La grave crisis humanitaria y sanitaria que se presenta en el municipio de Necoclí (Antioquia), donde se encuentran más de 20 mil migrantes ilegales, en su mayoría de nacionalidad haitiana, es una problemática que tiene sus raíces más al sur del territorio nacional.
Una de las zonas más afectadas es Nariño, cuya ubicación es clave para la entrada de miles de extranjeros a Colombia por la frontera con Ecuador, y teniendo como pasado obligado al municipio de Ipiales.
Según el último informe de Migración Colombia, el 90% de ciudadanos extranjeros ingresa irregularmente al territorio por las 48 trochas ilegales. Asimismo, se asegura que cada día se han movilizado más de ocho mil migrantes en buses desde Ipiales hasta Antioquia.
El senador nariñense liberal, Guillermo García Realpe, alertó cómo esta situación se está agravando con el paso de los días y criticó la manera en que actúa el Gobierno nacional frente a esta problemática.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cuál es la situación hoy de Nariño frente a los migrantes ilegales?
GUILLERMO GARCÍA: La posición geográfica de Nariño, tanto en la región amazónica como en la costa Pacífica, es de total exposición a una frontera prácticamente sin control.
Se ha agravado el tráfico por los 40 pasos ilegales que no solamente son usados para el contrabando de todo tipo, sino que son utilizados para el paso de migrantes de todas las naciones, como venezolanos, haitianos y ecuatorianos. Esto es absolutamente incontrolable. No hay control en la frontera y eso va a agudizar la situación en las ciudades, como es el caso de Ipiales, Pasto, Cali y las ubicadas hacia el norte.
ENS: ¿Por qué este alto flujo de migración ilegal hacia Colombia?
GG: Estos son fenómenos que se presentan como coyunturales porque sabemos exactamente por dónde es que entran los migrantes a Sudamérica, como Brasil, Perú, Chile, Ecuador, y son oleadas sociales que se presentan por diversos motivos, como falta de oportunidades y convulsiones sociales, entre otros. Pienso que frente a este fenómeno no se han coordinado los gobiernos. Los de Colombia y los de Latinoamérica están más dedicados a la pelea con Venezuela o Nicaragua, y por ello han descuidado la situación de sus sociedades.
ENS: ¿Cuál es el papel que desempeña Migración Colombia en esta problemática?
GG: El problema de Migración Colombia es como el de los demás organismos de seguridad. Mientras falla la estrategia de Gobierno, pues qué pueden hacer los organismos de control. En el caso de Migración Colombia, tiene unos pocos funcionarios, pocas oficinas, pocas ventanillas y no pueden hacer nada más. Esto es un tema de gobierno, del presidente Duque.
ENS: ¿Estamos en Nariño ante una nueva situación de calamidad pública como la de Necoclí, en Antioquia?
GG: Por supuesto que sí. En Necoclí termina lo que comienza en Ipiales y en el departamento de Nariño. Allá llega todo el mundo, pero también se debería mirar al sur de Colombia. Estamos en una situación sin control y el Gobierno no le presta atención a este tema de control fronterizo. Ni abren formalmente la frontera con Ecuador, y tampoco controlan las trochas ilegales. Vemos que por ahí pasan los comercios de armas, estupefacientes, mercancías de todo tipo de ilegalidades para las bandas criminales, y esto no lo controla el Estado.
ENS: ¿Cuáles han sido los llamados de urgencia que se han realizado desde el Congreso?
GG: Nosotros desde el Congreso no tenemos la responsabilidad de las relaciones internacionales. Pero lo que hacemos son denuncias, constancias, e insistir a que el Gobierno nacional le pare bolas a esto. Desafortunadamente, no ha pasado nada en este tema. Sigue la problemática en Ipiales, en Pasto, Cali, Medellín y Necoclí. Prácticamente, nos hemos convertido en espectadores de un tema crítico que tiene que abordarse al más alto nivel de los gobiernos de Sudamérica, Centroamérica y también con los Estados Unidos, y hablar con los países de origen como Cuba o Haití. En eso no se han ajuiciado los gobiernos.
ENS: ¿Qué soluciones propone para frenar esta problemática?
GG: Actualmente, el Gobierno nacional no ha activado mecanismos de coordinación binacional o ha realizado reuniones con otras naciones para atender esa circunstancia. Entonces, yo pienso que el Gobierno nacional debería de dar apertura a la frontera coordinadamente con el Ecuador y así controlar la situación.