Millonarios venía deslumbrando por su alto rendimiento en la liga, pero en los últimos partidos parece haber entrado en un bache y, sobre todo, sus errores le están costando caro.

Aunque el técnico Alberto Gamero dice no estar preocupado, la afición empieza a inquietarse porque el equipo todavía no está clasificado y los rivales le meten presión.

Las diferencias con el grupo de aspirantes a estar en los cuadrangulares, cada día se estrecha más y La Equidad, que le propinó la más reciente derrota, está a seis puntos, dos partidos cuando restan cinco jornadas por disputarse.

“Preocupado estuviera si no estuviera clasificado, si tuviera poquitos puntos. Yo tengo la tranquilidad para seguir mejorando, pero nos falta poco para clasificar”, dijo Gamero.

Añadió que “esto no me da muestra de que el grupo viene en una curva descendente, me parece que el equipo propuso, intento, buscó y encontramos a un Equidad que se defendió bien”.

Pero lo cierto es que como ya había ocurrido frente a Águilas Doradas o Junior, frente a La Equidad los azules volvieron a carecer de contundencia ofensiva, factor que fue determinante en el torneo anterior y que llevó a los directivos a contratar a Luis Carlos Ruiz.

El aporte de los laterales en ataque, viene siendo limitado. Tras la lesión Omar Bertel sigue lejos del nivel ideal y sus centros no son certeros. Israel Alba y Elvis Perlaza se alternan por el lateral derecho e igualmente no marcan diferencia.

En el sector medular se siente la ausencia de Larry Vásquez y Juan Carlos Pereira tiene que sacrificar su presencia ofensiva, con lo que se pierde remate de media distancia.

Uno de los mayores problemas parece ser el bajón de los volantes generadores de ideas. David Silva, Daniel Ruiz o Daniel Cataño, han perdido claridad y hasta actitud, en tanto que Luis Carlos Ruiz aorta mucho sacrificio más no la contundencia que se requiere para definir partidos, especialmente aquellos en los que los rivales montar cercos defensivos.

También preocupa que, los rivales parecen estarle tomando la medida en la marca a Carlos Andrés Gómez. Ya Junior lo anuló y La Equidad no lo dejó lucir.

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Sin embargo, lo que más preocupa es que la defensa se viene equivocando y un solo error de la zaga le representa a los celestes perder los tres puntos. Contra Junior, el gol de Haydar llegó en una equivocación de Vanegas y ante La Equidad el tanto nació de un centro en el que Juan Pablo Vargas le dio todo el espacio al rival para que habilitara a Pablo Sabag.

Es posible que con 28 puntos, Millonarios no quede por fuera de los cuadrangulares. No obstante, hay motivos para preocuparse, solo que es mejor que este bache por el que parece estar transitando el equipo, lo esté sufriendo ahora y no en plena liguilla.

Habrá que esperar a ver qué sucede en la próxima fecha para saber si Gamero logra evitar que sus jugadores cometan errores costosos y si cambian de actitud.

Por ahora, el onceno azul no es ese que impone condiciones, que presiona en campo contrario, que remata a puerta contraria y marca goles definitivos para quedarse con los puntos, sino que los rivales lo enredan y capitalizan sus yerros.

Por ahora, Medellín, que derrotó 3-1 a Alianza Petrolera, sigue en la pelea pro un cupo en los cuadrangulares. Su reacción ha sido importante, en tanto que los del puerto ya quedaron sin ninguna opción.

Cortuluá, por su parte, parece sentenciado a volver a la B tras su derrota 0-2 frente a Bucaramanga, que quiere repetir su hazaña del torneo anterior, cuando entró a última hora a la liguilla.

El que ve comprometida su situación es Once Caldas con la derrota como local 0-1 frente a un Jaguares que venía de capa caída.

Otro que revivió fue el Tolima, que fretó a Águilas Doradas. Los ‘Pijaos’, que se impusieron 1-2, todavía están muy lejos del grupo de los ocho, en tanto que los dirigidos por Leonel Álvarez siguen en la pelea.

El torneo rentado, como ha venido sucediendo en las últimas ediciones, promete ser muy reñido en la definición de los ocho que irán a los cuadrangulares. El grupo de aspirantes es amplio y cada vez más apretado.

El problema es que lo que ocurre a la hora de definir los clasificados hacer ver que el torneo rentado es altamente competitivo, pero a la hora de disputar certámenes como las copas Suramericana o Libertadores de América, la realidad es bien distinga.