Tras el reciente escándalo del caso de la exjefe de gabinete, Laura Sarabia, por las 'chuzadas' a dos de sus exempleadas, el general José Luis Ramírez, nuevo director de la Dijin de la Policía, indicó que se emitieron nuevos controles para las salas de interceptación.

De acuerdo con el alto uniformado, entre estas nuevas instrucciones está el sometimiento al personal de la institución a pruebas de poligrafía o de confiabilidad de manera aleatorias, así como una revisión extensa de los procesos. 

“Someteremos al personal a pruebas de polígrafo o de confidencialidad de manera aleatoria, también una revisión de los procesos de manera permanente para que no se presenten dudas en la actuación de los policías", aseguró el alto uniformado

Otro punto importante que tienen los nuevos controles es la doble verificación al momento de realizar una solicitud de interceptación. De igual manera, el general Ramírez sostuvo que le pedirá a la Fiscalía que audite la salas de interceptación

“Asumimos un primer acto administrativo, fortalecimos el control que se realiza a los profes de intervención (…) yo tengo una reunión con el fiscal general de la Nación y trataremos este tema. Lo importante es que la Fiscalía nos ayude auditando las salas de interceptación, hemos pedido lo propio con la oficinas de control interno para que hagan unas auditorías permanentes”, dijo el director de la Sijin.

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En cuanto a los policías que están siendo investigados por el caso Sarabia, Ramírez informó que de momento siguen trabajando en la institución. 

 “El analista sigue trabajando, el investigador pidió vacaciones y hay otro de los funcionarios que también se encuentra en vacaciones, somos respetuosos de las investigaciones y apoyamos las investigaciones que realiza la Fiscalía General de la Nación y la Procuraduría y esperamos que sean ellos quienes tomen las decisiones al respecto”, agregó el uniformado. 

Es importante recordar que todo empezó  tras el robo de un dinero de la casa de Sarabia, su niñera terminó interrogada con polígrafo en la sede presidencial y luego interceptaron sus conversaciones telefónicas haciendo uso de un informe falso de policía que la vinculaba con narcotraficantes, según la Fiscalía.