Sector recuperado de la Ciénaga Grande es refugio de caimán aguja | El Nuevo Siglo
DESPUÉS de dos años de su aventura de recorrer más de 700 kilómetros, un caimán aguja regresó a casa en la Ciénaga Grande de Santa Marta.
Foto: Corpamag
Lunes, 23 de Noviembre de 2020
Redacción Medio Ambiente

En aguas recuperadas de la Ciénaga Grande de Santa Marta, fue liberado por Corpamag el caimán aguja hembra (Crocodylus acutus), que fue rescatado en San Andrés en 2018, luego de recorrer aproximadamente 700 kilómetros desde su hogar natural en el Magdalena hasta las islas.

El ejemplar, el cual permanece  supervisado y cuidado por el personal de veterinarios y biólogos del Centro de Atención de Fauna de Corpamag, fue devuelto a su ecosistema con un dispositivo de telemetría satelital, el cual facilitará su monitoreo para el seguimiento y registro de datos de todos sus movimientos, profundidad y desplazamiento por la ciénaga y sus caños. Este dispositivo fue posible adquirirlo gracias a la gestión articulada con la Fundación ProCAT Colombia y Petrobras.

“Para Corpamag es de suma importancia la liberación de este caimán aguja en el área del complejo lagunar, por el papel relevante que juega esta especie en la dinámica de la Ciénaga y nos motiva a continuar con los proyectos de recuperación hidráulica y ambiental para llevar agua dulce al Sistema, ya que estamos además contribuyendo con la protección de la biodiversidad y de su hábitat”, dijo Carlos Francisco Díaz Granados, director de la Corporación.



La Historia

En el 2018 este ejemplar, de aproximadamente 2,04 metros de largo, fue encontrado por Coralina y la Policía en las playas de Sound Bay (área turística), y con el apoyo de la estación de Guardacostas de San Andrés y la Base Naval (ubicada en el sector del Cove), fue trasladado por la autoridad Ambiental a un “hábitat” provisional de albergue con condiciones similares a una laguna lodosa, adecuado especialmente para garantizar su bienestar en esa Unidad Militar del Comando Específico de San Andrés y Providencia.

En agosto de 2020, gracias al trabajo interinstitucional entre Coralina, la Fuerza Área de Colombia, la Policía y Corpamag, regresó al departamento del Magdalena, pasando su cuarentena en el Centro de Atención de Fauna Silvestre de esta Corporación, bajo observación del equipo de biólogos y veterinario de acuerdo con los protocolos establecidos por el Ministerio de Ambiente.

Este trabajo articulado permitió determinar, con base en análisis genéticos, que este individuo, que recorrió aproximadamente 700 kilómetros, pertenece a una de las poblaciones de cocodrilos de la cuenca del Magdalena, proviene de un zoocriadero, fue marcado al momento de nacer, se escapó y  viajó con las corrientes superficiales del Caribe, hasta llegar a San Andrés Islas.

Además, se estableció  que el animal permaneció en el medio marino al menos un año, tiempo estimado por los crustáceos sésiles adheridos a su cuerpo, los cuales tardan aproximadamente un año en alcanzar su etapa adulta.

Ingeniero de las aguas

“Corpamag, trabaja incansablemente por llevar agua dulce al ecosistema de la Ciénaga Grande de Santa Marta, a través de obras de recuperación hidráulica y ambiental en diferentes caños y cuerpos de agua. Estos trabajos no sólo permiten la recuperación del bosque de manglar, sino la protección de la biodiversidad que allí habita”, señaló la Corporación.

Uno de estos animales es el caimán aguja, guardián y  rey de todas las ciénagas y ríos que bajan y bordean la Sierra Nevada Santa Marta. Esta especie es considerada como el ingeniero de estos ecosistemas acuáticos, modificando su ambiente con la dinámica de sus movimientos, abriendo túneles, construyendo cuevas que se convierten en reservorios de agua en temporada seca y a su vez son refugios de muchos otros animales, cumpliendo así un papel vital en el mantenimiento natural de la conexión hídrica entre los cuerpos de agua.



Cabe destacar que uno de los objetivos de las obras de dragado  realizadas en el complejo lagunar Ciénaga Grande Santa Marta, es recuperar la capacidad hidráulica de los cuerpos de agua que la alimentan y de esta manera garantizar el tránsito de las aguas por todo los cauces, lo que a su vez redunda en la interconexión perdida en algunos sectores por factores extremos, tanto de naturaleza climática como antrópica.

Históricamente, los efectos de prolongadas precipitaciones y la reapertura, dragado y mantenimiento de caños que alimentan la Ciénaga, han favorecido el proceso de dispersión de semillas  de mangle lo que ayuda al  aumento de zonas de manglar, con las que el caimán aguja guarda una estrella relación. Al garantizar esta interconexión se garantiza a su vez que especies propias de la región regresen a  su hábitat natural y que su circulación no se vea truncada por áreas desprovistas de las condiciones iniciales para su tránsito.

El caimán aguja es el depredador tope de estos ambientes acuáticos, realiza un importante rol en el control biológico a los animales enfermos, evitando así la propagación de enfermedades que pueden provocar mortandades de peces y otras afectaciones.