Escenario Radial, plataforma del Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, lleva a sus tablas sonoras 10 lecturas dramáticas de Cicatriz, un proyecto liderado por los maestros José Sanchis Sinisterra de España y Carlos José Reyes de Colombia en el que se reunieron a dramaturgos (cinco colombianos y cinco españoles) para realizar un proceso de creación del que surgieron textos teatrales a partir de la noción de cicatrizar la herida producida por un conflicto histórico.
De esta manera, nacieron producciones que hablan sobre temas y personajes como Dilan Cruz, víctimas del Franquismo en España, la historia de amor de un poeta y un soldado en medio de las guerras civiles del siglo XI en Al-Andalus o de una madre que busca esclarecer el asesinato de su hijo en Colombia.
Las lecturas dramáticas de las diez piezas estarán disponibles en la plataforma. Esta semana se estrenará El descenso a los infiernos, del dramaturgo colombiano Jonathan Londoño, que estará dividida en dos capítulos.
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Cada miércoles, habrá una nueva obra, continuando el 30 de junio con Trincheras, de la española Gracia Morales, que estará dividida en tres episodios. Dependiendo de su estructura narrativa, cada obra se dividirá en capítulos, que se estrenarán diariamente.
El catálogo de Cicatrizar continuará con ¿Quién es Margarita León? O El lugar al que pertenecemos, de la colombiana María Adelaida Palacio (7 de julio); Lucía, de la española Eva Redondo (14 de julio); Lo que esconde la loma, de César Augusto Álvarez (Colombia - 21 de julio); Altsasu, de María Goiricelaya (España - 28 de julio); El día que se hizo noche, de Liliana Montaña (Colombia - 4 de agosto); Impunidad, de Paco Gámez (España - 11 de agosto); Solo me acuerdo de eso, de Johan Velandia (Colombia - 18 de agosto), y El palmeral, de Albert Tola (España - 25 de agosto).
“Lo terrible de las guerras civiles, de los conflictos sangrientos entre miembros de una misma comunidad nacional, regional o local... viene después. Un después próximo o remoto, acuciado por la memoria o humillado por el olvido, pero también amenazado por el fantasma del eterno retorno. Porque el rencor de unos y el dolor de otros, victimarios o víctimas, solo puede atenuarse con el poder justiciero de la palabra entera, de la imagen completa, del relato veraz, del diálogo abierto”, explica el maestro Sanchis Sinisterra en la presentación del proyecto.