CAMILO HERRERA MORA | El Nuevo Siglo
Sábado, 15 de Septiembre de 2012

La utopía nacional

 

Si la economía griega no reacciona puede salir de la Zona Euro; si la Zona Euro deja ir a Grecia, seguramente Italia y España, y por ende Alemania, pasarán un mal rato; si Alemania se ve desacelerada o en recesión, Inglaterra recibirá el impacto, seguido de EE.UU. y Asia; paso seguido el mundo entero llorará, no por la caída de la gran Grecia, sino por lo que causó.

La globalización económica nos deja un debate profundo sobre el proceso de construcción que el mundo está viviendo; formación de Estado-Nación, donde las fuerzas económicas son el primer paso para su consolidación, mas queda mucho por construir desde lo democrático, cultural e histórico, muy similar a lo que pasa hoy en Europa.

Es imposible que exista una identidad como humanidad, y asimismo una nación como tal, pero la economía cada vez más nos lleva a comprender que el fenómeno de libre autodeterminación de los pueblos en una economía interconectada y con una Internet abierta es una utopía.

Los países hoy dependen de otros y esta interdependencia causa que todos estemos involucrados con la vida democrática, económica y cultural de todos; así, el mundo está pendiente de las elecciones en Venezuela, el cambio de régimen en Corea, las elecciones en EE.UU., la situación de Siria; cada una de estas circunstancias tiene efecto en nuestra cotidianidad y sin duda en el largo plazo.

Mas, el estar informados y comerciando no nos da la globalización real, ya que las democracias (donde las hay) siguen siendo nacionales y esto tiene implicaciones globales; el flujo de la historia nos muestra que el camino de la homogeneización es cada vez más claro, y que los discursos de identidad nacional, religión y acervo histórico deben ser superados, en lo posible sin violencia.

La globalización que vivimos es en sí misma una falacia porque no es total, la libre autodeterminación de los pueblos no es tal y sin duda la democracia es limitada, debido a que en sí la libertad como tal no existe.

Por esto debemos comprender que nuestra determinación y capacidad de acción dependen del nivel de interdependencia que tengamos con el mundo, y partiendo de esto planear cuidadosamente cada movimiento que realicemos.

Colombia no es ajena a este proceso. Los diálogos de paz que comenzamos tendrán muchas barreras globales para llegar a un proceso simple.

Hoy la humanidad es más humana, más global, más cercana; pero en el proceso histórico de transición, estamos cada vez más lejos, más distantes y nos creemos diferentes; el peso de historia y la identidad demoran nuestros pasos.

Colombianada. Ya se sabe que en 2050 Alemania será un país con mayoría musulmana, dejando muy atrás la idea de la raza aria.

@consumiendo