SI bien es cierto que el contrato para la construcción de la primera línea del metro de Bogotá está firmado y que las obras iniciales se encuentran en ejecución, estos últimos días han tomado fuerza las versiones sobre que el gobierno de Gustavo Petro buscaría que uno de los tramos de ese sistema de transporte masivo sea subterráneo y no elevado como lo contempla el actual diseño.
Aunque la Empresa Metro de Bogotá no confirmó nada sobre el tema a EL NUEVO SIGLO, el miércoles Blu Radio informó, con base en una fuente no revelada, que el gobierno Petro solicitó a la Empresa APCA Transmimetro modificar el trazado de la primera línea por el tramo de la Caracas para que sea subterráneo (el tramo por la Primera de Mayo sí se mantendría elevada). Esta fue una solicitud que, al parecer, se fundamentó en tres aspectos:
En una primera medida, la Casa de Nariño considera que hacer el Metro elevado sobre esta vía arterial de Bogotá representará un riesgo relacionado con la variabilidad del suelo del borde oriental, y el hecho de que las columnas que sostendrían el tubo, quedarían muy cercanas entre sí y a grandes profundidades.
En segundo lugar, el gobierno se refirió a riesgos relacionados con el manejo de tráfico, pues pese a la construcción del Metro, la ciudad debe mantener el funcionamiento de la troncal de Transmilenio por la Caracas, lo que podría representar problemas de seguridad.
Y, por último, la presidencia del ex alcalde de Bogotá se refirió a los efectos urbanísticos relacionados con la sombra y las afectaciones a los predios vecinos en los próximos 150 años.
Rumores de vieja data
Este es uno más de los rumores no confirmados alrededor de las intenciones del Metro de Bogotá, pues la semana pasada tanto la alcaldesa Claudia López como el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, tuvieron que desmentir la misma información de este miércoles: que se revisaría si algunos tramos podrían ser subterráneos.
“Presidí la Junta de la Empresa Metro de Bogotá este lunes y le pregunté expresamente a los tres delegados del Gobierno nacional si estaban solicitando una modificación del contrato de la primera línea del Metro y me dijeron que no, lo cual coincide con la aclaración pública del Ministerio de Transporte”, indicó entonces la mandataria de la capital.
Acto seguido la alcaldesa, quien lleva tres años tratando de dejar amarrada la consolidación de la segunda línea del Metro hasta Suba y Engativá, le agradeció a la cartera de transporte “haber dado claridad respecto a los contratos del Metro de Bogotá. “Lo único que haría falta para desestabilizar aún más la tasa de cambio y la economía sería sugerir que se van a deshonrar los contratos con la banca y concesionarios”, precisó la mandataria distrital.
En este sentido, parece que el exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, no le está prestando atención a las noticias relacionadas con un eventual cambio en la Primera Línea, pues este jueves no se refirió a ello sino a la forma en que gobierno Nacional y Distrital trabajarán alrededor de la misma:
“Nosotros contratamos la Línea 1 del Metro que está en construcción. Vamos a ver si todo el bla Bru bla de Claudia López con la Segunda Línea (más corta y mucho más cara por ser subterránea) se licita y se contrata, o se queda solo en carrera. Vamos a ver a Claudia y a Petro en acción”, trinó el exalcalde Peñalosa.