El concejal del Partido de la U, Rubén Torrado, dio a conocer una auditoría de la Contraloría de Bogotá en la que se confirma el millonario sobrecosto en el que habría incurrido el Distrito, por la gestión de la Entidad Asesora de Gestión Administrativa y Técnica (EGAT), en la compra de 140 ventiladores mecánicos.
Asimismo, cuestionó el rol de la EGAT en estos sobrecostos afirmando que dicha entidad nació para garantizar la transparencia y eficiencia en el sector salud, y dado que esta es la única compra que hasta el momento ha asesorado, podría ser su responsabilidad que la ciudad perdiera más de $1.600 millones en medio de la peor crisis económica y de salud de la historia.
“El órgano de control fiscal me ha dado la razón, y a raíz de mis denuncias, le impuso un primer hallazgo fiscal por $1.030.641.500 al Fondo Financiero Distrital de Salud por sobrecostos en la compra de 70 ventiladores mecánicos para atender la emergencia sanitaria por la propagación del virus covid–19”, sostuvo.
El cabildante recordó que él, en julio del año pasado, denunció sobrecostos en esa misma compra, calificándola como la “más cara del país”, y dijo que hoy le están dando la razón luego de que la Administración Distrital lo hubiera querido desmentir diciendo que estaba comparando ventiladores de transporte con ventiladores mecánicos.
- Le puede interesar: “Dosis de moral” para las tropas en la inhóspita selva
Torrado explicó que la Contraloría Distrital en su informe aclara que el precio del mercado de cada ventilador era en promedio de $93 millones mientras que Bogotá los compró a $108 millones cada uno en la primera compra. Aún cuando en ese momento había disponibilidad en el mercado de ventiladores mucho más baratos, Bogotá no supo buscarlos.
Adicionalmente, reveló que el órgano de control encontró un segundo hallazgo fiscal por $643 millones en otra compra de 70 ventiladores. El sobrecosto total estimado por la adquisición de los 140 ventiladores fue de $1.673.000.000, aproximadamente.
Finalmente, hizo una comparación y afirmó que el Distrito pudo haber utilizado ese dinero pagado de más en: 18 ventiladores más para ampliar camas UCI; 2.852 tabletas o 1.693 portátiles para niños vulnerables; Renta básica para 1.841 hogares o 4.590 canastas básicas para familias entre 3 y 6 personas.