EL TAMAÑO de las porciones, así como los alimentos que se colocan en el plato son muy importantes, si se busca controlar peso corporal, el control de las porciones es un gran método para ayudar a monitorear cuánto se come y para poder controlar las calorías. Es relevante recordar que una porción es la cantidad de alimento que se coloca en el plato, mientras que una ración es una cantidad exacta de alimento. La idea es comprender qué necesita el cuerpo y alimentarse hasta ese nivel.
“La forma en que servimos y emplatamos la comida tiene una gran influencia en cuánto comemos. Si llevas una dieta balanceada, puedes pensar que es difícil comer de más, pero mucha gente que llena el plato de alimentos saludables sigue luchando por controlar el peso porque simplemente come demasiado”, asegura Susan Bowerman, Directora Senior, Educación y Capacitación Mundial sobre la Nutrición, Herbalife.
La idea de que “los ojos son más grandes que el estómago” realmente se aplica acá. Es por ello que, a continuación, se presentan ocho sugerencias prácticas que podrían considerarse y que son provechosas para ayudar a controlar las porciones de las comidas:
- Elegir recipientes pequeños
Desde sopas a frutos secos, cualquier plato que sirva de un recipiente grande llevará a comer más. Según la Universidad de Cambridge, la gente come y bebe más cuando se le ofrecen porciones, paquetes o utensilios más grandes que cuando las versiones son más pequeñas.
- Los utensilios
Se servirá más si se usa una cuchara más grande para servir que si se usa una más pequeña. “Tan solo un par de cucharadas” de algo puede hacerte subir rápido cuando el tamaño de la cuchara es como una pala.
- El tamaño de los platos
Cuando se usa un plato más pequeño, parecería que contiene más comida, lo cual significa que los ojos dirán que este plato de comida saciará más. Entonces, si se está tratando de reducir las calorías reduciendo los tamaños de las porciones, se puede usar un plato pequeño.
- Altura y ancho de vasos
Si se está tratando de reducir la ingesta de calorías líquidas considere el tamaño y forma del vaso que usa. Da la impresión de que los vasos alargados y finos contienen más que los vasos anchos, algo que engaña la vista haciendo creer al estómago que tiene más cantidad.
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- Servir la comida en la cocina
El estilo familiar de llevar la fuente a la mesa facilita que todos se sirvan solos; por ese motivo no es una buena idea si se intenta controlar las porciones. Si se lleva la fuente para servir a la mesa, es demasiado fácil “comer tan solo una cucharadita más”. Más bien, piense en armar las porciones de comida en la cocina. Las únicas fuentes que se pueden dejar sobre la mesa son las que tienen verduras y ensaladas bajas calorías.
- El color del plato
El color del plato puede afectar la capacidad de visualizar cuánto se come. Cuando existe mucho contraste entre el color de los alimentos y el color del plato, imagine un cuadrado oscuro de una torta de chocolate en un plato blanco brillante, es más fácil visualizar la porción y te facilitará controlar lo que se está comiendo.
- Primero los de menos calorías
Cuando se tiene realmente hambre y se está sirviendo un plato de comida, es probable que primeramente se sirva los alimentos altos en calorías que estén disponibles cuando se siente a comer; esto significa que vas a saciar con alimentos altos en calorías primero.
Si es así, trate de optar primero por ensaladas o verduras, de esa manera, va a saciar primero con alimentos bajos en calorías, por lo cual quedará menos espacio para los más pesados.
- Usa el plato como guía
El plato también te podría servir de guía para dividir los componentes de la comida. Las recomendaciones son estimaciones generales, dado que cada persona tiene necesidades dietarias únicas, pero pueden ser útiles, sobre todo cuando se come en un restaurante.