ANDRÉS FELIPE RANGEL GÓMEZ | El Nuevo Siglo
Sábado, 12 de Noviembre de 2011

 

Educación pública, gratuita y de calidad
 
“El conocimiento es la mayor inversión que se puede hacer”. (Abraham Lincoln)
 
LA  educación es fundamental para el desarrollo de un país. Los países que han alcanzado altos niveles de desarrollo se caracterizan por la calidad de su educación.
Es muy difícil hablar de desarrollo sin educación de calidad y sin una importante inversión en investigación y desarrollo científico.
En Colombia la educación ha venido avanzando y mejorando. Entre las diez mejores universidades de Latinoamérica tenemos dos. Sin embargo, esto no es suficiente, aún muchos colombianos no tienen acceso a la educación superior porque carecen de los recursos necesarios para hacerlo.
Adicionalmente, el país está en mora de una profunda reforma a la educación que en vez de promover un modelo privado en esta, fortalezca el modelo publico destinándole los recursos necesarios para que crezca en calidad y cobertura, haciendo que la educación pública en el país pueda ser completamente gratuita, con posibilidades de subsidios para libros, transportes y alimentación para los más pobres y de la más alta calidad posible.
A veces pareciera que no aprendiéramos. ¿Qué ha sucedido con la privatización de la salud? Se ha convertido en un negocio en donde la utilidad es más importante que los pacientes y su bienestar. ¿Qué pasaría si la educación en Colombia da un giro hacia un modelo privado? Probablemente en pocos años será más importante la utilidad de unos que la educación de calidad de muchos.
El modelo privado frente a temas tan delicados como la salud y la educación ha demostrado no funcionar del todo ¿Por que seguirlo implementando? ¿No sería mejor una reforma a la educación que lleve a la educación pública a niveles de alta calidad y cobertura? Si hoy por hoy la Universidad Nacional está entre la 10 mejores de Latinoamérica, ¿qué sucedería si se destinara un porcentaje mayor del PIB para su desarrollo? Seguramente sería la gran oportunidad para que muchos colombianos ingresaran a una educación pública de alta calidad que luego se reflejara en excelentes profesionales que llevaran al país a mayores niveles de desarrollo.
Razón tenían en marchar los estudiantes y de levantar sus voces contra las tendencias hacia la privatización de la reforma a la educación propuesta por el Gobierno.
Reformas de este tipo que afectan temas tan amplios y de alta sensibilidad social como la educación no deben hacerse de manera tan impositiva y unilateral. Este tipo de reformas deben ser fruto de una profunda reflexión y diálogo nacional acerca del tema.