AMYLKAR D. ACOSTA | El Nuevo Siglo
Martes, 15 de Diciembre de 2015

CONFERENCIA DEL CLIMA

Histórico acuerdo

“Aunque no es perfecto es gran avance”

 

 

En vísperas de la COP21 en París, en la que se dieron cita por primera vez en la historia 195 presidentes y jefes de Estado, el Secretario General de la OMM manifestó que “2015 será el año más caliente desde que existen registros”. Y estos dan cuenta de que la temperatura media del Planeta, hoy en 15 grados centígrados, ha aumentado hasta la fecha 1 grado adicional con respecto a la temperatura media de la era preindustrial, a sólo un grado del umbral de la temperatura que según los estudios científicos sería soportable para el medio ambiente y para la sobrevivencia de los seres vivos en el globo terráqueo.

 

Contrariando los malos presagios de los agoreros de los fracasos, esta vez se llegó a un consenso sin precedentes, fijándose la meta de frenar el aumento de la temperatura, de tal modo que se pueda acotar “muy por debajo” de los dos grados con respecto a los niveles que precedieron la Revolución industrial, al tiempo que se compromete a hacer esfuerzos para que “no supere los 1.5” grados.

 

Al término de dos semanas de duras e intensas negociaciones se logró pergeñar un texto, que si bien “no es perfecto”, como lo admitió el representante sobre Cambio climático de China, “no nos ha impedido dar un paso histórico”. El presidente Obama fue más lejos, al considerar el Acuerdo al que se arribó como “el más ambicioso de la historia de la lucha contra el cambio climático”.

 

Está comprobado que el cambio climático y el calentamiento global están asociados a la creciente acumulación GEI en la atmósfera y que en una gran proporción las mismas provienen de las emisiones provocadas por el consumo de energías de origen fósil. El mundo consume diariamente el equivalente a 218 millones de barriles de crudo, de los cuales un 33% corresponde al petróleo y sus derivados. Y otro tanto se consume entre carbón y gas, los cuales representan otro 30%. De allí la necesidad inaplazable de diversificar aún más la matriz energética, incorporándole un componente cada vez mayor de energías renovables y limpias.

 

Pero, como ello tomará su tiempo, porque no se podrá lograr de la noche a la mañana reemplazar unas fuentes de energía contaminantes por otras más amigables con el medio ambiente, es menester procurar en el entretanto mejorar la calidad de los combustibles que mueven el transporte. Este absorbe el 35% de la energía que consume el mundo entero y el 96% de la misma son derivados del petróleo. De allí la importancia y la gran contribución de los biocombustibles, siempre y cuando estos pasen la prueba del análisis de ciclo de vida. En el caso colombiano, con la mezcla de 8.4% de etanol con la gasolina y el 9.2% de aceite con el diesel, se reduce en un 73% y 83%, respectivamente, las emisiones de GEI, equivalentes a 2.5 millones de toneladas durante el 2015.

 

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