Hace 15 días, la Alcaldía Mayor de Bogotá firmó el acta que da luz verde a las obras para devolverle la vida al antiguo Hospital San Juan de Dios, un emblemático edificio no solo para la historia de la Capital del país, sino para el desarrollo de la medicina en Colombia.
A pesar de todo lo que ha significado este complejo hospitalario, que no por mucho se ha sostenido en pie por casi 300 años desde su fundación en 1723 -y más de 456 desde que se adquirieron los predios sobre los cuales se edificó-, hoy este bien de interés cultural del orden nacional es una ruina, alrededor de la cual se desencadenó una pelea que lleva ya varios meses entre la alcaldesa, Claudia López, y el senador, Gustavo Petro.
Su más reciente capítulo comenzó el pasado 3 de julio cuando la Alcaldía de Bogotá firmó el acta que da inicio a las obras de una licitación que, por $466.000 millones, el Distrito entregó el 6 de febrero de este año para el diseño, construcción, dotación y operación del Hospital Santa Clara, antiguo San Juan de Dios.
En ese momento, el senador de Colombia Humana y primera de las últimas tres administraciones -incluida la actual- que arrancó con la recuperación del complejo hospitalario, llamó a los concejales, ediles y militantes de su partido y de toda la izquierda en general, a declararse en oposición a la Administración de López.
“Los hechos criminales están: una violación evidente y flagrante de la ley. ¿Qué hay que ponerle la denuncia penal a Claudia López?, hay que hacerlo (…). Sí, la señora Claudia López decidió demoler y desaparecer el San Juan de Dios, nosotros ya no podemos ser independientes, tenemos que ser oposición”, declaró el Senador a través de sus redes sociales, quien además anunció que iniciaría acciones legales contra la Alcaldesa.
Un primer round en marzo
Las críticas del Senador frente al tema, no obstante, se remontan de atrás. En marzo, Petro señaló que la Alcaldesa había firmado, el 15 de febrero, un contrato de demolición de un patrimonio histórico, “y su reemplazo por un edificio nuevo, privatizado y operado por la firma Copasa, que fue sancionada en el Perú por presentar documentos falsos, cuando la epidemia azotaba a China”, dijo entonces el Senador, cuando pidió a la Mandataria Distrital que se habilitarán camas UCI en aquel lugar.
“Gustavo, tuviste la visión de recuperar el lote del San Juan de Dios, pero lo dejaste sin un solo servicio ni cama. Enrique hizo los estudios/Pemp y consiguió la plata para construir un hospital allí. Nosotros continuaremos la construcción. Usa tu Twitter y liderazgo con sabiduría”, respondió la Alcaldesa, quien pocos días después hizo un recorrido con los medios de comunicación por el complejo hospitalario, para poner en evidencia su quejumbroso estado.
Alcaldesa respondió
La Mandataria, quien ha sido clara en referir y reconocer que 30 años de abandonó pasaron cuenta de cobro y fue precisamente la administración de Gustavo Petro la que dio el primer paso hacia su restauración, le respondió por el mismo medio de Twitter que era un “despropósito, en plena pandemia, dejar sin un hospital público a Bogotá y meter a la ciudad en un pleito contractual todo porque no le gusta a un exalcalde”.
A este respecto, la Alcaldesa no pudo evitar mencionar que él “no fue capaz de hacerlo, pero en cambio ahora lo quiere parar. Ese sectarismo por fortuna quedó en el pasado”.
Por lo mismo, la Alcaldía Mayor reconoció que en agosto de 2012 se inició el plan de reapertura, cuando el Distrito compró el terreno a la gobernación de Cundinamarca y restauró tres pisos de la torre central destinados a oficinas y a 18 consultorios de consulta externa.
No obstante, temas como el saneamiento del predio tardaron más de lo previsto. Aun así, al cierre de la administración Peñalosa se dejó estructurado el contrato de obra, su operación y la administración pública para el proyecto. Y más aún, durante los últimos cuatro años, del 2016 al 2019, las familias que habitaban allí fueron reubicadas y el Hospital fue, parcialmente, abierto dentro de su plan de Centros de Atención Prioritaria en Salud (CAPS).
Los edificios patrimoniales se mantienen
Pero, aunque la alcaldesa Claudia López reconoció estos avances, le envió al senador Petro dos mensajes claros, concretos y concisos: el primero de ellos, que dicho complejo hospitalario no sería privatizado y que será, por el contrario, parte de la red centro-oriente de Sector Salud.
Esto, de hecho, ya lo había dicho la Mandataria de Bogotá desde comienzos de marzo cuando se instaló el centro hospitalario transitorio de Corferias. “Será universitario porque seguirá siendo manejado en conjunto con la Universidad Nacional. En tres años será un gran hospital, pero hoy es una ruina y sería una irresponsabilidad llevar a una ruina, pacientes de cualquier tipo, y más aun pacientes que requieran cuidado intensivo”.
Y el segundo mensaje, alrededor del cual ha girado la mayor parte de la controversia, estuvo relacionado con la parte patrimonial del complejo hospitalario.
“El San Juan de Dios es un símbolo muy importante de una época de salud pública en el país y fue un hospital universitario que prestó un servicio muy importante a la ciudadanía de un instituto en donde, por ejemplo, se desarrollaron prototipos de la malaria. Tiene un valor patrimonial intrínseco muy importante para la ciudad desde el punto de vista arquitectónico y de patrimonio inmaterial, y es una pieza urbana muy importante por su campus y por la implantación de conjunto que lo hace una pieza muy importante a nivel patrimonial”, le dijo a EL NUEVO SIGLO Patrick Morales Thomas, director del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) para estar claros en lo que este complejo hospitalario significa.
No obstante, de acuerdo con la Alcaldía Mayor, la apuesta de la Administración de Enrique Peñalosa sacó adelante los estudios, junto al Ministerio de Cultura, que determinaron las condiciones estructurales del complejo, estudios que concluyeron que de los 23 edificios, 17 son de conservación arquitectónica o integral y no pueden ser demolidos.
Los seis restantes son de conservación contextual y pueden ser demolidos, dado que no cumplen con la norma sismo resistente y hospitalaria, incluyendo la torre central.
“Es falso que se demuela un patrimonio. Todos los edificios patrimoniales del complejo San Juan de Dios se mantienen. El edifico de la antigua torre central no es patrimonio histórico y está abandonado. Por eso, ahí se hará el nuevo hospital San Juan de Dios-Santa Clara”, precisó la Alcaldesa.