El plan de vacunación en Colombia va lento y preocupa. Primero porque estamos viviendo el tercer pico de la pandemia y segundo porque es muy probable que terminemos teniendo un país por cárcel. La Unión Europea ya está discutiendo la posibilidad de un pasaporte sanitario para determinar que solo pueden circular entre países aquellos ciudadanos que hayan estado vacunados. Seguramente, en un futuro no muy lejano, no se podrá viajar sin haber sido inmunizado. Pero eso no es lo único delicado, a la lentitud sobre el proceso de vacunación, se suma la falta de claridad del Ministerio de Salud sobre las políticas nacionales en torno a la vacuna de AstraZeneca.
Cada vez se conocen más casos de adultos mayores que desistieron de vacunarse, a pesar de tener su turno, porque les ofrecieron la vacuna inglesa. Hay temor dentro de un sector de la población por los efectos secundarios que pueda tener. Y no es para menos que lo tengan, llevamos dos semanas viendo en las cadenas de noticias internacionales que puede existir una relación entre esa vacuna y los trombos. Por principio de precaución diferentes países han tomado medidas frente a la misma. Alemania, por ejemplo, solo vacunará con AstraZeneca a mayores de 60 años. Inglaterra recomendó que no se aplique a menores de 30. Italia la priorizará solo para mayores de 60. Francia decidió que los menores de 55 años que recibieron la primera dosis de AstraZeneca, recibirán la segunda de Pfizer o Moderna. Australia recomendó que los menores de 50 se pusieran preferiblemente la de Pfizer. Canadá recomendó no usarla en menores de 55. Filipinas suspendió su uso para menores de 60 y La Unión Africana está explorando opciones con Johnson & Johnson tras abandonar sus planes de comprar la vacuna de AstraZeneca.
Frente a ese panorama internacional, en un mundo globalizado donde la información corre por las redes y medios de comunicación más rápido que cualquier otra cosa, el Ministerio de Salud está en mora de anunciar claramente su política frente a esa vacuna. No existe aún una comunicación explícita que le diga a los adultos mayores y a la población que está en lista de vacunación, cuál es la posición oficial de Colombia frente a la vacuna inglesa. Esto ha hecho que la ciudadanía tome la información de los medios internacionales sin un contexto adecuado y decida no vacunarse con AstraZeneca. Lo que genera mayores problemas, pues ralentiza aún más el proceso y no estamos en Colombia como para darnos ese lujo.
Así que, en vez de decirle a la gente irresponsable por tener temor frente a esa vacuna, es menester que emita ya una comunicación diáfana que le aclare a la gente la posición del país frente a esa vacuna. Así no dejamos en manos de especuladores y cadenas de WhatsApp el manejo de la opinión pública. ¿Qué será lo que están esperando?