Perspectiva. Carlos Mejía, el empleado bancario que se convirtió en novelista | El Nuevo Siglo
EL ESCRITOR Carlos Humberto Mejía, visita la tumba del fundador de Bogotá, Gonzalo Jiménez de Quesada, en Mariquita, Tolima.
Archivo personal
Miércoles, 5 de Julio de 2023
Redacción Sociedad

LOS CAMINOS del saber que ha emprendido Carlos Mejía lo han llevado por distintos recovecos, uno de ellos fue cuando terminó el bachillerato y pasó de una a la Universidad Nacional en donde comenzó a estudiar Sociología y tras los primeros semestres, llegaron los escarceos con los debates, mucho más en su interior que en los foros, lo que puso en evidencia su desencanto de la teoría política y entonces, abandonó.

Posteriormente, intentó hacerse periodista y se matriculó por unos semestres en una universidad, entendió que lo que él buscaba no era un diploma ni una profesión, lo que él quería era escribir y que para eso debía empezar ya, así como de niño construía historias y poemas mientras leía todo lo que llegaba a sus manos, especialmente las revistas Life y El Grafico, que su padre llevaba a casa.

En ese devenir ha estado la vida entera. Empezó desde muy joven a trabajar como empleado bancario, pero sin dejar de lado su sueño. Noche tras noche, fines de semana y vacaciones la idea de un libro rondaba su cabeza y cada vez también tomaba más forma a medida que iba elaborando la trama.

Carlos Mejía acaba de publicar su primera novela en España, con la editorial Caligrama, una subsidiaria de la famosa Random House Mondadori, “Como dos perlas de diamantes de un tesoro”, un relato de ficción histórica en la que a través de 461 páginas relata la aventura de dos moros y de dos cristianos que se embarcan en el tercer viaje de Colón y en el que por equivocación arribaron por primera vez a América.

Aquí cambia la vida del empleado bancario y comienza la del novelista.

EL NUEVO SIGLO, conversó con este hombre que por más de 36 años ha trabajado en el banco BBVA y que tras muchas noches de escritura y de investigación, ha dado luz a su primer libro.

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué aspecto de su vida o de su formación marcó su espíritu de escritor?

CARLOS MEJÍA: Una vez graduado de bachiller, decidí estudiar Sociología en la Universidad Nacional, superé con éxito los primeros semestres, pero luego caí en el sopor de la teoría política y sociológica, y termine huyendo del conocimiento, sin embargo desde el colegio ya ensayaba jugar con las palabras y construir historias, ya en forma de poemas, ya en narrativa, curiosamente no aprendí a leer en el colegio, sino en la casa, a punta del periódico y de las revistas Life en español y El Gráfico que mi papá religiosamente llevaba a casa.

ENS: ¿Cómo fue el proceso creativo para su novela, especialmente siendo funcionario de una entidad financiera, de dónde tomaba referentes?

CM: Siempre tuve la idea de escribir un libro, desde las épocas del colegio, y aunque en la universidad me publicaron varios poemas, y tuve mención de honor en un concurso de cuento de BBVA en Colombia, nunca pude ni quise quitarme de la cabeza ese sueño que se convirtió en compromiso y obligación. Fue así como emprendí el cumplimiento de mi sueño. Inicialmente la idea era la historia de una familia desde la conquista hasta nuestros días, pero desde el principio era necesario cotejar datos, y ambientar históricamente el escrito, además internamente me fijé un propósito, casi como una ley interior: La novela puede resultar buena o mala, aburrida o interesante, pero lo que no podía suceder es que tenga errores históricos, entonces desde el principio fui muy exigente con los datos y la investigación y para eso aproveché la posibilidad que tuve al integrar un equipo de trabajo que debía viajar por todo el país visitando sucursales, entonces en esas largas y solitarias noches de hotel me sumergía en mi historia y poco a poco fue tomando cuerpo, pero sobre todo alma. Estoy convencido que en otras circunstancias el libro no hubiera nacido.

ENS: ¿Cómo fue la creación de los personajes que protagonizan la historia y que cruzan el mar con Colón en ese tercer viaje?

CM: Son dos parejas que involucran a toda la población posible de encontrar en aquellos tiempos en la península ibérica: Un godo noble, venido a menos, una cristiana de tienda y posada, muy parecida a Dulcinea, pero más orgullosa y atrevida y estoy convencido que más hermosa, un árabe que refleja lo que significó la presencia árabe durante tantos siglos en España y el último personaje de este cuarteto es una princesa fugada de un cuento de “Las mil noches y una noche”, solo sensualidad y embrujo. Pero hay un quinto personaje, que la verdad se coló en la historia y fue creciendo en belleza y carácter, hasta convertirse en mi favorito, a las feministas les aseguro, ya no busquen más a la Eva del movimiento, se encuentra en mi historia y se llama Fátima.

ENS: ¿Qué viene para la novela?, ¿cómo ve los personajes en el futuro?

CM: Desde el inicio, incluso antes de escribir, tenía claro en mi mente que no bastaría un solo libro para contar la historia, diez años después, que fue el tiempo que me llevó escribirla, los hijos de los protagonistas están sentados en el sillón de la imaginación, esperando impacientes a que este soñador empedernido decida lanzarlos al mundo fascinante de la literatura. Para eso sería muy bueno poder contar con una editorial en Colombia para publicar esta novela y todas las que vengan.



Sinopsis de la novela

Las estrechas y empedradas calles de Cádiz, que serpentean como ríos que han perdido el agua y sedientas se arrojan al mar, abrigan los pasos de Alonso de Los Gazules, que pensativo y desprevenido, acude a una cita que aún no descifra. Lleva en andas treinta años, y la sabiduría del doble de su edad. Criado entre visires y nobles, es el retrato vivo de una época que sin que nadie lo perciba, trastocará el rumbo del mundo. Piel morena, no por capricho del sol, sino por inconsulta herencia, de una delgadez extrema que parece hermano de su espada, y ojos negros vivaces, tan expresivos, que semejan ser ajenos, su estatura tampoco sobresale, pero su caminar erguido y convencido, contrarresta la modestia de su altura. Sus evidentes rasgos árabes se confunden cuando habla y gesticula, ¿Es un godo o es un moro?, ¿judío o cristiano? La confusión que causa es la misma confusión de España. Aunque parezca un designio divino, una alianza católica no basta para convertir un mundo, y son muy pocas diez batallas, para disipar la niebla de un pasado que aloja mil.

La novela está disponible en todas las plataformas digitales de libros.