Bandidos | El Nuevo Siglo
Lunes, 2 de Septiembre de 2019

“La paz necesitaba recursos y dirigentes responsables”

 

En Nariño a 35 minutos de vuelo en helicóptero estaba la zona veredal Ariel Aldana, donde ‘Romaña’ llegó después de la firma de los acuerdos de La Habana. Como Directora del SENA asistí a una reunión para revisar los planes de los proyectos productivos y de implementación de carreras técnicas que podía proveer la entidad. Para mi sorpresa, ‘Romaña’ tenía una idea de negocio con nombre y todo: Huellas de Paz. Era un proyecto para fabricar sandalias, que ya tenía máquinas y un espacio asignado en la zona veredal. Querían exportar cinco mil pares mensuales a Nueva York.

Llegué a Bogotá muy entusiasmada y confiada en que las metodologías del Fondo Emprender serían de gran utilidad. 

En las reuniones de Palacio de Nariño donde se hacía seguimiento a la implementación de los acuerdos de paz, presenté la idea del proyecto, así como la intención del ex comandante ‘Iván’ en las selvas del Yarí, sitio que también visité o en Pondores, en La Guajira, que lideraba ‘Joaquín’. 

Pero en Palacio de Nariño no había eco. Se empecinaban en una producción a gran escala de piña (que no sé si implementaron) y en el cultivo de tilapia. En esos consejos de reintegración se hablaba mucho del costo del sostenimiento de las zonas, del costo por ex combatiente y cuándo era que los ex combatientes era que se iban a ir de los sitios de concentración a reencontrarse con sus familias. Esa era en últimas la estrategia. Ahí no había intención de que los 27 espacios territoriales (de ese momento) se convirtieran en unidades productivas. O no querían, no tenían recursos para que eso sucediera, o ya tenían la platica comprometida para otros menesteres. 

Mientras tanto, en territorio, los ex combatientes se sentían improductivos y con la expectativa de la nueva historia que ellos escribirían para el país. De eso ya hace más de dos años.

Con la ratificación del rearme de ‘Márquez’, ‘Santrich’, ‘El Paisa’ y ‘Romaña’, queda sólo frustración, pero “el que es bandido es bandido” y siempre lo será. Sin embargo, me pregunto ¿Qué tal que Huellas de Paz se hubiera convertido en realidad?
 

La paz necesitaba recursos y dirigentes responsables que no hubieran visto en el presupuesto de la reincorporación una oportunidad de negocio para enriquecimiento personal. 

Los recursos para comenzar a construir la paz eran de 2,4 billones de pesos, de los cuales 900 mil millones los aportaron Noruega, Suecia y Suiza. Pero con estos, se dedicaron a pagar los apoyos a los acuerdos y a crear burocracia en la JEP, donde fueron a parar ex funcionarios santistas y familiares de congresistas que apoyaron la paz.

En el video que sacó esta semana Juan Manuel Santos salía acompañado de los miembros de Colombia Renaciente, el partido político del Nobel que tiene mucha responsabilidad en la paz que está quedando a medias. 

El que es bandido es bandido, independientemente del lado de la mesa donde se negoció el acuerdo con las Farc. Y lo cierto es que los bandidos del monte y los de cuello blanco, son los responsables de que la guerra en Colombia no se haya terminado.