El origen del árbol de navidad se remonta en la trasformación de una costumbre ancestral que se realizaban los romanos entre el siglo II Y III después de Cristo, que consistía en cortar un árbol para adornarlo con frutas y demás objetos como hacían los babilonios como señal de ofrenda a sus dioses. Con el paso del tiempo esta costumbre fue adoptada y transformada por el cristianismo.