Así como otros sectores de la economía están siendo afectados por el alto costo de las materias primas en el exterior, la actividad de la construcción no es ajena a esta situación.
En efecto, entre julio y septiembre del presente año, la trayectoria de recuperación de la construcción fue heterogénea dentro de sus segmentos. Mientras el sector edificador parece continuar la senda de mejoría en su producción, las obras de ingeniería civil parecen haberse estabilizado en niveles bajos, como consecuencia del alza en los costos de producción y las dificultades climáticas.
Sin embargo, teniendo en cuenta que, históricamente, las edificaciones han pesado el 50% y las obras civiles el 30% del PIB constructor, es de esperar que en la publicación del Producto Interno Bruto (PIB) de mañana se presente un aumento agregado de la actividad productiva del macrosector.
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Estos resultados implican una recuperación lenta de la actividad de construcción en el país. El segmento que explicó la mejor dinámica fue el de edificaciones residenciales, mientras las no residenciales y las obras civiles mostraron una dinámica de relativa estabilidad frente al segundo trimestre del año. Sin embargo, para el cuarto trimestre se espera que el sector empiece a evidenciar una senda de recuperación más clara, esto sumado a nuevas adjudicaciones de proyectos por parte del Invías en lo que falta del año.
Por el lado de las edificaciones, se evidenció una caída anual del área paralizada, consistente con un aumento del área en proceso y culminada. De hecho, si se comparan todos los rubros del área censada entre el segundo trimestre y el tercero, también se evidencia un aumento de la que está en proceso. En este segmento, el sector residencial ha sido clave, seguido de la construcción de hospitales. De hecho, los cálculos a partir de la información publicada indican que el PIB edificador habría retornado a niveles similares a los previos a la pandemia.
Obras
Por su parte, desde el segmento de obras civiles, a través del IPOC –Índice de Producción de Obras Civiles–, además de observarse una variación anual de -7,3%, la variación bienal (con respecto a tercer trimestre del 2019) fue de -29,3%, lo que refleja el rezago que persiste en la construcción de infraestructura. Esta debilidad fue explicada principalmente por los rubros de construcción de carreteras, acueductos y de cables locales, y por el efecto del incremento en los precios de las materias primas.
Sector edificador
A partir de las cifras de publicadas del censo de edificaciones, las estimaciones sugieren que la actividad de este subsector habría retornado a niveles superiores a los registrados seis trimestres atrás. En concreto, se observó un importante aumento del área en proceso. Esto estuvo acompañado de una leve caída anual del área paralizada que, si se compara con el tercer trimestre del 2019 en su variación bienal, el crecimiento aún es del 25%. Ahora si se compara con la variación bienal de segundo trimestre de este año (23%), se registró un deterioro de 0,2%.
A partir de las cifras publicadas se puede ver que los segmentos de apartamentos (3%), casas (1,5%) y de hospitales (0,8%) fueron los que más aportaron al crecimiento anual del área en proceso de 3,5%. Esto estaría explicado por el inicio de obras de las viviendas que se vendieron el año pasado, que gozaron del impulso de los subsidios que viene otorgando el Gobierno y las bajas tasas de interés de los créditos de vivienda.
En efecto, según las cifras de Camacol, las ventas de vivienda en 2020 se ubicaron en 204 mil, 14 mil más que en 2019 y llegaron a un máximo desde 2011. Por su parte, las iniciaciones con corte a septiembre se ubicaron en 130 mil, tres mil más que en 2020 y ocho mil menos que en 2019, mostrando que este año se alcanzaría un máximo de la década en iniciaciones.