Alfonso Orduz Duarte | El Nuevo Siglo
Sábado, 23 de Abril de 2016

A TRAVÉS DEL TEODOLITO

Tren de cercanías

 

ES conocido que el transporte por ferrocarril difícilmente tiene competencia en el transporte de grandes cargas a largas distancias. Tiene además la propiedad evidente y clara de que valoriza el bien transportado al añadirle la posibilidad de ser utilizado en el sitio de destino. Transportar, por ejemplo, oro por ferrocarril no cumple con este principio de la valorización como si lo cumple, por ejemplo el carbón que hace que su precio sea uno en la mina y otro en el sitio en donde va a ser objeto de consumo igual al valor en la mina más el del transporte más un plus que puede considerarse utilidad para quien lo vende o costo de oportunidad para quien lo consume.

 

De todos los medios de transporte de los cuales se dispone bien parece que el más barato es el transporte por agua para el cual se necesitan los ríos, los mares o los lagos o laguna o vías acuáticas artificiales que hagan esto posible. Los terrestres, carretera y ferrocarril, cada uno tiene su propia vocación que si se cumple,  resultan complementarios entre sí y no competitivos. El aéreo es el más costoso de todos para efectos de carga para lo cual no es precisamente el más utilizado.

 

Los tres medios de transporte el fluvial, el terrestre y el aéreo son usados para la movilización de pasajeros.  En términos ferroviarios que tienen por vocación básica la carga, se dice que el transporte de pasajeros tiene la característica de ser la carga que habla.  Es evidente que un bulto café no tiene la capacidad para discernir entre un bueno y efectivo servicio, aunque sí el dueño.

 

En muchas ciudades, sin necesidad de entrar en las modalidades del metro, se utilizan los ferrocarriles existentes para el transporte de pasajeros entre ellas y los conglomerados urbanísticos vecinos. Es el caso de Londres, por vía de ejemplo, ciudad que presta el servicio que proporcionan los British Railways para movilizar ciudadanos de y hacia esa ciudad. Ni hablar de Nueva York,  París y Madrid ciudades en las cuales los ciudadanos pueden contar con un servicio de transporte férreo rápido y eficaz.

Aquí, en épocas pasadas hubo servicios de cercanías que la gente hoy recuerda muy bien, como fueron los férreos que se prestaron entre Cali y varias de las ciudades del Valle del Cauca, incluyendo a Cartago.  Allá se contó con itinerarios idóneos,  líneas en un territorio apto para  la movilización, equipo de los Ferrocarriles Nacionales así como las estaciones, pero sobre todo el respaldo de la ciudadanía  su apoyo y la voluntad de hacerlo.

 

De hecho hoy funciona un sistema de transporte turístico en la Sabana, así como trenes de cercanías que movilizan a estudiantes de una prestigiosa universidad que tiene sedes en municipios sabaneros.  La avidez y necesidad que son evidentes para la movilización de personas entre los municipios sabaneros y la capital no acaba de entender la controversia entre el Gobernador de Cundinamarca y el Alcalde de Bogotá. En ningún tren ha sido necesario poner cercas a lado y lado para que pueda funcionar bien. Sería conveniente conocer una estimación del servicio de los buses que puedan brindar los que ofrece el tren de cercanías entre Bogotá y Facatativá, así como con otros municipios de la Sabana. Ojalá las controversias entre los dos mandatarios se puedan arreglar para beneficio de todos los posibles usuarios de este servicio.