La dinámica del contrabando de combustibles en la zona de frontera cambió del cielo a la tierra, puesto que ahora son los venezolanos quienes están llevando gasolina de Colombia hacia su territorio.
De acuerdo con la información oficial, utilizan bicicletas para pasar, adquirir al menudeo el producto en las estaciones de servicio para luego, almacenarlo en casas hasta completar su transporte hacia centros de abastecimiento clandestinos.
Un vocero del Ministerio de Minas le dijo a EL NUEVO SIGLO que como en Venezuela escasea el combustible debido a las sanciones decretadas por Estados Unidos, los llamados ‘pimpineros, ‘bachaqueros’ o ‘contrabandistas’ cambiaron sus roles y ahora adquieren la gasolina en Colombia, en donde es subsidiada en la zona de frontera para revenderla en su territorio.
“En Arauca, Norte de Santander y La Guajira, entre otros departamentos fronterizos, la gasolina es subsidiada por el Gobierno nacional, el galón tiene un valor de $7.000 y su precio se triplica en Venezuela”, indicó la fuente.
Mientras tanto, los ‘bachaqueros’ y ‘pimpineros’ que introducían unos 20 mil galones de gasolina venezolana a Colombia diarios a pesar de los exigentes controles, “ahora crearon una red de jovencitos para que adquieran al menudeo el combustible que luego es almacenado en forma clandestina en escondites y en casas”, precisó el portavoz.
Explicó que el combustible es adquirido “legalmente” en las estaciones de servicio nacionales y los jóvenes, así como demás contrabandistas, utilizan bicicletas a lado y lado de la frontera para su transporte, hasta los lugares donde es almacenada hasta completar el viaje de un carro cisterna hacia los centros de expendio clandestinos.
El portavoz, que pidió no ser identificado, explicó que el contrabando de ACPM de Venezuela hacia Colombia sí se mantiene, pues en el vecino país el galón es extremadamente económico y los ‘pimpineros’ colombianos y del vecino país, continúan con esas prácticas que les dejan importantes réditos.
A su vez agregó que también se registra, en menor proporción, el contrabando de combustibles de Ecuador hacia Colombia, al parecer, para abastecer los laboratorios para el proceso de la base de coca y de clorhidrato de cocaína a través de ríos, trochas y zonas selváticas.
Decomisos
Mientras tanto, el director de la Policía Fiscal y Aduanera, general Gustavo Franco Gómez, reveló a EL NUEVO SIGLO que “nuestros policías no han parado las actividades de tipo operativo y hemos sido contundentes contra el fenómeno del contrabando en puertos, aeropuertos y en general, en todos los lugares donde hacemos presencia”.
Afirmó que “hemos intensificado los controles para evitar que ingresen al país mercancías, perecederos y divisas sin cumplir los requisitos de ley. Uno de los ejemplos es precisamente el combustible; en lo corrido de la pandemia hemos aprehendido 80.899 galones que equivalen a $511.176.228 millones”.
El general Franco Gómez explicó que “las redes delictivas han venido sofisticando sus artimañas para tratar de evadir el cerco anticontrabando que les hemos puesto y lo transportan los combustibles en caletas en los vehículos; las pimpinas escondidas entre alimentos. Recientemente, en el Cesar, se descubrieron 8 mil galones enterrados, en lo que consideramos una bomba de tiempo, ya que estaban alrededor de viviendas de familias humildes”.
Narró que también se puso al descubierto “la modalidad de tanquear tractocamiones en las fronteras de países vecinos y desocuparlos al pasar a territorio nacional para ser vendidos al mejor postor”.
En cuanto a las operaciones para enfrentar el contrabando de combustibles, el Oficial dijo que “las acciones no han parado y todos los meses se hacen aprehensiones de combustibles en diferentes regiones del país. Durante el mes de marzo, al iniciar la pandemia, logramos aprehender 32.950 galones de combustible de contrabando y en los siguientes 4 meses cuando la pandemia tomó fuerza en el país, se redujo la cantidad de aprehensiones, pero al corte de julio llegamos a 88.899 galones decomisados”.
Reveló que las estadísticas en la lucha contra el contrabando “nos muestran que las ciudades donde más hidrocarburo hemos aprehendido durante la pandemia son: Arauca, en Arauca; Cúcuta, en Norte de Santander y Riohacha, en La Guajira. También se registran decomisos con menor injerencia de este flagelo, pero donde también ejercemos controles permanentes que nos permiten arrojar resultados también contundentes; esas ciudades son Bogotá, Ipiales, Santa Marta y Valledupar”.
En cuanto a las relaciones con las autoridades de países vecinos para enfrentar el contrabando de hidrocarburos, Franco Gómez precisó que “son excelentes y hemos implementado el Sistema de Alertas internacionales y un mecanismo de cooperación directa entre Ecuador, Panamá y Colombia, con el fin de contrarrestar el contrabando durante la pandemia y lo que venga en adelante”.
Dijo que en este momento “tenemos especial atención en las fronteras pero sobre todo en Nariño, en límites con Ecuador. Allí hemos descubierto una nueva modalidad donde nuestro país ha estado dentro de las intenciones de los contrabandistas de convertirlo en plataforma para las mercancías de contrabando que hacen tránsito a Ecuador”.
Ante la difícil situación que afronta Venezuela por la escasez de gasolina, el Oficial explicó que “no solo de ese combustible sino también de perecederos, mercancías y divisas; por ello, los controles en las fronteras son estrictos, no solo en los límites con Venezuela, sino en países como Ecuador y el mismo Panamá, vía marítima”.
Señaló que “sin duda, las trochas dificultan nuestra misión y no juegan del todo a nuestro favor, pero diariamente estamos destruyendo junto a las Fuerzas Militares pasos ilegales entre las fronteras. El trabajo es arduo y permanente, no es fácil pero los resultados en la lucha contra el fenómeno del contrabando han sido contundentes durante lo corrido de la pandemia”.
Recordó que “hace pocas horas en Guapi, Cauca, en una operación helicoportada con la Armada de Colombia, logramos aprehender 950 galones de gasolina procedentes de Ecuador y que al parecer, serían utilizados para el proceso de cocaína. Los narcotraficantes ante el asedio en el país, acuden al contrabando”.
El general recordó que “la persona que traiga contrabando o el que saque combustible de Colombia a otro país, sin el lleno de los requisitos de ley, incurrirá en un delito consagrado en el Código Penal con prisión de 6 a 12 años y multas entre 1.000 a 6.000 mil salarios mínimos legales mensuales vigentes”.