CAMILO HERRERA MORA | El Nuevo Siglo
Sábado, 23 de Marzo de 2013

Resurrección del Concilio

 

“Francisco, o el comienzo de una era de cambio”

Comienza Semana Santa con la esperanza de la resurrección, no de Cristo, sino de los documentos del Concilio Vaticano II.

Personalmente estoy convencido que el mejor Papa del siglo XX fue Angelo Giuseppe Roncalli (Juan XXIII), que gestó el proceso de cambio más grande de los últimos años, solo comparable con el Concilio de Nicea, donde se definieron las grandes bases conceptuales, pero en este caso la iglesia debía actualizarse. El segundo concilio fue entre 1962 y 1965, liderado por Roncalli, pero finalizado por Giovanni Montini (Pablo VI), quien no pudo mantener la línea propuesta por su sucesor, mayormente por haber sido la mano derecha de su antecesor.

Desafortunadamente el Concilio, particularmente en su cuarta sesión, cambió muchas de las líneas de cambio que se planteaban y casi que neutralizó la transformación. Sin duda Roncalli no era un político, pero Montini sí, y logró dar vida a ciertas líneas del Concilio hasta su muerte, que desafortunadamente dieron paso a la derecha vaticana, apoyada por la línea italiana que atacó el cambio de Roncalli y logró tranzar con Montini; así, el ascenso de Wojtyla no sólo le retorno el poder a los italianos conservadores, sino que frenaron el avance del Concilio, que comenzó a ofender a la línea tradicional al permitir que la misa no fuera en latín. Wojtyla, fue un gran político, y sin duda un gran publicista de su imagen, pero con Ratzinger, su mano derecha, impusieron la ortodoxia en el Vaticano. La llave Roncalli-Montini era la relación de pensador con político, mientras que la llave Wojtyla-Ratzinger era todo lo contrario, y su salida del poder dejaba claramente dos salidas posibles: el retorno de la ortodoxia italiana al poder o el retorno del concilio.

Ahora, la llegada de Jorge Mario Bergoglio, Francisco, da muestras del retorno del Concilio y nuevo aire a la iglesia. No es irrelevante que sea latino ni mucho menos que sea jesuita, ya que claramente el ascenso de esta comunidad en el poder vaticano es la muestra del desgaste político de las líneas de derecha en Roma y el comienzo de una época de cambio. Bergoglio bien hubiera tomado el nombre de Juan XXV pero el mensaje de un nombre de humildad, es la señal de cambio que se esperaba.

 Ya algunos dicen que los sacerdotes de Roma ven como un peregrino llega al tempo a enseñar, como recordando a Jesús con los Fariseos. La Semana Santa comienza con la resurrección previa del espíritu del segundo testamento, y sin duda escucharemos discursos de humildad, pobreza, perdón y cambio.

 Colombianada: aún en Colombia, en las plazas de los pueblos se enfrentan la alcaldía y la iglesia, como si Don Camilo aún pudiera enfrentarse a Pepón.

@consumiendo

*Presidente Raddar