El covid-19 no sólo evidenció la fragilidad humana sino la inamovible desigualdad mundial. Y lo ha sido en todos sus aspectos, desde la disponibilidad de pruebas para detectar el virus hasta el acceso a vacunas, la única arma eficaz para derrotar en el corto plazo la pandemia.
Han pasado 21 meses desde que irrumpió el coronavirus en el planeta y diez de éstos en una acelerada campaña de inoculación que dejó al descubierto las persistentes brechas económicas y sociales globales. Así, cuando se informa que se han inyectado más 6 mil millones de dosis anticovid, son decenas de países pobres donde la vacunación no despega, especialmente en África.
En contraste ya son al menos 15 naciones que están administrando las terceras dosis, el denominado refuerzo e inclusive muchísimas más las que están inoculando a niños, pese a la reiterada solicitud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para una moratoria en el mismo con el fin de que se destinen esas vacunas a países que urgen arrancar con la vacunación.
Según datos de fuentes oficiales, son más de 6.008 millones de vacunas anticovid-19 que han sido administradas en todo el mundo, desde que a comienzos de diciembre se iniciara la campaña de vacunación en Estados Unidos, algunos países europeos e Israel.
Este hito de los 6.000 millones de dosis inyectadas se alcanzó en 29 días, tras los 4.000 y 5.000 millones suministrados en 30 y 26 días, respectivamente.
Cuando se iniciaron las primeras campañas de vacunación, los 1.000 millones de dosis se alcanzaron en unos 140 días. De entonces acá, los países que tuvieron los recursos para abastecerse de millones de biológicos mantuvieron un ritmo constante en la inoculación, mientras que otros como los africanos siguen a la espera de acceder a los biológicos.
Estados Unidos desea que la comunidad internacional se fije el objetivo de 70% de personas totalmente inmunizadas en cada país dentro de un año.
Un umbral que todavía no ha alcanzado Estados Unidos, donde menos del 55% de la población está totalmente vacunada y que hasta ahora sólo superaron una pequeña minoría de países, entre ellos siete de la Unión Europea, como Francia, Portugal o España.
Con 2.180 millones de inyecciones, China concentra casi cuatro de cada diez dosis administradas en el mundo. India (826,5 millones) y Estados Unidos (386,8 millones) completan el podio en valor absoluto.
Pero en comparación con la población, y entre los países de más de un millón de habitantes, los Emiratos Árabes Unidos son los campeones de la vacunación. Administraron 198 dosis por cada 100 habitantes y más del 81% de su población está completamente vacunada.
América Latina, a plena capacidad
A continuación se encuentran Uruguay (175 dosis por 100 habitantes), Israel (171), Cuba (163), Catar (162) y Portugal (154). La mayoría de esos países han vacunado completamente a la gran mayoría de su población.
Algunos, como los Emiratos Árabes Unidos, Israel y Uruguay, incluso empezaron a administrar una tercera dosis por persona, con el fin de prolongar la inmunización de las personas completamente vacunadas.
Francia no está muy lejos, con 139 inyecciones por cada 100 habitantes y 70,8% de su población que recibió dos dosis.
Mientras que los países de Europa occidental, América del Norte y algunos países del Cercano Oriente, cuyas campañas están muy avanzadas, vacunan ahora mucho menos rápidamente, los países de Asia, América Latina y Oceanía inmunizan a plena capacidad.
Durante la última semana, Cuba vacunó con mayor rapidez inyectando dosis al 2,36% de su población cada día, delante de Irán (1,32%) y Australia (1,17%).
Camboya, Costa Rica, Nueva Zelanda y Kosovo también administran diariamente dosis anticoronavirus a más del 1%.
La mayoría de los países pobres también comenzaron a vacunar, principalmente gracias a un mecanismo de solidaridad internacional Covax (OMS, alianza Gavi y coalición Cepi), pero esto sigue siendo muy desigual.
Los países de "ingresos altos" -según la clasificación del Banco Mundial- administraron un promedio de 124 dosis por cada 100 habitantes, los países de "ingresos bajos" sólo 4.
Sin embargo, estos últimos aceleraron ligeramente sus campañas en las últimas semanas, especialmente gracias a las dosis brindadas por los países ricos.
Tres países todavía no iniciaron sus campañas de vacunación contra el coronavirus: Burundi y Eritrea en África oriental, y Corea del Norte en Asia.
El caso africano
En esta carrera por las vacunas anticovid, los países ricos no siempre han cumplido sus promesas a la hora de compartir las dosis con las naciones en desarrollo, como ocurre precisamente en el continente africano.
Hasta la fecha, sólo el 3,6% de la población de este continente está vacunada, lejos del más del 60% alcanzado en Europa y Reino Unido. Pero, ¿por qué y cómo se ha quedado África rezagada de esta manera?
Los países de este continente obtienen sus biológicos mediante compras directas a los fabricantes, donaciones de entre países o a través del mecanismo Covax de la OMS. La Unión Africana (UA) también ha adquirido vacunas que redistribuye a los países miembros.
Pero la OMS y la UA están luchando por obtener dosis suficientes debido a las restricciones a la exportación impuestas por algunos países productores y la prioridad que dan los fabricantes a ciertos gobiernos con los que tienen un acuerdo.
Los países africanos se ven reducidos a depender cada vez más de las donaciones de los excedentes adquiridos por las naciones más ricas.
Alrededor de tres cuartas partes de los 77,5 millones de dosis prometidas a África se han administrado, es decir, unos 57 millones, según Unicef.
Y la difícil situación tiene de agravarse ya que la propia OMS se viera forzada a recortar los envíos previstos de Covax, por lo que África se enfrenta ahora a un déficit de 470 millones de dosis este año, lo que eleva el riesgo de que aparezcan nuevas variantes.
“Solo el 17% de la población del continente estará vacunada a finales de este año, frente al objetivo del 40% fijado por la Organización Mundial de la Salud” sostuvo la unidad africana del organismo mundial en su reunión informativa semanal, destacando que “la asombrosa desigualdad y el grave retraso en los envíos de vacunas amenazan con convertir zonas de África (...) en caldo de cultivo de variantes resistentes a las vacunas”.
A renglón seguido advirtieron que “todo esto podría acabar enviando al mundo entero de vuelta al punto de partida” de la pandemia de covid.
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Donaciones
Desde meses atrás y en diversos foros se han anunciado donaciones de vacunas. Los países occidentales fueron los más rápidos en comprometerse. En junio, el G7 anunció varios cientos de millones de dosis que, en su mayor parte, aún no han llegado al continente africano.
Estados Unidos encabeza a los países donantes con 31,5 millones de dosis, por delante de China con 6.8 millones; Reino Unido, con 5,3 millones; y Francia con 4,5 millones de euros, según datos oficiales.
Pero eso no hace olvidar que los países industrializados no han logrado levantar la barrera de las patentes sobre las vacunas anti-covid que permita que los países en desarrollo produzcan vacunas genéricas más baratas a nivel local.
"Esta es la historia de esta pandemia. Todo el mundo habla, pero nadie hace nada", expresa indignada Fatima Hassan, de la oenegé sudafricana Iniciativa Justicia Salud. "El resto del mundo no se preocupa por África", agrega.
En lugar de esperar donaciones, África exige un acceso justo al mercado de estos biológicos. "Nos pueden donar, pero queremos poder comprar" sostuvo esta semana el enviado de la UA para el covid-19 en la OMS.
Y, precisamente en este sentido, el gobierno norteamericano anunció ayer que comprará y distribuirá en los países con menos recursos 500 millones de dosis suplementarias de la vacuna Pfizer contra el covid-19, con lo que elevará a más de 1.100 millones el número total de dosis que ha prometido.
El presidente Biden encabezó ayer una cumbre virtual sobre el tema del covid y dijo que “por cada dosis que administramos en Estados Unidos hasta ahora, estamos donando tres dosis a otros países. Pido a los líderes del mundo que nos fijemos el objetivo de que el 70% de la población de cada país esté vacunado dentro de un año”.
Hay objetivos, solidaridad, voluntad política y múltiples anuncios que deben aterrizarse pronto o, de lo contrario, el mundo podría enfrentar una nueva ola del coronavirus.