Alejada la teoría del fraude

Sí que parece no pertinente hablar sobre las elecciones que acaban de pasar, porque han sido tantos los artículos y comentarios que se han oído que todo ha sido dicho. Pero difícilmente puede uno sustraerse de escribir, aun corriendo el riesgo de  que quien tenga la ocasión de leer estas líneas se diga a sí mismo: esto ya lo oí o lo leí. El lamentable resultado que obtuvo Peñalosa, me trajo a la memoria el caso de un novillero colombiano que se estaba iniciando en las lides de la tauromaquia; un domingo con euforia por parte de los periodistas del medio se presentó y a su primer toro lo recibió a puerta gayola, suerte que consiste en, de rodillas y en frente a los toriles recibir al astado; el resultado fue una tremenda voltereta que dio con el aspirante en el suelo y en el hospital, afortunadamente sin consecuencias graves. Su afición no sufrió mella y una vez repuesto volvió a la Santamaría en donde la afición lo recibió con mucho afecto; en la corrida de su segunda presentación pretendió hacer la misma figura con resultado semejante al de la primera presentación. Nuevamente a la enfermería, revolcado, aunque no corneado. Los periodistas ávidos de noticias lo entrevistaron para indagar su opinión de tamaño descalabro taurino; con gran sentido del humor se limitó a decir que se abstendría de salir a la calle por el riesgo de que lo cogiera un bus. Así terminó su afición a enfrentarse a los toros en el circo. Parece que algo del estilo le sucedió a Peñalosa. Dejará la arena electoral para dedicarse a otras cosas.

Volviendo al resultado electoral la cantidad de ciudadanos que votaron por las dos damas, la debieron dejar sorprendidas. Hicieron una buena campaña, seria, ponderada, coherente que fue reconocida en las urnas. A cada una de ellas, en total para las dos cuatro millones de votos, este resultado las colocó en el firmamento político del país con una gran capacidad de acción. El mundo de la política, con este resultado mientras no sea controvertido, tendrá que contar con ellas. Así está sucediendo. Zuluaga contará con el consejo de  Marta Lucía aunque no necesariamente con sus dos millones de votos, que constituyen un activo para ella.  Clara López, luego de su paso por la alcaldía se ha mostrado como un ser muy inteligente que en su campaña no se dejó contaminar, así como tampoco su congénere Marta Lucía, de los desagradables insultos que se oyeron.  Podremos tener en el futuro una mujer en la Presidencia del país. Esta par de damas han hecho un recorrido muy importante en este sentido. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar” es pensamiento poético válido para Marta Lucía y Clara.

Las campañas de Santos y Zuluaga debieron quedar sorprendidas por el resultado; el primero porque esperaba superar al segundo y este segundo porque no se imaginó que iba a ganar así. Tanto sería lo que la conciencia le decía, que ya estaba preparando a la opinión pública en justificar un resultado adverso a un  fraude. Ahora están dedicados los dos a convencer a la ciudadanía que cada una de sus propuestas es la más propicia para el bienestar del país. Ojalá así lo hagan y cada uno respete el resultado de las urnas que han estado bajo la vigilancia del Registrador que se ganó el respeto y la admiración de la ciudadanía. Como es probable que el resultado sea apretado, la versión del fraude pierde validez.