El presidente de México y el mandatario estadounidense se reunieron, en privado, para buscar una solución a largo plazo para la inmigración ilegal. Resultados de acercamiento se verán en algunas semanas
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Cauteloso pero amigable. Así puede resumirse el primer encuentro ayer entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de México, Andrés López Obrador, en la Casa Blanca.
La cumbre representó la primera visita al extranjero del mandatario manito como jefe del Ejecutivo y paradójicamente fue a la potencia del norte, con la que ha tenido una relación de más desencuentros que coincidencias, sobre todo por temas como el muro fronterizo, la política migratoria, la relación comercial y las diferencias ideológicas entre un gobierno de centro derecha como el norteamericano y uno de izquierda como el mexicano.
De allí la gran expectativa que existía por la reunión de ayer, más aún por darse en medio de la difícil coyuntura de la pandemia que azota duro en ambos países y por el marco electoral en Estados Unidos, que está a menos de cuatro meses de los comicios presidenciales.
La visita comenzó con las ofrendas florales depositadas por López Obrador al monumento de Abraham Lincoln y al de Benito Juárez, ambos en Washington.
Nueva relación
Tras ello, el presidente de México y su comitiva fueron a la Casa Blanca. Tras su ingreso, el presidente estadounidense se acercó la puerta principal para recibir a su homólogo. Los dos mandatarios se saludaron aunque, por protocolos de bioseguridad, no se estrecharon las manos. Eso sí, ninguno de los dos llevaba tapabocas.
Luego de los saludos protocolarios y de la presentación de la comitiva, los mandatarios sostuvieron una reunión privada y abordaron el objetivo principal de la visita: fortalecer la alianza estratégica de ambas naciones y celebrar la reciente entrada en vigor del tratado de libre comercio entre México, EU y Canadá (T-MEC).
Esta reunión sobre el tratado, que en la práctica es sólo una reforma del que está vigente entre los tres países desde 1994, no contó con la presencia del tercer signatario, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien alegó motivos de agenda para no asistir a la cita. Sin embargo, se cree que las razones reales parecen tener que ver más con su mala relación personal con Trump y con la irritación de Ottawa con López Obrador, pues se considera que no fue un socio leal al negociar por su cuenta con Washington durante el Tratado.
Tras el encuentro privado, Trump destacó la buena relación que tienen con México y describió algunos de los temas tratados, como el fortalecimiento en la relación entre ambas naciones. "Tenemos una relación de respeto entre los dos países, junto al presidente López Obrador estamos fortaleciendo nuestra relación en temas que debieron ser resueltos antes; vamos a firmar una declaración para compartir la armonía, con esta nos comprometemos a una amistad continua, por un mejor mañana", señaló Trump.
Posteriormente, firmaron una declaración conjunta y luego ofrecieron una rueda de prensa. La jornada terminó con una cena de trabajo con la participación de líderes empresariales de los dos países.
La misión mexicana, que fue sometida a una prueba de coronavirus de último minuto como parte del protocolo para ingresar al recinto, estuvo integrada por la secretaria de Economía Graciela Márquez; el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon; Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia; la embajadora de México en EU, Martha Bárcena; y Daniel Asaf Manjarrez, jefe de la Ayudantía de Presidencia.
En las declaraciones conjuntas el Presidente mexicano agradeció a Trump haber tratado a su país "con gentileza y respeto" y no "como colonia", al celebrar en la Casa Blanca "la amistad" entre ambas naciones. Al respecto agregó que "usted no ha pretendido tratarnos como colonia, sino que por el contrario ha honrado nuestra condición de nación independiente". Y remató diciendo que “nos ha tratado como lo que somos, un país y un pueblo digno, libre, democrático y soberano. ¡Que viva la amistad de nuestras dos naciones!".
El mandatario mexicano terminó su declaración con un emotivo "viva Estados Unidos, viva Canadá, viva nuestra América, viva México".
Ambos mandatarios también recordaron la importancia y conveniencia de mantener una buena amistad con su vecino. Trump calificó a López Obrador de "buen hombre" y "amigo mío".
El Presidente estadounidense señaló que nunca antes la relación había sido tan cercana entre ambos países: "La relación entre Estados Unidos y México nunca ha sido tan buena como ahora". También destacó que el futuro de las dos naciones "no tiene límites"
El titular de la Casa Blanca también aludió a la migración de mexicanos a EU y al respecto mencionó que “se trata de una comunidad de gente buena y trabajadora que vino a ganarse la vida de manera honrada".
Finalmente los dos mandatarios discutieron maneras de reforzar la cooperación contra el Covid-19. De hecho, uno de los pocos aspectos en los que Trump y López Obrador coinciden totalmente es en la decisión de no detener la actividad económica de sus países pese al impacto de la pandemia. EU es el país que más muertes ha reconocido oficialmente por el coronavirus y México el cuarto.
A pesar de la pandemia, decenas de mexicanos se reunieron afuera de la Casa Blanca para darle la bienvenida al presidente mexicano, entonaron el himno nacional y lanzaron frases de apoyo en repetidas ocasiones.