Financiar obras públicas
El gobierno, digamos mejor, los gobiernos no descansan en aguzar el ingenio para conseguir los recursos y la financiación de sus gastos, particularmente los que tienen que ver con la infraestructura. Hasta hace relativamente poco, éstos eran financiados con recursos provenientes del presupuesto nacional, los cuales se conseguían a base de los impuestos de todos los colombianos. Pero los gastos del Estado apremiantes que no dan espera como la educación, la salud, la defensa nacional para mencionar unos pocos entre otros, rezagaron en forma tal que hoy Colombia está entre los países más atrasados en infraestructura física.
Se investigó, se observó cómo otros países han tratado de resolver este asunto y se llegó al sistema de concesiones que es el de permitir que los particulares construyan y financien las inversiones en obras en las cuales el Estado está interesado y recobren la inversión a través del cobro por el uso de las obras así construidas. Eso es lo que se ha impuesto, de suerte que las obras son pagadas por quienes las usan. Así es como se están viendo los resultados con vías nuevas y mejoradas por cuyo uso se paga. Ya no se depende de las apropiaciones presupuestales sino de la previsión por el uso por el cual se paga.
Hay que hacer notar que este sistema se aplica para aquellas obras por cuya construcción el gobierno ha manifestado interés, en otras palabras que están contempladas en los planes de desarrollo. Pero existen obras sentidas por la comunidad que no están incluidas en los planes gubernamentales, y si lo están, no están contempladas en los proyectos inmediatos. Para éstas, en las cuales existe interés por parte de los privados, se ha abierto un sistema por medio del cual éstos pueden interesar al gobierno en forma tangible y práctica. Se trata de las Asociaciones Público Privadas, denominadas APP, para usar la sigla y no tener que utilizar el nombre largo, es un sistema por el cual el gobierno acepta bajo unas reglas establecidas en la Ley 1508 de este año, cómo se presentan las iniciativas con base en las cuales el capital privado se vincula, el cual se materializa a través de contratos con los privados que son contratos de concesión; el producto de los bienes y servicios así financiados servirá para financiar el pago de las inversiones que haga el privado. Es un nuevo sistema de financiar la construcción de obras que termina en un contrato de concesión, pero cuya iniciativa corresponde al sector privado, con el visto bueno y aprobación del gobierno.
Este sistema, que parece ser bueno para financiar obras, es un paso más que traslada el ejercicio de la profesión de la ingeniería al de las finanzas o a la combinación de estas dos disciplinas. La formación de los ingenieros debe estar consciente de esto.