Lunes, 23 de Marzo de 2020
Image
En una semana hemos aprendido mucho. Después de esta crisis de salud mundial, el plantea nunca volverá a ser el mismo. Ojalá aprendamos varias lecciones y acá comparto algunas reflexiones que he hecho en estos días:
- La economía no es viable sin gente y mucho menos si se enferma. Estamos grabando en la piel lo que nuestros abuelos nos dijeron: la salud es lo más importante.
- Durante un siglo las grandes potencias mundiales se ocuparon de construir misiles, bombas nucleares, mejorar las estrategias de guerra. Pero nunca nos imaginamos, como diría Bill Gates en su más reciente charla Ted, que el enemigo que nos pondría en jaque sería un virus, el coronavirus.
- Así que Rusia dejó de ser enemiga de Estados Unidos y Palestina de Israel (por ahora). Porque se demostró que el peor enemigo de la humanidad al menos combatiendo el coronavirus, ha sido la negligencia de la humanidad.
- Por eso hay que invertir en los sistemas de salud. La física y la emocional. La responsabilidad frente a la falta de visión y acción por ambición, negligencia y codicia de los dirigentes del pasado, será un debate que daremos después de la crisis y que se castigará o premiará en las urnas. No solo en Colombia, sino en el mundo entero.
- En ese orden de ideas, necesitamos más líderes y menos políticos buscando sacarle provecho a una crisis para aumentar su rating, reconocimiento y caudal de seguidores.
- Los virus no respetan estatus social, étnico, económico, ni geográfico. Se enfermó Tom Hanks, la esposa del primer ministro de Canadá y el alcalde de Popayán que creyó que era un inmune y no guardó cuarentena después de viajar a Marruecos. Por su negligencia quién sabe a cuántos mandatarios más contagió.
- El virus hizo que nos volcáramos a proteger a los adultos mayores de 70 años. Muy rápido comprendimos que si se contagiaban corrían el mayor peligro de muerte. Y justo ellos que son los más olvidados por la sociedad, han recibido la mayor atención para protegerlos. Y eso está bien.
- Hemos sido testigos de la irracionalidad. Gente comprando cantidades exageradas de un producto, en especial el papel higiénico, nos ha hecho cuestionarnos si tener tantas cosas es necesario y por qué nos cuesta compartir. La austeridad es un valor que se está poniendo de moda. Nos estamos dando cuenta que en realidad no necesitamos de muchas cosas para vivir.
- De esta pandemia tenemos que salir adelante. La principal vacuna es la solidaridad. Yo me cuido, te cuido y cuido de nuestro planeta. Es que no tenemos un planeta de remplazo. Y la tierra sin los humanos se ha mejorado. Los delfines volvieron a Cartagena, los canales de Venecia se llenaron de peces y hasta un zorro llegó al barrio Santa Bárbara en la ciudad de Bogotá. El planeta siguió con nosotros guardados en las casas. Y qué bueno que nuestra casita se mejore.
- Esta crisis nos debe unir y enseñar. Procuremos dejar salir nuestros valores más elevados como la solidaridad, la tolerancia, la disciplina, la responsabilidad y el optimismo. Porque sí, ¡vamos a salir adelante!
¿Y tú qué has aprendido de esta experiencia?