118 mil casos registrados en 114 países y los 4.291 fallecidos en ese momento, declaró su fin.

Pero vale destacar que es el fin de la pandemia más no de esta enfermedad, la que logró mitigarse y salvar vidas por el hito científico que fue el desarrollo de varias vacunas, al año de la pandemia.

La OMS informó que desde principios de este año tanto las cifras de contagios del covid-19 como los fallecimientos por la misma se han mantenido en constante descenso. Ejemplo de ello que en la última semana de abril se registraron 630 mil casos y 3.500 muertes a nivel global, mientras que en enero esos guarismos eran de 1.3 millones de positivos y los 14 mil fallecidos, en parte a causa de la ola que se desató en China.

Las cifras sobre el real impacto sanitario son desconocidas porque si bien tanto los portales de data desarrollados para hacer seguimiento a la pandemia como la OMS llevaban los registros oficiales de la mayoría de países, no todos ellos entregaron datos. Ejemplo de ello gran parte de África, así como las poco creíbles de Pekín.

Referentes de ello, como el Instituto John Hopkins y Worldometer dejaron de contabilizar casos, fallecidos y vacunados contra este coronavirus hace un mes, registrando entre 676 millones y 750 millones de contagios, casi siete millones los fallecidos y la mayor parte de la población mundial inoculada, por lo menos con una dosis. Sin embargo, la OMS admite que las cifras reales son muchísimo más altas.

La pandemia, indicó el director de la OMS, dejó "al menos 20 millones" de muertos, casi tres veces más que el balance oficial que tiene esa organización.

Los expertos consultados por el director general juzgaron que era "el momento de pasar a una gestión a largo plazo de la pandemia", pese a las incertidumbres que persisten sobre su evolución.


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La fase de emergencia "terminó, pero el covid no", subrayó Maria Van Kerkhove, jefa técnica de la OMS sobre el covid-19. "No podemos bajar la guardia", apuntó.

La OMS declaró el máximo nivel de alerta el 30 de enero de 2020, unas semanas después de la detección en China de los primeros casos de esta nueva enfermedad respiratoria viral contra la cual no existía un tratamiento específico.

Pero solo cuando el jefe de la OMS hablara de una pandemia, en marzo de 2020, el mundo tomó conciencia de la gravedad de la situación y se impusieron restrictivas medidas sanitarias, que implicaron varios meses de confinamiento.

Para entonces, el SARS-CoV-2 ya había emprendido su rápido y letal viaje por el planeta.

La lucha contra la pandemia se fue elaborando paulatinamente, muchas veces en total desorden, como ilustra la gestión de la presidencia de Donald Trump, quien sin embargo fue el primero y principal financiador para el desarrollo de las vacunas.

Estados Unidos fue el más golpeado por la pandemia ya que tres de cada 10 de los residentes en esa gigantesca nación fueron contagiados por el covid, seguido por Brasil y China.

En cuanto a la vacunación, destaca que Chile, catar y Brunei fueron los únicos que inocularon al más del 90% de su población, en contraste con la mayoría de los países africanos que no lograron llegar al 50%.

 

Hoy, epidemia

Si el número de muertes por covid recientemente registradas descendió un 95% desde enero, 16.000 personas murieron por esta enfermedad entre finales de marzo y fines de abril, según estadísticas de la OMS.

Sin embargo, en muchos países la pandemia pasó a un segundo plano. Las pruebas y la vigilancia sanitaria se redujeron drásticamente, pese a que esa Organización consideró prematura esa estrategia.

Las vacunas, que aparecieron en un tiempo récord a fines de 2020, siguen siendo efectivas contra las formas más graves de la enfermedad, a pesar de las innumerables mutaciones del virus original.

Las vacunas fueron un éxito científico innegable, en particular aquellas con ARN mensajero implementadas por primera vez, aunque monopolizadas inicialmente por los países que podían permitirse pagar por ellas un alto precio, dejando a los demás a la deriva durante meses.

Hasta el 30 de abril, se habían inyectado más de 13.300 millones de dosis de vacunas.

Los grupos "antivacunas" también se movilizaron masivamente y arrojaron sospechas sobre la vacunación en general, apoyados por campañas de desinformación en las redes sociales.

Las desigualdades económicas y el acceso a la atención quedaron brutalmente expuestas. largas filas de brasileños con enormes cilindros de oxígeno para salvar a un ser querido de la asfixia, así como las pilas de cadáveres en espera de ser incinerados en India marcaron ese período.

Y a pesar de que en muchos países la pandemia parece algo del pasado, siguen apareciendo variantes que amenazan con reiniciar la máquina infernal.

"El virus sigue mutando y todavía es capaz de provocar nuevas olas de contaminación y muerte", subrayó recientemente el director de la OMS.

También llamó la atención sobre los estragos de un covid largo, que se traduce en una amplia gama de síntomas que pueden provocar algún tipo de discapacidad.

Según él, una infección de cada 10 se traduce en un covid largo, lo que sugiere que cientos de millones de personas podrían necesitar cuidados a largo plazo, con un costo económico y un impacto psicológico aún imprevisibles.

El mundo ahora está buscando la mejor manera de evitar el próximo desastre sanitario, pero la comunidad internacional aún no ha podido determinar con certeza cómo mutó este virus para que pudiera transmitirse entre humanos.

Si, en principio, los primeros casos se detectaron a finales de 2019 en Wuhan, China, dos teorías chocan. Una afirma que la enfermedad se propagó a partir de una fuga de un laboratorio donde se estudiaban estos virus; la otra, sostiene que un animal intermediario infectado lo contagió a personas que frecuentaban un mercado local.

Esta última teoría parece por el momento prevalecer en la comunidad científica, pero la obstrucción de las autoridades chinas impide avanzar en la investigación de los orígenes.

Los países miembros de la OMS empezaron además a discutir un acuerdo que evitaría una próxima pandemia y la repetición de errores.

La pregunta ahora no es si esa pandemia sucederá, sino cuándo.