Canciller española, Arancha González Laya, defiende la idea de que el coronavirus traerá un nuevo tipo de globalización que podría generar cambios en la geopolítica y economía actuales.
EL jefe de la diplomacia española mencionó en días pasados que “el mundo del mañana no es un mundo que será desglobalizado. Creo que será un mundo que se volverá a globalizar”. Y agregó que “estamos viendo una 'reglobalización'… (impulsada por) la tecnología y, por lo tanto, todos necesitamos asegurarnos de que… sea accesible, esté disponible para todos… como parte de esta nueva ola de globalización llamada tecnología digital”.
González dio la declaración en el marco de la ampliación por 15 años más, de la agenda de la Alianza de Civilizaciones entre Turquía y España instrumento diseñado para abordar temas como la xenofobia y la discriminación en diversas sociedades del mundo.
A raíz de los trágicos eventos del 11 de septiembre de 2001, ambos países establecieron la agenda de la Alianza de las Civilizaciones para contrarrestar la teoría del 'Choque de Civilizaciones' y evitar una reacción violenta contra los musulmanes en todo el mundo.
“La agenda se ha ampliado. Lo que hemos acordado hoy es invertir un poco más en la redefinición de una agenda positiva para los próximos 15 años, en función de la experiencia de los últimos 15”, dijo la alta funcionaria.
Sobre la reglobalización digital Gómez afirmó “lo que vemos con el Covid-19 son varias tendencias que ya existían antes y ahora son acentuadas. Estábamos viendo un movimiento hacia la digitalización y esto se ha acelerado”. Agregó que “lo hemos visto en la educación, en los pagos y en las compras en línea”.
Mencionó que los nuevos procesos de integración estarán guiados por la 'descarbonización' de las economías hacia prácticas de producción y consumo más sostenibles. Esto también se ha acelerado con la pandemia porque “nos hemos dado cuenta de la importancia de administrar nuestras economías de manera más sostenible”.
La comprensión de que las desigualdades no son buenas para nuestras democracias ha sido enfatizada aún más y se ha visto cómo el estancamiento de las economías ha afectado a los pobres. Si bien estos problemas no son nuevos, en opinión de González el Covid-19 ha traído estos problemas a una nueva realidad y en la 'reglobalización' estos aspectos serán cruciales.
La energía que impulsa la globalización en el futuro es la tecnología y, por lo tanto, todos necesitamos asegurarnos de que la tecnología sea accesible, esté disponible para todos los ciudadanos, para todas las empresas, y que tengamos a todos nuestros ciudadanos, a todas nuestras empresas, como parte de esta nueva ola de globalización llamada tecnología digital.
Conocimiento mutuo
Los nuevos de procesos de reglobalización soportados en la tecnología supondrán un mayor nivel de conocimiento de las partes involucradas. Un mayor contacto a nivel cultural y deportivo, así como un mayor intercambio académico y empresarial, necesariamente conducirá a que se establezcan lazos más fuertes y duraderos.
A este respecto González agregó que “lo que debemos hacer es profundizar los contactos entre nuestras sociedades. Lo llamamos contactos de persona a persona porque esa es la mejor garantía de que, al final del día, nos conozcamos mejor”. “Cuando uno se conoce mejor, sus relaciones son más fluidas y, cuando hay dificultades, es más fácil manejarlas porque tenemos una mejor comprensión de los deseos y las aspiraciones del otro lado” agregó.
La nueva globalización debe propender por un trabajo mancomunado en la luchar contra el terrorismo en todo el mundo.
Situaciones como la pandemia del Coronavirus también nos ha mostrado que los nuevos mecanismos de integración deben propender por la implantación de medidas conjuntas antes emergencias globales como la crisis sanitaria y económica que enfrenta el mundo en la actualidad.
Sobre la respuesta global a la pandemia González mencionó que “sabemos, como cualquier otro país del mundo, que a menos y hasta que haya una vacuna o un tratamiento, vamos a convivir con el Covid-19 en nuestras sociedades. Entonces, implementaremos medidas muy duras, pero no podemos evitar que ocurran brotes”. }
Sin embargo hasta que no exista una respuesta consolidada y coordinada global el virus podrá seguir circulando. González agregó que “en la Unión Europea (UE) hemos coordinado temas como nos de abrir las fronteras gradualmente, comenzando por los países que tenían tasas epidemiológicas similares a las que prevalecen en Europa.
Queríamos abrir las fronteras no basándonos en criterios diplomáticos o convenciones políticas, sino mirando los datos epidemiológicos. Lo que tenemos en mente es luchar contra la pandemia y así es cómo debemos proceder”.
La nueva globalización tendrá que revisar los parámetros éticos, ecológicos, biológicos, tecnológicos, económicos y políticos para la vida futura. Ya que ha quedado demostrada la interacción global y como una práctica cultural en el mercado de una ciudad china, puede afectar la vida de todo el mundo y esta misma interrelación puede aprovecharse con fines positivos.
Alianza de civilizaciones y no choque
Aunque la Alianza de Civilizaciones tuvo mucho que ver con los atentados del 11 de septiembre en los Estados Unidos y evitar una reacción violenta contra los musulmanes, quince años después es justo decir que quizás sea necesario ampliar la agenda.
Hoy en día la globalización debe sostenerse bajo pilares como la lucha contra la xenofobia y la discriminación, la comprensión de la diversidad y la lucha contra el extremismo. Lo que incluye un manejo adecuado del fenómeno de la migración.
Sobre futuros procesos de integración González mencionó que “hemos estado en diálogo con países latinoamericanos, la gran mayoría de los cuales son de ingresos medios”.
Una de las dificultades que tienen y que habría que resolver a través de la cooperación internacional es la de garantizar que tan pronto como haya una vacuna contra el Covid-19, el tratamiento llegue.
Y posteriormente conseguir financiación para impulsar sus economías para salir de la crisis.