ALFONSO ORDUZ DUARTE | El Nuevo Siglo
Sábado, 9 de Marzo de 2013

Gobernar es prever

 

“Este es el  sentido y visión que debe tener un mandato”

El gobierno nacional a través de la Agencia Nacional de Infraestructura que,  según la sigla conocida es ANI, ha planteado un  plan de revitalización de los ferrocarriles nacionales que ha llenado de grandes expectativas a todos los que en alguna forma se interesan, nos interesamos,   para darle otra vez vigencia a este medio de transporte. Desea así prestarle un servicio eficaz a la economía nacional y por ende al país. Parece ser que lo primero que se ha planteado es la rehabilitación de las líneas de Bogotá a Boyacá y la  de La Dorada a Chiriguaná. Es un buen comienzo que eventualmente permitirá  volver los trenes llevando y trayendo mercancías y también pasajeros a lo largo de le geografía nacional.  Veamos si se logra.

 La manera como se ha planteado trae a la memoria el famoso contrato que el Distrito hizo en la época de la alcaldía de Mockus con una connotada firma mexicana, cuyo objeto fue el de rehabilitar la vías de la ciudad con el mismo diseño y características de las que tenía, con especificaciones semejantes a las que estaban vigentes al momento de su construcción; éstas  no contemplaban el incremento en la frecuencia de uso, ni los mayores pesos por eje de los vehículos que estaban circulando o los que circularían en el futuro. El esfuerzo de la ciudad se perdió y la culminación de los contratos tuvo lugar en los tribunales judiciales.  Las esperanzas de los bogotanos de poder disfrutar de un sistema vial moderno en buenas condiciones se vieron frustradas. Querer hacer planificación de esta envergadura sin visión de futuro fue la causa primordial de este fracaso. La ciudad, en este sentido ha ido de tumbo en tumbo, hasta nuestros días cuando la mala planificación se ha confundido con la corrupción cuyas consecuencias estamos sufriendo.

Dicen los que se ocupan de los temas políticos aplicados al manejo de las cosas públicas que gobernar es prever. Ese es el verdadero sentido y visión que debe tener el gobernante. Por eso no acabamos de entender cómo en materia de ferrocarriles se plantea la rehabilitación de las vías atrás mencionadas para que queden en el estado en el cual estaban hace 30 o 40 años cuando se dispuso liquidar a la empresa Ferrocarriles Nacionales de Colombia, cambiar  la estructura funcionamiento, llegándose finalmente a un estado de postración lamentable.

La ANI, que se ocupa de estos asuntos ferroviarios, nos anuncia el plan atrás mencionado. Sin embargo, se olvida de un tema absolutamente clave como es el ancho de la trocha que actualmente es de una yarda, olvidándose de las recomendaciones que sus asesores extranjeros le han hecho como es el de definir a nuestros ferrocarriles como de trocha ancha o estándar, 1,435 mts, que es el que está vigente en la mayor parte de los ferrocarriles del mundo y para la cual se han desarrollado  grandes avances tecnológicos que mejoran la eficiencia del transporte por este sistema.  Rehabilitar unos pocos kilómetros como estaban antes es una solución inmediatista y costosa en términos de lo que será necesario hacer en el futuro.