El presidente Gustavo Petro entregó otros detalles ayer sobre la conversación que tuvo el martes pasado con la delegación norteamericana que envió Joe Biden, en lo que tiene que ver con la extradición. El jefe de Estado contó que le propuso a Estados Unidos que los narcotraficantes que se sometan a la justicia y que no vuelvan a delinquir, no sean enviados para responder ante la justicia de ese país.
“Entre cuatro puntos que le propusimos para cambiar la política de drogas, el primer punto tiene que ver con la extradición, y les propusimos que narcotraficante que no negocie con el Estado se va extraditado; narcotraficante que negocie y reincida se va extraditado sin ningún tipo de negociación en Estados Unidos; y narcotraficante que negocie con el Estado colombiano beneficios jurídicos y deje de ser definitivamente narcotraficante, no se extradita”, explicó el presidente Petro.
Colombia tiene un tratado de extradición con los Estados Unidos desde los años 70, que nació básicamente por la necesidad de la justicia de ese país de juzgar narcotraficantes colombianos. Aunque la medida aplica para otros delitos como lavado de activos y homicidio.
La propuesta que hizo el presidente Petro a Estados Unidos iría de la mano con la iniciativa que tiene para lograr la paz total, para lo cual se propone desarrollar una negociación de tipo político con la guerrilla del Eln y, eventualmente, las disidencias de las Farc. Así como una negociación judicial con los demás Grupos Armados Organizados (GAO), como el ‘Clan del Golfo’ y los ‘Pelusos’.
El Gobierno está trabajando en un proyecto de ley que espera presentar en las próximas semanas al Congreso, en el cual se incluiría la figura del acogimiento que, distinto al sometimiento, permitiría acordar las condiciones de entrega colectiva a la justicia de los integrantes de los GAO, la mayoría de los cuales tienen como actividad principal delictiva el narcotráfico.
También se sabe que el proyecto incluirá beneficios con penas alternativas para los cabecillas de estas organizaciones que se sometan a la justicia, que sería de ocho años de prisión, a cambio de entregar bienes ilícitos, rutas del narcotráfico y reparar a las víctimas.
No se había dicho una sílaba por parte del Gobierno del tema de si la extradición sería materia de discusión o no en una eventual negociación con los GAO, hasta ahora que el presidente Petro aclara que su intención es que los narcotraficantes que hagan parte de estas organizaciones no sean enviados a Estados Unidos.
Vale recordar que en la negociación que hizo el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe en 2005 con los grupos de autodefensa, a través de la Ley de Justicia y Paz, se previeron penas alternativas de ocho años de prisión y la no extradición. Sin embargo, finalmente fueron enviados a Estados Unidos, en una misma madrugada, 15 jefes paramilitares, pues el entonces jefe del Estado argumentó que reincidieron en prisión en actividades criminales.
La última extradición de un capo narcotraficante la hizo el gobierno de Iván Duque en el primer semestre de este año, en el caso de Dairo Antonio Úsuga, cabecilla por dos décadas del ‘Clan del Golfo’, quien fue solicitado por la justicia norteamericana por ser responsabilizado de hacer llegar toneladas de droga a ese país.
El entonces presidente Duque firmó un total de 724 extradiciones a distintos países con los cuales Colombia tiene acuerdos en este sentido, en su mayoría a Estados Unidos.
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Pide hechos de paz
El primer mandatario también reveló que ha recibido un importante número de comunicaciones de los GAO, manifestando interés de conversar con el Gobierno para someterse a la justicia. Sin embargo, Petro fue claro en que dejen de matar si es que tienen una real intención de abandonar el mundo del crimen.
Señaló el Presidente que han llegado comunicaciones “de las Autodefensas Gaitanistas, de oficinas diversas, de bandas de todo tipo. Quizás la única organización delictiva que no ha enviado cartas al Gobierno es el Comando de la Frontera, así que estamos llenos de cartas, de palabras, pidiendo paz y pidiendo negociar”.
Por ello señaló que “si se quiere la paz, pues que se deje de matar, se deje de tener conflicto entre ellos mismos, que se ponga la voluntad desarmada para negociar con los diferentes funcionarios del Estado colombiano, tanto del poder Ejecutivo como del poder Judicial. De las cartas hay que pasar a los hechos, es la invitación del Presidente de la República”.