La reforma pensional es una de las iniciativas de las que ha hablado el gobierno Petro. Sin embargo, hasta ahora no hay muchos detalles y tampoco un proyecto formal. Algunos expertos consideran que es urgente y otros esperan cuál será la propuesta del presidente.
EL NUEVO SIGLO dialogó con David Cuervo, director de la Unidad de Negocio Bienestar Financiero y Patrimonial para Mercer Andina, CA y Caribe, quien le dijo a este medio cómo está Colombia en el ranquin de pensiones en el mundo y qué aspectos se deben tener en cuenta en una eventual reforma pensional, entre otros aspectos.
EL NUEVO SIGLO: ¿En qué consiste el Índice Global de Pensiones de Mercer?
DAVID CUERVO: En el Índice se comparan las mejores prácticas, con más de 40 indicadores en tres grandes componentes.
El primero es la adecuación del beneficio, es decir, qué tanto obtiene el ciudadano; se evalúa si los recursos son suficientes de acuerdo con el ingreso medio de los colaboradores. Además se observa cómo está estructurado el tema de inversiones y el nivel de participación que tiene el Estado en ese beneficio.
El segundo aspecto es la sostenibilidad, que tiene que ver con la composición del portafolio y la participación de la fuerza laboral en el sistema pensional. Si es un buen modelo de pensiones debe tener un balance, lo que significa un beneficio adecuado con un sistema sostenible.
Cuando se tienen problemas en este último aspecto, normalmente el beneficio es muy bueno, como es el caso de España. Pero en otros sucede lo contrario. Cuando tenemos un sistema sostenible el beneficio es muy malo, como es el caso de Chile.
El tercer aspecto es la integridad del sistema, es decir, la calidad de información que recibe el afiliado respecto a su pensión, la transparencia en los costos y protección del usuario.
El ranquin
ENS: ¿Cómo está Colombia en el ranquin general?
DC: Colombia se ubica en el puesto 21 del ranquin, que lo componen 44 países, con un puntaje de 63,2, una mejora de 4,8 puntos explicada principalmente por un ajuste en la metodología que reconoce los esfuerzos en proveer mejores beneficios a los menos favorecidos y el aumento en la cobertura de esquemas de protección a la vejez, que se reflejan en las calificaciones de adecuación (65,2), sostenibilidad (55,3) e integridad (71,3).
Colombia cuenta con un beneficio relativamente adecuado en el sistema pensional formal, en la medida en que hay garantía de pensión mínima, considerando que la gran mayoría de afiliados ganan un salario mínimo.
Sin embargo, tenemos un problema en la adecuación de la pensión y es que aquellos adultos mayores que no están cubiertos por el sistema, no tienen un beneficio adecuado para ellos.
Además, hay inconvenientes de sostenibilidad, ya que tenemos un esquema en el que compiten fondos privados y Colpensiones. Los esfuerzos que hace el Estado están mal focalizados. Evidentemente no se trata de que el Gobierno no participe en las funciones, solo que hay que hacerlo tratando de llegar al mayor número de personas y principalmente a las menos favorecidas.
Sin embargo, tenemos buenos estándares de integridad. Contamos con un sistema de protección con la Superintendencia Financiera, acceso a estados financieros y a la historia laboral.
ENS: ¿Qué elementos debe tener en cuenta el Gobierno en una eventual reforma pensional?
DC: Evaluamos los 44 sistemas pensionales a través de la metodología del Banco Mundial, que se refiere a la propuesta multipilar, compuesta de tres aspectos.
La primera recomendación es que el Estado debe participar hasta donde pueda hacerlo en tanto que sea sostenible. Por ejemplo, el primer pilar hace referencia a la pensión solidaria y universal para las personas que tienen poca probabilidad de ahorro, ya sea porque estén en la informalidad o en condición de vulnerabilidad, en este caso se necesita proveer un sustento básico de protección.
El segundo pilar es que se debe “deslaboralizar” el sistema pensional y de protección social. Aunque se debe resaltar que hay un gran avance en Colombia en la cobertura del trabajador independiente en comparación con otros países en Latinoamérica como Perú, Uruguay o México en donde su sistema de pensiones está íntimamente ligado a un contrato de dependencia laboral.
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El consumo
ENS: ¿Cómo serían las contribuciones a través del consumo?
DC: Se debe empezar a revisar que el sistema pensional debe estar asociado a los ingresos, aun cuando fueran informales. Se podrían hacer contribuciones a través del consumo. Por ejemplo, que con cada compra que cualquier persona haga en un esquema formal, un porcentaje del Iva podría financiar su propio sistema pensional con Colpensiones.
La idea es que todos los ciudadanos en la medida en que consuma van a empezar a ahorrar en pensiones aun cuando sean informales.
El tercer pilar es un sistema basado en contribución definida, es decir, en el esquema de ahorro individual. Aquí la recomendación es tener las bondades de ambos sistemas, sin que compitan entre sí. Necesitamos un esquema de participación pública, pero no se puede olvidar que el Estado no puede solo; ahora bien, a punta de impuestos tampoco lo va a lograr y sería un sistema insostenible.
ENS: ¿Qué falencias tiene el sistema de pensiones?
DC: Necesitamos corregir las imprecisiones de los fondos privados de pensiones en los costos de administración, en el régimen de inversiones, entre otros aspectos. Hay una serie de falencias de mercado en el sistema de ahorro individual que es lo que hace que tengamos poca confianza en estos fondos.
Además, no podemos olvidar que necesitamos ahorro, ya que este se invierte y las ganancias generan sostenibilidad en el sistema y contribuyen al país. Por lo anterior se debe hacer el correcto balance entre uno y otro.
El mayor error que podríamos tener es pensar que la pensión es exclusivamente la que provenga de la seguridad social y que sea financiada casi en su totalidad por el Estado. Esto haría que en 20 años tengamos un problema de déficit fiscal.
ENS: ¿Qué hacer para no llegar a este déficit fiscal?
DC: La reforma que se propone es con el esquema multipilar. Esta idea puede ser muy buena si se hacen algunas modificaciones. Primero, cambiar las reglas de beneficio. Hoy estamos generando beneficios excesivamente altos en comparación con la estructura salarial colombiana.
Hay que tener en cuenta que el 50 % de la población gana un salario mínimo, el 30 % gana dos salarios, el 10 % de los colombianos gana tres salarios y cerca de un 4%, 4 salarios. Con este panorama lo primero que hay que regular es la regla de beneficio, es decir, con qué tanta plata le vamos a permitir a una persona que cumpla requisitos en Colombia, tener pensión.
Las pensiones en Colombia no deberían ser más allá de $7 millones, con la estructura salarial de hoy no más de siete salarios mínimos. Así todo el dinero que nos ahorramos se podría usar para la población vulnerable que está por debajo del salario mínimo, que no necesariamente está en pobreza, pero que sí está en la informalidad.
El nivel de riesgo
ENS: ¿Cómo se distribuye el nivel de riesgo?
DC: Otro tema importante es hacer una distribución de riesgo apropiada. En el caso de los afiliados que están en el sistema de ahorro individual, corren riesgos si hay caídas en las inversiones, no hay garantía de la pensión mínima, entre otros factores que los afectan, mientras que en Colpensiones a los de mayores recursos completamente protegidos.
Lo que hay que hacer es diseñar un mejor régimen de inversiones con mayores responsabilidades para los fondos privados de pensiones.
Hay que tener en cuenta que esta reforma pensional no solo se pretende hacer en Colombia, sino en otros países de Latinoamérica como México y El Salvador que hicieron reformas recientemente. En Perú también se habla de reforma pensional, así como en Panamá y Holanda. Con todo esto lo que quiero decir es que los sistemas de pensiones deben acomodarse de manera permanente.
ENS: ¿Cómo está Colombia en la región?
DC: El mejor país fue Uruguay, que tiene un sistema multipilar hace varios años y aún así se está gestando una reforma, luego está Chile con un modelo sostenible, pero con beneficios muy bajos, diferente a lo que pasa en Colombia, que da muy buenos beneficios pensionales en comparación con el último salario, la región y la estructura salarial, aunque en algunos años podríamos tener problemas de sostenibilidad. En tercer lugar, está nuestro país; le siguen México, Perú, Argentina y Brasil.