Crecen indignación y protestas en Europa ante confinamiento por Covid | El Nuevo Siglo
Ante el temor a un agudo desastre social hubo protestas en varias ciudades de España, con enfrentamientos con la policía y actos de vandalismo y saqueo.
AFP
Domingo, 1 de Noviembre de 2020
Redacción internacional con AFP

España vivió una segunda noche de disturbios en varias ciudades en protesta contra las medidas de confinamiento, ejemplo del creciente cansancio y exasperación de la población en una Europa que impone cada vez más restricciones para combatir la segunda ola de la pandemia de coronavirus.

En todo el continente europeo, donde ya han muerto más de 278.000 personas y más de 10,4 millones se han contagiado, el número de nuevos casos registrados aumentó un 41% en una semana, es decir la mitad de los contagios señalados estos últimos siete días en el mundo.



Ante el temor a un agudo desastre social, el fin de semana hubo protestas en varias ciudades de España, con enfrentamientos con la policía y actos de vandalismo y saqueo.

Con casi 36.000 muertos, España es el tercer país del mundo con la mayor tasa de mortalidad con 77 decesos por cada 100.000 habitantes, por detrás de Perú (105) y Bélgica (100), y delante de Brasil (75).

El país impuso un toque de queda nocturno nacional y la mayoría de las regiones españolas impusieron cierres perimetrales para impedir viajar.

Los disturbios más importantes se produjeron en Madrid, donde numerosos manifestantes corearon "¡Libertad!" e incendiaron contenedores de basura y erigieron barricadas en Gran Vía, la principal arteria de la capital.

También se produjeron altercados en Barcelona. Según la policía, 32 personas fueron detenidas.

Tras un toque de queda en varias regiones, cierre de bares y restaurantes, gimnasios, cines y salas de conciertos, el gobierno italiano contempla anunciar hoy un confinamiento de las grandes ciudades. "La curva epidemiológica aún es muy elevada", declaró el ministro de Salud, Roberto Speranza.

La oposición a las restricciones también provocó enfrentamientos en grandes ciudades en los últimos días.

En Francia, reconfinada desde el viernes por un mes, aumenta la ira de los comerciantes considerados no esenciales y por ello obligados a cerrar. Denuncian la competencia desleal de las grandes superficies, autorizadas a permanecer abiertas, y de las plataformas online, como Amazon.



El primer ministro podría decidir el cierre en las grandes superficies "de los estantes de productos que no son de primera necesidad", anunció el ministro de Economía, Bruno Le Maire.

En Reino Unido, el país más golpeado en Europa con al menos 46.555 muertos, el reconfinamiento anunciado en Inglaterra a partir del jueves y hasta el 2 de diciembre podría prolongarse, según el ministro Michael Gove, lo que alimenta la angustia de los sectores económicos.

Grecia, que decidió un confinamiento de un mes en Atenas y otras grandes ciudades a partir de mañana, busca "intentar salvar las fiestas de Navidad", explicó el primer ministro Kyriakos Mitsotakis.

Otros países también endurecieron las restricciones, como en Portugal y Alemania. En Austria, país de 8,8 millones de habitantes y que ya registra más de 5.000 casos diarios, un segundo confinamiento entrará en vigor mañana y hasta finales de noviembre.

El ministro federal de Salud de Bélgica, Frank Vandenbroucke, pidió al a población no salir de compras, la víspera de un endurecimiento del confinamiento por seis semanas.

En la región de América Latina y el Caribe, la más afectada del planeta con 10,57 millones de contagios y más de 400.000 muertos, los mexicanos celebraron ayer el Día de Muertos, la tradición más representativa del país, con fuertes restricciones.

Los cementerios permanecen cerrados y numerosos eventos fueron cancelados para evitar que los contagios (a la fecha más de 900.000, y unos 92.000 muertos) se disparen. Ciudad de México se quedó además sin su acostumbrado desfile de sonrientes calaveras y disfraces multicolores.

En Estados Unidos la popular fiesta de Halloween fue limitada este año, sobre todo en Salem, Massachusetts, donde las autoridades decidieron cerrar la ciudad a las 20 horas para evitar las aglomeraciones.