Los senadores Fernando Araújo, del Centro Democrático, y Gustavo Petro, de la Colombia Humana, ampliaron sus diferencias esta semana debido a sus posturas sobre la extradición de Andrés Felipe Arias.
Araújo aseguró que todos los jueces tienen fallas y errores “por las emociones o por diferentes aspectos, es por eso que desde hace un rato se viene trabajando en el derecho de la doble instancia para los aforados”.
Así mismo el parlamentario aseguró que es un error plantear el derecho a la doble instancia “bajo el nombre de Andrés Felipe Arias. Sin embargo, para mí es una injusticia todo lo que le está pasando y este es un derecho claro que él merece”.
Según dijo, Arias es una víctima de “una persecución política y la doble instancia es un derecho que todas las personas tenemos. Su caso debe ser revisado de nuevo”. Pero la declaración que levantó polémica fue en la que exaltó al político deportado de Estados Unidos: “Es un ejemplo para las nuevas generaciones, un ejemplo de persistencia y de amor por su país”.
Petro reaccionó asegurando que “no puede ser ejemplo para la juventud el dirigente político que coloca su saber al servicio de los seres más poderosos y corruptos de su sociedad. El saber debe estar en función de la vida, de la felicidad humana, del más débil y excluido, del equilibrio con la naturaleza”.
Así mismo, sostuvo que “hacen campaña para convencer a la ciudadanía que trasladar recursos presupuestales a grandes fortunas está bien; y al mismo tiempo ellos mismos me multaban, embargaban y trataban de inhabilitar por no subir el pasaje de Transmilenio o ayudar al reciclador”.
Y agregó: “Al uribato le disgusta la justicia cuando condena a sus miembros, pero en el fondo, no les parece que sea delito alguno llevar el dinero público a subsidiar narcoterratenientes. Igual que procrearon ejércitos privados de la narcocracia, piensan que el erario debe fluir hacia ella”.
Igualmente, arreció sus críticas asegurando que “cuando el discurso silencia que el delito es desviar dinero público para regalarlo a poderosos, entre ellos narcos, es porque pretende legitimarlo. Depredar lo público, para concentrar más la riqueza. Estas mismas personas atacan al que ayude a los pobres y lo ven delictivo”.
Por último, sostuvo que “ahora ya saben por qué sabotearon el proyecto de ley de cárcel para los corruptos”.