Dudas de Moody’s sobre metas fiscales y PIB del Gobierno | El Nuevo Siglo
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Martes, 30 de Junio de 2020
Redacción Economía

Con un crecimiento menor al contemplado por el Gobierno y dificultades para reducir el déficit fiscal, así como lograr una recuperación rápida de los ingresos tributarios, la calificadora Moody’s puso en tela de juicio los indicadores que señala el Marco Fiscal de Mediano Plazo.

En esta primera reacción, Renzo Merino, vicepresidente senior y analista de la firma, dijo que “la ampliación de la meta del déficit fiscal de Colombia a 8,2% del PIB este año refleja el impacto de la pandemia sobre la economía y las cuentas fiscales. Al igual que en otros gobiernos, las métricas de deuda de Colombia sufrirán un deterioro importante. Sin embargo, múltiples factores afectarán la fortaleza fiscal en el caso colombiano en mayor grado que lo contemplado para sus pares en la categoría de calificación de Baa”.

Al mismo tiempo, en una corta declaración, el directivo de la firma calificadora señaló que “consideramos positivo que los gastos extraordinarios relacionados con la pandemia no serán recurrentes, lo cual llevará a una reducción del déficit el próximo año, pero no esperamos que los ingresos tributarios se recuperen tanto como lo plantea el Gobierno, ya que estimamos un crecimiento económico inferior al contemplado por las autoridades”.

Los indicadores

En abril pasado, la firma señalaba que el déficit fiscal del Gobierno iba a ser cercano al 6% del PIB, tal como en ese momento lo recomendaba el Comité Consultivo de la Regla Fiscal (6,1% del PIB).

Indicaba que “las mayores necesidades de endeudamiento de Colombia este año se financiarán mediante una combinación de préstamos multilaterales, emisiones de bonos nacionales y reducción de activos fiscales”.

En su análisis de la situación financiera del país, la calificadora dijo que de la manera como el Gobierno ejecute el plan fiscal en el 2021, dependerá la calificación del país y su rumbo crediticio.

Señaló la firma, que “la clave del perfil crediticio del país sigue siendo los planes fiscales posteriores a 2020. Hemos revisado nuestras previsiones macroeconómicas para que Colombia incorpore un efecto más significativo del shock del coronavirus”.

En Moody’s se consideraba que es importante lo que está decidiendo el Gobierno al señalar que “las autoridades han indicado que financiarán parte del aumento del gasto contracíclico reduciendo activos, decisión que reducirá los requerimientos netos de endeudamiento del Gobierno. Sin embargo, proyectamos que los niveles de la deuda pública se deteriorarán este año con un déficit mayor, menor crecimiento nominal, además, la depreciación del peso se traducirá en una mayor carga de deuda”.

Calificación

A pesar que las cargas de deuda e intereses del Gobierno aumentarán materialmente este año, la calificación crediticia soberana de Colombia estará impulsada, principalmente, por la trayectoria de la deuda.

“Dado que la mayor parte del gasto adicional que se incurrirá en 2020 se asociará con la respuesta de las autoridades al brote de coronavirus, no anticipamos un aumento permanente del nivel de los gastos públicos. Dicho esto, el alto grado de rigidez del gasto sigue siendo un desafío a cualquier esfuerzo de consolidación fiscal, y no se puede descartar la posibilidad de mayores demandas sociales tras el brote de coronavirus, lo que podría conducir a un mayor gasto público en el futuro”, expuso la firma.

En su informe, Moody’s manifestó que “por el lado de los ingresos, el recaudo de impuestos de este año se verá afectado negativamente por la contracción del PIB. Si bien, la recuperación económica debería dar un giro a los ingresos tributarios en 2021, los precios más bajos del petróleo este año tendrán un impacto negativo en los ingresos del Gobierno del próximo año”.

Asimismo, sostuvo Moody’s que “la depreciación del peso colombiano permitirá al Banco Central transferir beneficios al Gobierno central, compensando en parte la pérdida de ingresos petroleros, aunque las autoridades todavía tendrán que compensar la baja de ingresos relacionada con el petróleo”.