El Teatro Jorge Eliécer Gaitán, un equipamiento del Instituto Distrital de las Artes, Idartes, lleva a sus tablas Pies morenos sobre piedras de sal, una premiada puesta en escena dirigida por Adela Donadío.
El espectáculo de Abra Teatro, que se presentará del 18 al 19 de este mes como parte de la franja ‘Gaitán Escénico’, cuenta con la dramaturgia de la autora colombiana Ana María Vallejo y la composición original del músico argentino Federico Valdez.
Nueve personajes de diferentes orígenes coinciden en el espacio geográfico y a la vez evocado de La Guajira, justo en un cruce de caminos. Una mujer francesa busca a su marido colombiano desaparecido en el desierto.
La obra lleva al público a ese vasto territorio de Colombia marcado por el abandono, la desolación y la violencia y de ahí viaja a París, a tres habitaciones donde tienen lugar escenas íntimas de parejas cuyas vidas son atravesadas por la lejana e ignota Guajira.
Dramaturgia y paisaje sonoro son los dos lenguajes que con igual fuerza proponen los viajes de la obra. Los dos creadores existen como personajes en la ficción: La Voz y El músico le dan vida a la pieza y dialogan sobre los materiales de una creación fragmentaria que avanza y retrocede en el tiempo y en el cruce de espacios.
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Pies morenos sobre piedras de sal es un texto poético y elaborado, que denota la madurez de la dramaturga premiada y su exploración en las escrituras contemporáneas. El texto propone un recorrido por lugares geográficos distantes en un contraste de mundos, experiencias y lenguajes.
Con sutileza y sin pretensiones de construir ni grandes conflictos, ni largas historias, ni minuciosas anécdotas, ni trascendentes compromisos políticos esta obra propone una visión profunda y compleja de realidades íntimas, de las huellas del conflicto colombiano en las personas y la geografía, del desastre ecológico y de una soledad existencial, muy propia del mundo de hoy.
En la puesta en escena de Adela Donadio, los nueve personajes están todo el tiempo en la escena y cada uno construye una partitura propia de acciones, movimientos, presencias y gestos que hablan del mundo singular de cada personaje.
Con la propuesta escenográfica de La Máquina Somática, compuesta por Javier Gutiérrez y Alex Gümbel, se juega al espacio abierto y desértico de la Guajira, que contiene a la vez los espacios cerrados de las escenas íntimas de París. La Voz y El Músico están participando como personajes y observadores de su propia ficción escrita y musical desde sus mesas de trabajo y moviéndose por el espacio mismo creado por ellos, para conversar sobre su oficio e hilar el relato y sus cruces. La presencia, los gestos mínimos, los movimientos inesperados y bruscos, los silencios y las quietudes son tan elocuentes como los textos y la música.
La melodía original está a cargo del tucumano Federico Valdez, quien ha recibido reconocimientos de Ibermúsicas, la Bienal Internacional de Radio y el Festival SONOM. “Podemos decir que el conjunto de las músicas constituye en sí una posible cartografía metafórica de la obra escrita. Más que intentar hacer visibles o identificar los diferentes estratos narrativos y poéticos del texto, el trabajo musical ha buscado expandirse desde algunas de las posibilidades que propicia el universo de lo sonoro, y en este proceso como suele suceder a veces, la música ha encontrado un eje muy poderoso para sostenerse como una totalidad orgánica de sentido”, escribió Valdez sobre el papel de la música en la obra.
Abra Teatro es un colectivo de artes escénicas integrado por Adela Donadío, Brunilda Zapata, Rosario Jaramillo, Ana María Vallejo, quienes han estado unidas en la creación teatral en Medellín y en Bogotá, por los orígenes compartidos en La Fanfarria Teatro y por los cruces en las trayectorias artísticas desde hace más de veinte años.
Esta pieza obtuvo el Premio Iberescena-Ibermúsicas en el año 2016, y fue seleccionada entre 56 proyectos de toda Hispanoamérica.