No es la de 1964
En 1964 éramos un país de 17 millones de personas, con una familia de casi 5 miembros en la casa, la edad promedio de la población era de 22 años; el analfabetismo rondaba 15%, la cobertura en salud y de educación no llegaba a 30%.
La mitad de la población vivía en el campo, el agro causaba 25% de la economía, 49% de nuestro gasto de hogares se destinaba a alimentos; el desempleo urbano rondaba 7,4%, en el campo el empleo era temporal; el ingreso medio de una persona era de $ 3.000 al año (más o menos $ 25.000 de 2005); la mortalidad infantil era superior a 10%.
En ese país nacieron las Farc y hoy Colombia es otra. Las oportunidades son más, el ingreso también y la pobreza menos; la participación democrática es mayor, los medios de comunicación tienen un gran control en la política, nuestro nivel educativo aumentó y la mortalidad infantil es menor a 5%.
Esto hace pensar que el discurso de las Farc es sin duda político y no económico, y hoy por hoy con serias dificultades; en los sesentas la búsqueda del cambio del modelo económico de libre mercado creó la subversión en Latinoamérica en búsqueda de la imposición del comunismo como modelo político-económico, dejando solo un éxito marginal en Cuba; desde la caída del muro de Berlín y el giro al capitalismo de China, el discurso del comunismo quedó como cosa del pasado, debido a la falta de motivadores que tenía para el desarrollo y el crecimiento económico.
Hoy sentados en la mesa, Farc y Colombia deben discutir cosas completamente distintas al modelo, porque este ha demostrado su éxito en los últimos 50 años; sin duda quedan retos en la distribución del ingreso y en las barreras de distribución del éxito económico, pero estos en gran medida se causan en las trampas de pobreza y riqueza que hemos creado con un falso estado de bienestar por medio de un esquema subsidiario que afecta a la población.
La discusión de la Colombia del mañana debe partir de la de hoy y no de la 1964, o de lo contrario pensaremos en un país para el corto plazo; es fundamental consolidar una política de Estado hacia donde todos nos encaminemos.
Colombianada. Hoy hay un guerrillero por cada 42 soldados y policías, pero la verdad es que hay un soldado y policía para cada 103 colombianos.
@consumiendo