Durante las vacaciones es usual que en casa se relajen algunas de las rutinas de los niños, produciendo alteraciones en sus prácticas habituales como los horarios de despertar y dormir, la alimentación y la actividad física. Por eso, es importante que los padres de familia adopten estrategias innovadoras para evitar los excesos.
“Es clave fomentar hábitos de vida saludable con alimentos como cereales listos a base de avena que brindan los nutrientes necesarios para el desarrollo de los menores, complementando la alimentación con proteínas magras, frutas y verduras para obtener el balance ideal”, mencionó Andreina Ceballos, nutricionista de Alimentos Polar Colombia.
Por esta razón, Alimentos Polar Colombia comparte cinco tips sobre cómo cuidar la alimentación de los niños en vacaciones, incentivando la cultura del autocuidado de la salud y la correcta nutrición desde casa, factores importantes en un contexto de pandemia.
1. Disminuya el consumo de harinas refinadas
Las harinas refinadas se relacionan con diferentes trastornos metabólicos como la obesidad y la diabetes, además cuentan con sustancias que no le hacen bien al organismo. Debido a esto, es conveniente conocer otros tipos de alternativas beneficiosas como la harina precocida de maíz, Harina PAN; una opción a base de maíz blanco, amarillo o integral enriquecida con hierro, ácido fólico, fibra dietética, potasio, entre otros.
2. Opciones listas y saludables
Muchos padres y madres en vacaciones tienen que hacer malabares para cuidar a sus hijos y trabajar jornadas completas a la vez que atienden otras responsabilidades. Por ello, planificar el menú de la semana e incluir alimentos listos para consumir y saludables les pueden ayudar a ahorrar tiempo en la preparación de comidas.
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Algunos ejemplos de modalidades prácticas son Ricavena, que son 100% microhojuelas de avena molida, sin aditivos e instantánea, rica en fibra y 50% menos azúcar por porción que los modificadores lácteos. Y Aritos Quaker, un cereal listo que solo basta con abrir para consumir, a base de avena combinada con maíz, libre de grasas trans, sodio y bajo en azúcar. Dichas opciones son ideales para cualquier momento del día, bien sea a la hora del desayuno o de las onces.
3. Incluir meriendas entre comidas
Es normal que teniendo más tiempo libre en casa la rutina se desajuste y se consuman alimentos que usualmente no hacen parte de la dieta. Sin embargo, lo ideal es establecer una frecuencia de consumo de tres comidas principales y dos meriendas durante el día, que permiten controlar la ansiedad.
Los snacks a base de avena aportan fibra, nutrientes esenciales que contribuyen a un sistema digestivo sano y también contienen una gran variedad de vitaminas y minerales. Se emplean con frecuencia para regular el apetito y se pueden combinar perfectamente con frutas a elección.
4. Tener en cuenta la preparación de los alimentos
Usar técnicas de cocina básica para preparar comidas de formas saludables como hornear, asar, saltear, entre otras; estas capturan mejor el sabor y retienen los nutrientes en los alimentos sin agregar cantidades excesivas de grasa ni de sal.
También se recomienda involucrar a los niños en la preparación de algunas de las comidas, así como en la planificación del menú. Esto permitirá conocer sus preferencias, ajustar sus hábitos de alimentación y promover su autonomía.
5. Hidratación constante
Como parte de los hábitos que los menores deben adquirir desde el hogar para preservar el buen funcionamiento del organismo, es el de preferir agua simple como fuente de hidratación en lugar de bebidas endulzadas. El agua mantiene el organismo hidratado, ayuda a que el cerebro se oxigene y mantiene el peso corporal gracias a su efecto saciante.