Debido al incremento del consumo, la economía colombiana podría crecer este año 9,2%, de acuerdo con los investigadores del BBVA Research. Esta situación se debe al ahorro que lograron tener los consumidores tras cerca de un año de confinamiento estricto.
El equipo de economistas de la entidad dijo que en el primer semestre, la sostenida dinámica del consumo privado impulsó la recuperación sobresaliente de la economía y acompañó el rebote de la inversión fija.
Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research para Colombia, dijo que “este dinamismo del consumo final llevó a que los empresarios aumentaran la capacidad de producción, a través de la inversión, y redujeran los inventarios. Entre este gasto empresarial, la inversión en maquinaria ha sido la más dinámica”.
Según los datos, el consumo, especialmente el privado, viene liderando la recuperación: crecerá 12,2% en 2021 y 4,1% en 2022, con un rebalanceo gradual desde el gasto de bienes hacia los servicios.
De allí que el Banco subió nuevamente su proyección de crecimiento para la economía nacional con un aumento de 1,7 puntos frente al pronóstico de julio. “Parte del dinamismo de la economía, y en particular del consumo, se explica por el ahorro retenido en los momentos más fuertes del confinamiento, pero, en adelante, la recuperación de la demanda interna dependerá más de la dinámica de la economía liderada por las mejoras del mercado laboral y la mayor producción interna”, explicó Téllez.
En cuanto a la inversión, a pesar de crecer 13,1% en 2021, no alcanzará a recuperar sus niveles prepandemia. El avance de la construcción sigue siendo lento.
De otro lado, consideran los investigadores que en 2022 la inversión crecerá 4,5% y el crecimiento estará liderado por el comportamiento de las exportaciones y la inversión. De hecho, las exportaciones aumentarán por encima de las importaciones por primera vez desde 2017, si bien las últimas seguirán siendo mayores a las primeras en el mediano plazo.
Además, el dinamismo del crédito también está contribuyendo al aumento de la actividad de las familias y, aunque más lentamente, al de las empresas.
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Empleo, tarea pendiente
Aunque la dinámica económica se muestra positiva, la recuperación del empleo sigue rezagada de la actividad a pesar de los buenos datos recientes de creación de nuevos puestos de trabajo. Con cifras a agosto, el rezago en el empleo va más allá de los sectores más afectados por las medidas de distanciamiento social.
Señalan que el empleo no recuperará su nivel prepandemia hasta el 2022, a la par que irán entrando gradualmente más personas a la fuerza laboral. “Luego del rebote del empleo en 2021, liderado por el empleo no asalariado, el empleo moderará su crecimiento en los años siguientes”, asegura el informe.
Sostienen que el tipo de recuperación del empleo profundiza la informalidad del mercado laboral a pesar de los intentos del Gobierno de fomentar la formalidad. Con esto, la tasa de desempleo urbano se ubicará en 13% a finales de 2022 y 12,4% a finales de 2023.
Inflación
De otro lado, consideran que el costo de vida ha tenido un comportamiento alcista en los últimos meses. La aceleración de la inflación en lo corrido del año obedece a algunos efectos base que se causaron a lo largo de 2020 y a factores pospandemia que surgieron en 2021. Entre estos últimos sobresalen las alzas en los precios de los alimentos, derivados de los problemas logísticos causados por las protestas de abril y mayo, y el mayor costo en la venta y el transporte de las materias primas a nivel global.
“La propagación a nivel local del choque de las materias primas ya comienza a evidenciarse, lo que puede causar una mayor y más veloz transferencia de los costos a los precios, en especial si la demanda continúa fortaleciéndose”, explicó Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research para Colombia.
A nivel local, los alimentos han causado la mayor parte del choque inflacionario, por factores idiosincráticos y otros de naturaleza externa. Se destaca que la contribución a la inflación de los no transables es muy baja, situación que debe normalizarse conforme se consolide la apertura del sector servicios. Con esto, la inflación, según los pronósticos, cerrará el año en 4,9% y comenzará a moderarse en la segunda mitad de 2022, cerrando el año en 3,9%.
Las presiones de inflación, junto con la recuperación económica y el déficit externo, determinaron el inicio del ciclo de incrementos de la tasa de interés de política monetaria. El Banco de la República podría incrementar en aproximadamente 0,25 puntos básicos su tasa de política en lo que resta del año.