Fue el primer presidente de derecha en Chile en casi 50 años y ahora volverá al poder. Sebastián Piñera ganó el balotaje de ayer al oficialista Alejandro Guillier y el próximo 11 de marzo volverá a recibir la banda presidencial de la socialista Michelle Bachelet, repitiendo una escena de la política chilena. Entre ambos se repartieron el poder en los últimos 12 años.
Bachelet inició el baile en 2006, cuando se convirtió en la primera mujer en llegar a la presidencia de Chile. Cuatro años más tarde, con una popularidad que se empinaba sobre el 80%, no pudo entregarle la banda a un miembro de su coalición y debió ceñírsela a Piñera, que rompió de esa forma con casi dos décadas consecutivas de gobiernos de centro-izquierda.
De la misma forma, en 2014 Piñera le devolvió la banda presidencial a Bachelet, quien ganó en segunda vuelta ante la derechista Evelyn Matthei, avalada por la promesa de profundas reformas sociales.
Y el próximo 11 marzo de 2018 se vivirá el tercer traspaso presidencial entre ambas figuras gravitantes de los últimos años en la política chilena.
"Nunca he tenido la menor duda de que tanto usted como yo queremos lo mejor para Chile", le dijo Piñera ayer a Bachelet en una conversación telefónica entre ambos transmitida por la Presidencia chilena, una tradición "republicana" de este país en el que el mandatario saluda al vencedor de las elecciones.
El magnate Piñera, de 68 años, se preparó cuidadosamente durante los últimos cuatro años para volver al palacio presidencial de La Moneda. Y hasta el 19 de noviembre, el día de la primera vuelta, parecía que nada ni nadie se lo impedirían.
Pero el 36,6% de los votos obtenidos en la primera vuelta electoral, muy por debajo de lo que auguraban las encuestas, lo desestabilizó hasta el punto de cometer gafes impropios en alguien que ha pasado cerca de 30 años en la lucha política y ha participado en tres campañas a la presidencia.
Como cuando dejó entrever que hubo fraude porque a "muchas personas" les habrían pasado papeletas de voto marcadas con los nombres de sus oponentes o cuando aseguró que muchos casos de niños transgénero "se corrigen con la edad", generando críticas y rechazo generalizado.
Pero nada de eso le impidió volver a ceñirse la banda presidencial tras ganar por casi nueve puntos de diferencia en la segunda vuelta de ayer a Guillier, un resultado más holgado de lo esperado.
El candidato de izquierda reconoció que sufrió una "derrota dura", "más profunda" de lo esperado. El senador perdió incluso en su región, Antofagasta.
Cambios
Para la segunda vuelta y en un intento de captar a un sector esquivo que votó por el cambio, dio un giro a algunos pilares de su programa político como la gratuidad de la enseñanza superior.
Tras sostener que "lo que cuesta dinero se aprecia más", ahora propuso mantener las ayudas que reciben cerca de 260.000 estudiantes universitarios y ampliarlas a los alumnos de formación profesional con menos recursos que ha empezado a introducir paulatinamente la socialista Michelle Bachelet durante su gobierno.
'Piñericosas'
Durante su primer mandato (2010-2014) el semanario satírico The Clinic llevó a compilar las constantes metidas de patada de este ávido lector y apasionado por la historia.
No sabemos qué pensará su gran amigo el premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, quien al principio de la campaña se desplazó a Chile para darle su apoyo cuando le oye decir cosas como "oportunística", que lanzó en el último debate con su rival Alejandro Guillier el pasado lunes, haciendo las delicias de los cibernautas que la convirtieron en trending topic en las redes sociales.
Ambición
Multimillonario -según Forbes tiene una fortuna de 2.700 millones de dólares-, y tiburón para los negocios -en la primera presidencia se tuvo que deshacer de algunas de sus joyas como la aerolínea LAN (ahora LATAM tras la fusión con la brasileña TAM) y del club de fútbol Colo Colo, que le reportó 7,4 millones de dólares.
Los críticos aseguran que durante su presidencia se movió por una fina línea entre sus negocios privados y los deberes de un hombre de Estado. Al inicio de la campaña, anunció que todos sus negocios los gestionaría un fideicomiso ciego.
Mientras era mandatario y se discutía un litigio marítimo entre Chile y Perú en la Corte de Justicia de La Haya, una de sus empresas compró acciones de la pesquera peruana Exalmar, una de las beneficiadas de la sentencia internacional que modificó el límite marítimo entre ambos países, agregando para Perú unos 22.000 km de mar. Fue sobreseído recientemente en ese caso por la justicia chilena.
Familia
El candidato presidencial aparece casi siempre acompañado en los mítines de campaña por su esposa, Cecilia Morel, sus cuatro hijos y algunos de sus nueve nietos -otro viene en camino-, que le han suavizado el carácter, dice una colaboradora que pidió omitir su nombre.
Exigente, culto, divertido, con la cabeza llena de ideas y proyectos, trabajador infatigable, Piñera tiene un gran sentido del humor, a decir de su colaboradora.
Y un compromiso con los más pobres, según su esposa, uno de sus grandes activos de la campaña.
"No los defraudará porque Sebastián conoce profundamente las injusticias, las carencias y las necesidades apremiantes en que viven tantas familias", aseguró ayer en una carta publicada por diario El Mercurio.
Gobernar sin mayoría
Piñera tendrá que gobernar sin mayoría. Aunque su movimiento 'Chile Vamos' fue el más votado en las elecciones legislativas de noviembre, en las que obtuvo 72 diputados, no logró mayoría absoluta en un Parlamento fuertemente fragmentado con la irrupción del Frente Amplio, la izquierda radical, que logró 20 diputados y 1 senador.
Enfrente tendrá también los 43 diputados de la Fuerza de la Nueva Mayoría, el movimiento que apoyó a Guillier, y los 14 diputados de la Democracia Cristiana, que hasta ahora ha formado parte de la coalición gobernante.
Guillier dejó claro que seguirá luchando para que las reformas emprendidas por el gobierno de Bachelet se mantengan. La más emblemática es la gratuidad de la educación superior.
Mientras se tramita en el Parlamento un proyecto de ley para convertir la gratuidad en derecho ilanielable, 260.000 alumnos sin recursos están estudiando ya gratis en la universidad. Piñera se ha comprometido a mantener los beneficios con condidiciones para este número sin aumentarlo y ampliar el programa a los estudiantes de formación profesional.
Piñera ha propuesto un programa de gobierno para el periodo 2018-2022 valorado en 14.000 millones de dólares, un 5,5% del PIB.
Entre sus principales propuestas se encuentra llevar a Chile para el 2025 al club de países desarrollados, estabilizar la deuda pública, actualmente del 23,8%, crear 700.000 nuevos empleos, reducir la fiscalidad para las empresas del 27% actual al 25% y reformar el sistema de pensiones para elevar entre el 10% y el 15% las pensiones.
Tras unos años de ralentización, Piñera encontrará una economía en pleno crecimiento gracias principalmente a la recuperación del precio del cobre, del que Chile es el principal productor mundial.
Con el regreso de Piñera al poder, Chile vira políticamente a la derecha, siguiendo los pasos que meses atrás dieron Argentina, Perú y Brasil, los chilenos han dado un giro a la derecha
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