¿Y el peatón no tiene culpa?
A veces defender lo impopular puede ser costoso, pero no deja de ser cierto por eso. En las últimas semanas se ha convertido en noticia nacional que diversos conductores ebrios han atropellado a peatones y los han matado; tema que sin duda es espantoso y debe ser fuertemente castigado, pero pocos se han hecho la pregunta difícil: ¿qué tanto el peatón tiene la culpa?
Cuando se camina tarde en la noche en zonas oscuras, la probabilidad de que nos roben es muy alta, y por más que las autoridades intenten contener el crimen menor según su misión, continuamente nos recomiendan no hacer eso; pero cuando se nos dice que pasemos por los cruces peatonales o que usemos los puentes no lo hacemos, exponiendo nuestra vida y no el celular o el reloj.
Esta irracionalidad es compleja. Preferimos pasar rápido de un extremo de una avenida al otro, y casi siempre seguimos caminando en el mismo sentido, sabiendo que llegaremos a un punto de paso peatonal, pero cruzamos con picardía en el momento que queremos, como si así le ganáramos al sistema.
Este comportamiento picaresco es una extraña carga cultural donde arriesgamos la vida por ganarles a los carros, bajo la falsa premisa que la distancia más corta entre dos puntos es una línea recta. Sin duda respetar las normas peatonales significa en muchos casos caminar más, pero la vida de cada uno vale eso y más.
Por esto muchos peatones mueren atropellados, pese a que el conductor este sobrio, ya que no es la ebriedad la causante total del accidente (mas sin duda tiene mucho que ver); lo que realmente pasa es que el conductor no tiene cómo reaccionar ante un peatón corriendo en la vía y más aún si este se tropieza.
Con esto no quiero decir que no hay conductores culpables, pero sí quiere decir que el peatón es culpable también, porque se expone innecesariamente, y al final termina complicándole la vida a quien lo atropelló y a su familia, ya que su vida cambia por la pereza de no caminar un poco más.
Colombianada. Hoy los puentes peatonales son el monumento vacío a nuestra pereza y al sentido de la vida que tenemos.
@colombiador