Dolor por el atentado terrorista del viernes contra la Capilla de la Sangre de Cristo, de la Catedral de Managua (Nicaragua), expresó ayer la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC).
En un comunicado, los jerarcas católicos expresaron su “rechazo categórico” a esta acción vandálica y expresaron su “solidaridad, cercanía y unión de oración” al cardenal Leopoldo José Brenes Solórzano, arzobispo de Managua.
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“Nos duele profundamente este acto sacrílego contra Jesús Eucaristía, que ha destruido el templo y la imagen de la Sangre de Cristo tan amada y venerada por el pueblo nicaragüense. La Iglesia en Colombia se une espiritual y fraternalmente, especialmente con la celebración de la Eucaristía, a la “jornada de oración, silencio, llanto y súplica por el ultraje, irrespeto y profanación a Jesús en su presencia real del Santísimo Sacramento”, dice el comunicado firmado por los arzobispos de Villavicencio, Óscar Urbina, presidente de la CEC; y de Medellín, Ricardo Tobón, vicepresidente de la CEC; así como por el obispo auxiliar de Medellín, Elkin Fernando Álvarez, secretario general de la CEC.