A PRINCIPIOS de junio, el Distrito en cabeza de la alcaldesa Claudia López anunció que el próximo 20 de julio presentará a consideración del Congreso de la República un nuevo proyecto de ley para la creación de la policía local.

Bajo esta premisa, EL NUEVO SIGLO consultó con los aspirantes confirmados a la fecha, su concepto frente a la propuesta de la alcaldesa Mayor.

Rodrigo Lara, candidato independiente por firmas

La Policía Nacional hoy es como un arbolito de Navidad sobre el cual se cuelgan una cantidad de competencias de diferentes índoles: normas urbanísticas, de salubridad, sanitarias, más la lucha contra el crimen. Hoy la Policía, según el Código de Policía, tiene más de 77 competencias y, por supuesto, está sobrecargada. Si queremos orientar y garantizar que la policía se concentre exclusivamente en luchar contra la inseguridad y el crimen organizado, tenemos que aligerarla en materia de competencias de tipo administrativo.

Eso lleva a que la idea de crear un cuerpo de policía con competencias administrativas sea una buena idea para Bogotá. No conozco el detalle del proyecto de ley que presentó la Alcaldesa, pero en términos generales sí creo que el Distrito y la Administración debe robustecer cuerpos civiles de funcionarios encargados de ejercer un ejercicio de las competencias administrativas de policía para que el personal uniformado se concentre única y exclusivamente en perseguir y castigar a los delincuentes.

Juan Daniel Oviedo, candidato independiente por firmas

Desde ‘Con toda por Bogotá’ no estamos de acuerdo con esa iniciativa en la medida en que el momento de ciudad que vive Bogotá en materia de seguridad requiere aprovechar al máximo las sinergias y las capacidades de la doctrina policial que se ha consolidado en la Policía Nacional y en este caso en particular en el capítulo de la Policía Metropolitana de Bogotá.

Si bien el concepto de policía local es ampliamente utilizado en países europeos, en Colombia, dada la situación de seguridad que estamos enfrentando en este momento en nuestro país y, en particular, en Bogotá, necesitamos articularnos estratégica y operativamente con la Policía Nacional, construir sobre lo construido y al mismo tiempo corregir algunos elementos como el proceso de reconciliación entre la policía y los jóvenes.

Diego Molano, candidato independiente por firmas

Bogotá tiene una inseguridad rampante que requiere una ampliación inmediata del pie de fuerza de policía. En la historia de Colombia y en particular en Bogotá ya conocimos antes del ‘Bogotazo’ cómo la ciudad tenía una policía local que era una policía política, involucrada en los hechos violentos del ‘Bogotazo’ y, por lo tanto, lo que se creó en Colombia fue una Policía Nacional de carácter civil unificada, sin interferencias políticas y así debería permanecer.

Es muy difícil crear capacidades de policía propia cuando lo que en Bogotá se tiene es un comando de Policía Metropolitana muy fortalecido. Tendría varias debilidades, primero para crear una capacidad total para poder cubrir las necesidades de Policía de Bogotá, debería ser arriba de 20.000 hombres desde el punto de vista financiero y sostenible para el presupuesto actual del Distrito y, además, debe tener unas capacidades de inteligencia articuladas con la Policía Nacional.

Jorge Enrique Robledo

No me suena la idea de la Policía de carácter Distrital en Bogotá. Las experiencias en Colombia sobre esas policías distintas de la Policía Nacional no son unas buenas experiencias, los riesgos son muy altos, pero, además, los costos serían altísimos porque tener policía de cualquier tipo es bien costoso.

Entonces, sigo insistiendo en que lo que hay que hacer es insistirle al Gobierno Nacional en que dote a Bogotá de más policías y que, por supuesto, sean los más entrenados, respetuosos de los derechos ciudadanos y que hagan las cosas de la mejor manera. Insistiré en mi candidatura en que el Gobierno Nacional le transfiera a Bogotá muchos más policías nacionales que los que hoy tienen.

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Nicolás Ramos

En materia de seguridad Bogotá tiene un atraso evidente, no se trata de “cantidad policiva”, sino de garantizar la “calidad policiva”. Urge que la ciudad se transforme en seguridad preventiva (con tecnología), seguridad colaborativa (con la comunidad) y seguridad reactiva (con la institucionalidad).

En cuanto a la policía, proponemos un cogobierno para que sea la comunidad un actor principal y premie al buen policía, a través del “programa de incentivo ético por localidad”. Proponemos innovación en seguridad con IoT (internet de las cosas), captura de datos en tiempo real, inteligencia artificial comunitaria y robots de patrullaje, y una ciudad 5.0, donde el veterano de la policía y la fuerza pública colabore con la seguridad preventiva 5.0 en todos los barrios de la ciudad.

Heidy Sánchez

La alcaldesa Claudia López se dio cuenta de que el pueblo movilizado quiere reformas, así que ella también va a promover las suyas, pero en clave de securitización. En cuanto al cuerpo de agentes ‘civiles’ para apoyar a la policía, lo primero es que es una propuesta con poca viabilidad fiscal, incluso para Bogotá que tiene una situación fiscal excepcional.

La operación, dotación y formación de agentes es mucho más cara que los recursos que dice que se le "perdieron a la ciudad". Además, es una propuesta peligrosa para un país que aún no supera el conflicto y el paramilitarismo continúa en la doctrina de los cuerpos de seguridad. Ante la escasez de pie de fuerza la única opción seria es optimizar las capacidades tecnológicas de la institucionalidad y redirigir la inteligencia hacia las cabezas de las empresas criminales, incluidas sus filiales públicas y privadas en la legalidad.

Carlos Carrillo

La propuesta de la alcaldesa Claudia López de crear una policía para Bogotá autónoma del Gobierno Nacional, nace de la falsa premisa de necesitar más uniformados para mejorar la seguridad. Estos cuatro años se ha visto el fracaso de la política de seguridad de López y su excusa es no contar con los suficientes policías. Sin embargo, jamás se ha dicho cuál es la estrategia de seguridad una vez se tenga el pie de fuerza solicitado, y mucho menos se ha explicado cuál será la estrategia de seguridad si se llegase a crear una Policía Local de Bogotá.

Una estrategia de seguridad real para Bogotá debe buscar que se aproveche al máximo el pie de fuerza disponible, permitiendo que se dediquen a perseguir al crimen y a los delincuentes; y no se dediquen a, por ejemplo, atender llamadas por quejas de ruido. Sin contar con una estrategia de seguridad y de lucha contra el delito, la Alcaldesa está lejos de proponer un cambio estructural en la organización de la Policía Nacional.

Lucía Bastidas

Es una idea sin estudios ni fundamento de la Alcaldesa. La Policía tiene estructura y línea de mando, articulación y no permeada a la política. Hay que trabajar en articulación con la academia, sectores públicos y privados y comunidad, en depurar la policía. No en seguir creciendo la burocracia de la ciudad que es el único objetivo de la alcaldesa. 

En los años 90 tenía la policía de tránsito local. Los liquidaron por inoperantes y corruptos y en ese momento la Policía Nacional asume el tránsito. ¿Con qué criterios y cómo se nombraría el comandante?

Luis Carlos Leal

Bogotá invierte un recurso muy importante en formación del talento humano de la policía en materias fundamentales como los derechos humanos, debe ser la misma formación que se tiene para toda la fuerza pública a nivel nacional. El tema de seguridad en Bogotá es fundamental, pero no es solo de fuerza de a pie, es un tema que requiere inversión en tecnología que permita una optimización del recurso disponible y una lucha contra la corrupción.

Es absurdo que hoy la alcaldesa después de casi 4 años aún no entienda que la policía de la que ella se autoproclamó la jefa, no entienda que la orden es distinta a la que hoy ejecutan. En la actualidad, vemos a la policía cazando conductores con licencias vencidas, mientras a la gente la roban al lado del retén.

María Fernanda Rojas

La propuesta de la Alcaldesa parte de una buena intención, sin embargo, hay que tomar unas medidas que hagan que la policía se libere de actividades administrativas, de acompañamiento y de resolver conflictos de la cotidianidad que puede atender un equipo muy bien capacitado de gestores de convivencia.

La policía debe estar patrullando en las calles, hacer labores de inteligencia no tanto enfrentar al criminal individualmente, sino desarticular las bandas organizadas del crimen que están en la ciudad y tener resultados efectivos.