El presidente francés, Emmanuel Macron, instó a Europa a mostrar un frente unido ante la conducta "inaceptable" de Turquía, durante la apertura de una cumbre de los países ubicados en el sur del continente, la cual estará dominada por las crecientes tensiones con Turquía en el Mediterráneo oriental.
Francia ha apoyado firmemente a Grecia y Chipre en un enfrentamiento creciente con Turquía, por los recursos energéticos y la influencia naval en el Mediterráneo oriental, lo que ha despertado el temor de un conflicto más grave.
La crisis se ha sumado a una lista creciente de tensiones entre Turquía y Europa, en particular, por la intervención militar de Ankara en Libia, la política en Siria y la represión de los opositores al presidente Recep Tayyip Erdogan, en su país.
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"Los europeos debemos ser claros y firmes con el gobierno del presidente Erdogan que hoy se comporta de manera inaceptable", dijo Macron ante la prensa en la isla francesa de Córcega, donde se celebró la cumbre.
El Mandatario francés afirmó que, en este momento, Ankara "ya no es un socio en la región" del Mediterráneo oriental debido a su comportamiento, pero añadió que quería "reiniciar un diálogo fructífero con Turquía".
Reafirmando la política de Macron hacia Turquía, el palacio del Elíseo dijo que Francia quiere una "aclaración" de las relaciones con Ankara que debe ser un "socio importante".
Sanciones significativas
Turquía ha buscado unirse a la Unión Europea (UE) durante más de medio siglo y aunque su adhesión se encuentra estancada y para algunos ya no es realista, sigue siendo un candidato para unirse al bloque.
La búsqueda de reservas de gas y petróleo en aguas reivindicadas por Grecia, el último conflicto entre Turquía y un miembro de la OTAN, ha tensado aún más las relaciones.
El mes pasado, Turquía desplegó su buque de exploración "Oruc Reis", respaldado por fragatas militares, en aguas entre Grecia y Chipre, lo que llevó a que Atenas respondiera con ejercicios navales como advertencia.
Algunos Estados miembros presionarán para que se impongan sanciones a Turquía y el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian, dijo que tales medidas están sobre la mesa.
"Si Turquía se niega a entrar en razón antes de esa fecha, no veo ninguna opción para mis colegas europeos más que imponer sanciones significativas", escribió el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, que mantendrá conversaciones bilaterales con Macron.
Según los medios griegos estaría sobre la mesa una posible venta por parte de Francia de aviones de combate Rafale, una señal de la cada vez más fuerte alianza entre París y Atenas.
Como se recordará, hace algunos días el presidente chipriota Nicos Anastasiades denunció la "agresividad" de Turquía que, según dijo, enmascara "una intención de controlar toda la zona".
Los siete países comparten "el mismo deseo de estimular una nueva dinámica de cooperación" en la región, "en particular en cuestiones de desarrollo sostenible y soberanía", dijo el Elíseo.
Turquía lamentó las declaraciones "arrogantes" del presidente francés Emmanuel Macron sobre la actitud de las autoridades de Ankara en el Mediterráneo oriental y acusó al mandatario de "poner en peligro" los intereses de Europa.
"Los europeos debemos ser claros y firmes con el gobierno del presidente Erdogan que hoy se comporta de manera inaceptable".
Por otra parte, como se recordará, Rusia declaró está semana que está dispuesta a fomentar el diálogo para reducir las fuertes tensiones en el Mediterráneo oriental en torno a las fronteras marítimas y los recursos energéticos, según su jefe de la diplomacia, Serguéi Lavrov, durante una visita a Chipre.
Dadas las agresiones verbales, maniobras militares y envíos de buques a la zona, varios países de la región, en particular Grecia y Turquía, se desgarran en torno a la delimitación de sus fronteras marítimas y de la propiedad de los yacimientos de hidrocarburos.
Turquía no reconoce la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Chipre, miembro de la Unión Europea (UE), por lo que realiza sus propias prospecciones.
Grecia y Chipre acusan a Turquía de violar la ley marítima internacional. Ankara estima, por su parte, tener derechos sobre su "plataforma continental".