En el tercer día de audiencia ante la JEP sobre el delito de secuestro, lo exintegrantes de las Farc reconocieron que hubo violencia sexual contra algunas de las víctimas.

"No fue una política de la organización (…) pero hubo hechos de violencia sexual en ejercicio de control del territorio", afirmó Rodrigo Londoño, exlíder del grupo guerrillero.

Explicó 'Timochenko' que este crimen hace parte de una serie de prácticas que se usaron para aparentemente controlar a los secuestrados y que "llegamos a considerar necesarias como el uso de cadenas y largas caminatas".

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Por su parte, Pastor Alape aceptó que es doloroso para ellos el reconocimiento de las "humillaciones" a la que sometieron a quienes retuvieron contra su voluntad: "Enfrentarnos a nuestro propio dolor. Ese que se produce cuando uno cree que estaba haciendo las cosas bien y descubre que estaba cometiendo horrores. No errores, ¡horrores! ¡Graves crímenes!".

Jairo Ignacio Acosta Aristizábal, procurador delegado ante la JEP, explicó también que el control territorial de las Farc por medio del secuestro, se había vuelto normal por parte de algunas comunidades durante varios años.

"Charlas guerrilleras, retenes en las carreteras, registros de ingreso en los municipios, sanciones por el incumplimiento de normas sociales o verificaciones de identidad fueron parte de las prácticas que se incorporaron en el diario vivir de muchas personas que habitaron o circularon por zonas donde el estado carecía de presencia".