Se pasea por las principales ligas de Europa sumando títulos a su palmarés y acallando las voces de sus críticos, quienes tras la salida del Bayern Múnich lo calificaron como “un entrenador en uso de buen retiro”.

Hoy Carlo Ancelotti, a sus 63 años puede darse el lujo de exhibir en su vitrina los trofeos conquistados en las cinco ligas más importantes del Viejo Mundo: Italia, España, Francia, Inglaterra y Alemania, así como las supercopas nacionales.

Suele ser tan paternal como estricto. Así lo demostró, por ejemplo, con James Rodríguez, a quien potenció en el Real Madrid y luego lo llevó al Bayern Múnich y al Everton… O con Eder Hazard, a quien “borró” en el cuadro merengue, cuando se esperaba que el belga recuperara y alcanzara el nivel que mostró en el Chelsea.

Para algunos es un “mano blanda” que trabaja poco pero a quien los resultados le dan la razón y prueba de ello son las remontadas alcanzadas con la ‘casa blanca’ en la actual Champions, en la que ya está listo para disputar una nueva final, la quinta en su carrera como entrenador, el próximo 29 de mayo en el Parque de los Príncipes.

Con tres ‘Orejonas’ en su haber, puede darse el gusto de decir a los cuatro vientos que solo ha perdido una, la de 2005 con el Milán italiano, frente al Liverpool inglés, justamente su rival de esta edición, cuadro que en el banco tiene a otro experto en llegar a finales del toreo más importante a nivel de clubes en Europa: Jurgen Klopp.

Sus éxitos lo catapultan al título de “monarca soberano” de ese continente y su leyenda crecerá si logra su cuarta Champions y solo le quedaría por llevar a su hoja de vida un cargo, el de seleccionador nacional.

En su dilatada carrera como técnico, hasta ahora no se ha sentado en el banco de un representativo nacional y, aunque anunció que se irá del fútbol cuando se marche del Real Madrid, bien sea porque se le cumple el contrato y no se lo renueven o porque lo despidan, no sería extraño que se refugiara en Canadá y terminara aceptando orientar la selección de ese país.

Los vínculos del italiano, nacido el 10 de junio de 1959 y quien se desempeñó como volante en sus días de jugador, con Canadá son fuertes. Su esposa, Mariann Barrena McClay, nació en ese país.

Así mismo, en algún momento se le llegó a candidatizar para que fuera el técnico de la Selección Colombia, país al que conoce por su trato con James Rodríguez, David Ospina y Yerry Mina.

Exitoso

Nacido en Reggiolo, municipio de la provincia de Reggio Emilia, en la región de Emilia-Romaña, se formó como jugador en el Parma hacia 1976. De allí se marchó a la Roma, en donde compartió con el brasileño Paulo Roberto Falcao, su compatriota Bruno Conti. Fue dirigido por uno de sus grandes maestros: Nils Liedholm. Luego estuvo a las órdenes de Sven-Goran Eriksson que por entonces era un joven e innovador técnico.

Debutó en la Serie A el 16 de septiembre de 1979, en un Roma 0-0 Milán. Con el equipo de la capital conquistó un Scudetto (1983) y cuatro Copas de Italia (1980, 1981, 1984, 1986). Sin embargo, no pudo jugar la final de la Copa de Europa de 1984 ante el Liverpool.

Tras ocho temporadas en la Roma, en 1987 se vinculó al Milán, en donde formó parte de uno de los mejores conjuntos de la historia del fútbol, en el que fue una de las piezas básicas en el centro del campo, junto a Roberto Donadoni.

En el cuadro rossonero ganó dos veces la Copa de Europa, la Supercopa de Europa, la Copa Intercontinental y la Liga italiana, en dos ocasiones, la última en 1992, año en que ‘colgó los guayos’.​

Con la selección de Italia fue internacional en 26 ocasiones y anotó un gol. Jugó dos Copas del Mundo y dos Eurocopas.

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Una vez decidió retirarse, continuó vinculado al fútbol como asistente de quien fuera su técnico, Arrigo Sacchi, en Italia y en 1995 dio el salto como titular al hacerse cargo de la AC Reggiana, cuadro con el que consiguió el ascenso a la Serie A.

​Luego regresó a Parma y logró un subcampeonato en la Serie A (1996-978)​ y una 6ª posición en la Serie A (1997-98). De allí se fue a la Juventus, en donde fue subcampeón y se marchó en junio de 2001.

Poco después, en noviembre de 2001, asumió como técnico del Milán y ganó la Liga de Campeones de la UEFA en 2003, tras derrotar en la tanda de penales a la Juventus. También conquistó la Copa de Italia y al año siguiente se llevó el Scudetto, pero perdió el título de campeón de Europa tras ir ganando por 3-0 al Liverpool. En 2007 se repitió la misma final de la Champions League y esta vez sí se impuso el Milán al Liverpool.

Luego estuvo en el Chelsea y en su primera temporada en Stamford Bridge consiguió el doblete (ganó la Premier League, marcando más de 100 goles y que se le resistía al equipo blue desde 2006 y la FA Cup).

El 30 de diciembre de 2011 fue confirmado por el Paris Saint-Germain como técnico. En su segundo año, el equipo parisino dominó el campeonato y ganó la Ligue 1 (2012-13), un título que no conquistaba desde 1994.

Su primera experiencia con el Real Madrid arrancó el 25 de junio de 2013 y el 18 de enero de 2014, Ancelotti consiguió su victoria número 500 como entrenador profesional. El 16 de abril, en su partido 900, logró proclamarse campeón de la Copa del Rey ante el Barcelona. Redondeó la temporada con la conquista de la Champions 12 años después de la última, la décima Copa de Europa del conjunto blanco, la quinta en su carrera en general y la tercera como entrenador.

​Al comenzar la temporada 2014-15, Ancelotti sumó otro título con el Real Madrid al ganar la Supercopa de Europa, después de superar al Sevilla, y acabó el año sumando su cuarto trofeo, el Mundial de Clubes, tras imponerse 2-0 a San Lorenzo de Almagro en la final.

El 20 de diciembre de 2015, el Bayern de Múnich confirmó que Ancelotti sería su nuevo entrenador para las tres próximas temporadas, sustituyendo a Pep Guardiola. En agosto consiguió la Supercopa de Alemania y ganó la Bundesliga a tres jornadas para el final. ​

Su segunda temporada en el banquillo del Allianz Arena comenzó venciendo la Supercopa de Alemania, antes de ser despedido y partir al Nápoles. De allí pasó al Everton y del club inglés volvió al Real Madrid para ganar LaLiga por anticipado y llevarlo a la final de la Champions.

A pesar de sus éxitos, continúa siendo “terrenal” y con la misma humildad que asume las derrotas, celebra los triunfos. Y, como suele decir, las críticas son las que “me mantienen vivo”.

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