Pese a que estamos a escasos 26 días para el arranque de la Copa América en Colombia, que debería darse con el partido entre la selección local contra Ecuador en el estadio de Barranquilla así como de Brasil enfrentando a Venezuela en Medellín, la posibilidad de que el torneo sí se realice en nuestro país continúa en vilo.

Si bien es cierto que la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) ratificó su respaldo a que el evento, que debe empezar en nuestro país el 14 de junio (un día antes lo haría en Argentina con los encuentros entre el local contra Chile y Bolivia midiéndose a Paraguay), lo cierto es que las federaciones nacionales del subcontinente vienen alertando sobre los riesgos que podría significar jugar en Colombia debido a la difícil situación de orden público por cuenta de la ola de paros que arrancó el 28 de abril.

Varias federaciones suramericanas traen a colación que los paros y la pandemia ya obligaron a programar en el extranjero cotejos de los equipos colombianos en las copas Libertadores y Sudamericana. A ello se suma que partidos que se han jugado en el país resultaron afectados por el coletazo de las protestas (y en menor escala por la pandemia), ya sea por un cambio repentino de estadio o porque en el transcurso del juego los gases lacrimógenos afectaron a los futbolistas.

La Conmebol, como se dijo, sigue adelante con la sede Colombia. Así lo ratificó su presidente, Alejandro Domínguez, el jueves pasado cuando su Comisión Médica y Unidad Antidopaje realizó el “Workshop de Asuntos Médicos” de Copa, con el objetivo de planificar, ajustar y repasar disposiciones médicas, de cara al inicio del torneo en estas dos sedes.

Una oportunidad

Tanto el gobierno Duque y la Federación Colombiana de Fútbol insisten en que el torneo se puede realizar en nuestro país y que están dadas las condiciones de seguridad y sanitarias.

El sábado pasado el ministro del Deporte, Ernesto Lucena Barrero, ratificó esa postura. “El mensaje hoy es de unión, que usemos la Copa América como un vínculo de paz, de expresión. Resolvamos ideas juntos, podamos llegar a conclusiones. Hoy Colombia, más que nunca, necesita la Copa América”, aseguró.

“Sigamos adelante luchando por una Copa América, como lo hicimos en 2001, todos de la mano logramos sacar un proyecto adelante, independientemente de las posiciones que haya. Necesitamos reactivar la economía a través de la Copa”, agregó.

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Dijo que se viene trabajando en el tema de seguridad y que en los próximos días se le presentará a la Conmebol un informe completo sobre la situación de orden público y las condiciones de bioseguridad.

“Este momento de la pandemia aún no nos permite tomar decisiones sobre aforos (de espectadores en los estadios). Estaré el próximo miércoles (mañana) con el ministro de Salud analizando la situación epidemiológica y las curvas que prevén los epidemiólogos y el comité de expertos”, precisó.

Señaló Lucena que seguir firme con la realización del certamen no significa que se desconozca la crisis social. Afirmó que, por el contrario, la Copa América y otros eventos deportivos diferentes al fútbol contribuyen a la reactivación emocional y económica.

“En Colombia hemos realizado otros eventos de talla internacional diferentes al fútbol. Y tanto las federaciones como las autoridades locales y nacionales han garantizado las condiciones para su éxito... Las obras de iluminación y redes de los estadios que hacen parte de la Copa América van por buen camino, las inversiones a los estadios nos permitirán hacer eventos deportivos, recreativos y culturales”, explicó.

A su turno, el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún, también ratificó que la realización del torneo en Colombia sigue en firme y se trabaja para tener todo listo. Tras reiterar que el torneo ayudará a reactivar la economía y que “no le cuesta un peso” al país ni tampoco a la Federación, ya que es financiado por la Conmebol y sus patrocinadores, el dirigente ratificó “… tenemos el apoyo de la Conmebol y estamos firmes, sin desconocer que hay una situación complicada que ojalá mejoré”.

Más peros

Pese al optimismo de la Conmebol, el Gobierno y la Fedefútbol colombiana, las dudas en el exterior crecen.

Por ejemplo, ayer Eduardo Ache, de la Asociación Uruguaya de Fútbol, indicó que “la Copa América en Colombia corre con un signo de interrogación grande. Es una opinión personal, no de la Conmebol”. “Si estuviera en el lugar de Domínguez, lo pensaría dos veces antes de mantener la sede”, advirtió.

Ya días atrás había tenido mucho eco lo afirmado por Edinson Cavani, el delantero insignia de la selección uruguaya: “La Copa América no debería jugarse en Colombia, Conmebol le hace un favor al Gobierno encubriendo lo que está pasando ahora mismo”.

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A ello se suma que ‘Tite, el técnico de la selección de Brasil, también expresó su preocupación por la crisis de orden público en Colombia. “Existe algo que está por encima, que es la integridad física de todos nosotros, la de los jugadores y la de todo el personal de la plantilla. Lo estamos acompañando, pero sí, tenemos esa preocupación”, indicó.

El entrenador recordó que la Confederación Brasileña de Fútbol ya advirtió a la Conmebol esta preocupación y puso de presente que la semana pasada el partido entre América y Atlético Mineiro (en Barranquilla) por la Copa Libertadores se vio afectado por los gases lacrimógenos provenientes de desórdenes cerca al estadio.

Como se sabe, otro partido de la semana pasada, el de River Plate contra Junior, también en Barranquilla, se vio afectado por la misma situación, con eco alto en la Conmebol y la dirigente argentina. De hecho ayer la prensa gaucha daba cuenta de que, en privado, la rectora del fútbol suramericano estaba revisando ya varios estadios de ese país para habilitarlos y realizar allí los partidos programados inicialmente en las sedes de Colombia.

Incluso ayer hubo amagues de protestas frente a la sede de la Federación Colombiana de Fútbol, en Bogotá, por parte de manifestantes que piden no realizar el torneo en Colombia debido a la delicada situación social y sanitaria.

A ello se suma que en las redes sociales hay múltiples tendencias contra la organización del torneo, ya sea como reacción a la delicada situación de orden público o en solidaridad con los manifestantes, sobre todo tras el alud de noticias que sugieren una represión violenta de la protesta social.

Hasta en el Congreso han terciado en este debate. Por ejemplo, el senador de la Alianza Verde, Juan Luis Castro, médico y experto en salud pública, dijo ayer que “insistir en la Copa América en medio del contexto social que estamos, es como una quinceañera que se le muere el papa el día antes de la fiesta y decide no mover la fecha de la celebración. Y eso que no estamos hablando de los temas de salud pública”.

A su turno, el periodista deportivo, Alejandro Pino, dijo que “… el presidente de Argentina ya dijo públicamente que ellos están en condiciones de organizar solos la Copa América y la prensa habla de las facilidades de Buenos Aires con múltiples estadios para ello... Duque puede necesitar mucho la Copa, pero todo la conduce a otra parte”.

Como se ve, si bien la realización de la Copa América sigue en firme para que el 14 de junio ruede el balón en los estadios de Barranquilla y Medellín, lo cierto es que si la situación de paros y bloqueos no amaina en la próxima semana, la Conmebol, presionada por varios países, podría llevarse el torneo para Argentina.