Los comicios parlamentarios y presidenciales del próximo año presentarán varias novedades en comparación con los inmediatamente anteriores de carácter nacional, comenzando porque se desarrollarán en un ambiente de pandemia y, además, con algunos cambios que establece la reforma al Código Electoral, en caso de que sea declarada exequible por la Corte. Adicional a ello hay una fuerte coyuntura política por la crisis social y económica que obró el covid-19.
¿Qué tanto podrían impactar estos y otros hechos en la forma como se comportarían las legislativas y presidenciales de marzo y mayo próximo, respectivamente? EL NUEVO SIGLO hizo un comparativo con las elecciones del 2019 y 2018.
Uno de los grandes interrogantes sobre las elecciones del próximo año es si incrementará o no la participación de los colombianos en las urnas, teniendo en cuenta que la abstención ha sido un eterno problema y que el hecho de que la pandemia siga viva podría hacer que muchos lo piensen dos veces para acudir a las urnas.
En cualquier caso, los contagios y muertos por la pandemia se han reducido ostensiblemente, al tiempo que la vacunación de la población avanza de forma satisfactoria. Por lo que se esperaría que para los comicios del próximo año se mantenga bajo control la transmisión del virus y los ciudadanos puedan acudir sin temor a las urnas.
En las parlamentarias del 2018 el censo electoral fue de 36.493.318 personas, de las cuales acudieron a las urnas 17.827.762 (48,85%). Es decir que la abstención fue del 51,15%.
Mientras que en las presidenciales del 2018 para la primera vuelta 19.636.714 colombianos ejercieron el derecho al voto de los 36.783.940 habilitados para ello (53,38%). Una abstención del 46,62%.
En la segunda vuelta, a la que llegaron Iván Duque y Gustavo Petro, votaron 20.054.986 ciudadanos, es decir el 54% de los habilitados, lo que significó una abstención del 46%.
En tanto que en las elecciones regionales del 2019 hubo un censo de 36.602.752 ciudadanos, de los cuales votaron 22.189.063, el 61%, por tanto la abstención fue del 39%.
Mientras que el censo para los comicios del 2022 en este momento se encuentra en 38.636.035 (18.700.335 hombres y 19.335.700 mujeres), el cual crecerá un poco más hasta el 13 de diciembre, cuando la Registraduría Nacional suspenderá la incorporación al mismo de las nuevas cédulas, es decir cuatro meses antes de las elecciones.
Se cree que el próximo año podría crecer la participación de los ciudadanos en las urnas, tanto porque se juega el futuro del país, esta vez más que nunca debido a la crisis de la pandemia, como por la fuerte polarización política que hay.
Voto en blanco
El voto en blanco se interpreta como la inconformidad de los ciudadanos con los candidatos que se presentan o también se usa como una forma de castigar a la clase política.
En la primera vuelta de las presidenciales del 2018, un total de 338.581 ciudadanos votaron en blanco; mientras que en la segunda vuelta dio un salto importante a 807.924 votos.
En las legislativas del 2018 para el caso del Senado se presentaron 842.286 votos en blanco.
Esta tendencia podría mantenerse en el año 2022.
Candidatos
Un total de 1.114 candidatos al Senado de la República y 1.843 a la Cámara de Representantes se inscribieron para las elecciones del 2018.
En tanto que para las presidenciales de ese año se inscribieron un total de 14 candidatos, incluyendo quienes aspiraban a la Vicepresidencia de la República.
En las elecciones regionales del 2019 participaron 116.430 candidatos que se inscribieron a gobernación, alcaldía, asamblea, concejo y JAL.
Para los comicios presidenciales del próximo año hay, hasta el momento, por lo menos medio centenar de precandidatos en los diferentes partidos y movimientos políticos, así como movimientos significativos de ciudadanos; en tanto que en noviembre próximo se abren las inscripciones para listas al Congreso.
Coaliciones
La Reforma de Equilibrio de Poderes, del 2015, permitió la coalición de partidos y movimientos políticos con personería jurídica que sumados hayan obtenido hasta el 15% de los votos válidos de la respectiva circunscripción. No obstante debido a que para las elecciones legislativas del 2018 la figura no estaba reglamentada, algunas colectividades recurrieron a la tutela para lograr inscribir listas.
La Alianza Social Independiente (ASI), el Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS) y Unión Patriótica (UP) inscribieron en 2018 lista al Senado, logrando cuatro curules en este Congreso.
La reforma al Código Electoral que aprobó el Congreso el año anterior reglamentó las coaliciones para corporaciones públicas; sin embargo, como se dijo, el respectivo proyecto de reforma constitucional todavía es materia de estudio por parte de la Corte, por lo que hay incertidumbre sobre si se podrá aplicar la figura en 2022.
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No obstante, cabe el precedente de la tutela para las colectividades minoritarias que quieran hacer coaliciones al Senado y la Cámara en 2022 para lograr el umbral del 3%.
En las elecciones presidenciales del 2018 se presentaron cuatro coaliciones y tres candidatos de partidos, estos últimos el Centro Democrático con Iván Duque; el Partido Somos con la exfiscal Viviane Morales y el Movimiento Político Todos Somos Colombia, que avaló a Jorge Trujillo.
En las regionales del 2019 las coaliciones de partidos y movimientos a los diferentes cargos en disputa se presentaron al por mayor, con importantes resultados en las urnas. Para citar un ejemplo, 14 alianzas integradas en total por 38 partidos terminaron alcanzando la alcaldía de igual número de ciudades capitales, entre estas en Bogotá.
Se espera que en las elecciones presidenciales del 2022 se generalicen aún más las coaliciones de partidos y movimientos ciudadanos, pues cada vez más se ve que es muy difícil que un solo partido tenga la fuerza suficiente para impulsar un candidato a la jefatura de Estado.
Movimientos ciudadanos
En las elecciones legislativas del 2018 un total de 117 comités ciudadanos a Cámara y 55 al Senado se inscribieron para recoger firmas, de los cuales solo tres lograron que les aprobaran el número que exige la ley y, por lo tanto, pudieron inscribir listas a estas corporaciones.
Para las presidenciales del 2018, cuatro movimientos significativos de ciudadanos inscribieron candidatos o participaron en coaliciones con partidos políticos.
El movimiento Colombia Humana hizo coalición con el Partido MAIS para avalar a Gustavo Petro; el movimiento Somos avaló a la candidata Viviane Morales; el movimiento Todos Somos Colombia avaló al candidato Jorge Trujillo; mientras que los movimientos por firmas que acompañaron a Germán Vargas y Juan Carlos Pinzón hicieron coalición con los partidos Cambio Radical y la U para apoyar sus aspiraciones a la presidencia y vicepresidencia, respectivamente.